Esto que voy a contar es una historia real.
Solo cambiaré los nombres por privacidad.
Todo empezó cuando me hablaron para un trabajo en una casa, quien me recomendó fue un vecino mío.
Hablé con la persona que me iba a contratar, a quien llamaré María.
Hablamos por teléfono para acordar qué trabajos y arreglos haríamos en su casa ya que ellos no estarían en ella mientras trabajáramos ahí, no habría por qué desconfiar ya que éramos recomendados y trabajaríamos por fuera de la casa, mayormente en el techo.
Somos de una ciudad al norte de México.
La primera vez que vi a María fue para revisar su casa y así poder hacer un presupuesto, me pareció una mujer guapa y con buena actitud. Después la vi para que me entregara la llave y el anticipo, solo hablamos del trabajo y de cómo se llevaría a cabo todo el trabajo, solo que esta vez había una parte que se haría dentro de su casa por lo que tendría que estar ella ahí presente.
Empezamos con el trabajo y todo marchó muy bien, nos llevaría dos semanas terminar, cuando llegó el primer sábado, tocaba que me pagara la parte que habíamos avanzado, así que le dije cuánto tenía que pagarme, me invitó a pasar y nos sentarnos a revisar el presupuesto y lo que faltaba. En ese momento empezamos a platicar y de repente la conversación pasó a temas más personales, me comentó que su esposo tenía meses trabajando fuera de la ciudad y solo comentamos lo difícil que era el cuidar a los hijos sola y tener que trabajar pues ella es enfermera.
Cuando salí de su casa recibí un mensaje de María diciéndome que le había gustado platicar conmigo y que yo le inspiré confianza, le respondí que también me había gustado platicar con ella.
Seguimos mandándonos mensajes pero estos subieron de tono, de cómo ella podía estar sin su esposo tanto tiempo (8 meses) y le comenté que me imaginaba lo difícil que era estar sin tener sexo todo ese tiempo y así platicábamos todas las noches, de lo que nos gustaba hacer en el sexo y que posiciones preferíamos, de cómo se masturbaba mientras los niños dormían, y de cómo a mí me encantaba que me hicieran sexo oral, empezó a platicar de lo que le gustaba que le hicieran durante el sexo y de cómo se mojaba mientras estábamos mensajeando.
Un día acordamos vernos para darme el siguiente pago, platicamos mientras tomábamos café, yo quería aprovechar para ver si podíamos coger, llegué a su casa como acordamos pero solo platicamos, ella me evadía y no dejaba que me acercara, estaba muy nerviosa.
Pasaron los días y seguíamos platicando de cosas sexuales y nos platicábamos lo que hacíamos. Ella me contaba como se masturbaba y hasta un día me mandó un audio, eso me calentó demasiado, nunca me quiso mandar vídeo mientras yo le mandaba fotos de mi pene y de cómo me masturbaba pensando en ella.
Un día la invité a mi casa para platicarle algo y la besé, sabía que no se iba a resistir porque sabía que tenía muchas ganas, la besé, le sobe sus senos por encima de su ropa, ella se volteó hacía mí y nos seguimos besando mientras yo acariciaba sus nalgas por encima de la ropa, la tiré en un sillón y le desabroche su pantalón, buscaba darle un lengüetazo en su clítoris pero no me dejó, después metí mi mano y acaricie sus pezones, quería chupárselos como si fueran un helado delicioso. María estaba muy nerviosa de que alguien llegara y nos viera, yo trataba de convencerla que eso no pasaría, pero me dijo que me pusiera condón y yo no traía, solo conseguí que me diera una buena chupada y que yo le chupara los pezones, me encantó la chupada que me dio y se fue.
Se llegó el día en que terminamos los trabajos en su casa y acordamos vernos nuevamente para ver los detalles, terminar el pago y coger, ya que los dos teníamos muchas ganas uno del otro. No podía esperar a verla desnuda y tenerla en mis brazos, chuparle de nuevo los pezones, pasar mi lengua por su clítoris y penetrarla lo más fuerte que pudiera.
Llegué a comprar condones como María me lo había pedido y esperé a que llegara primero ella a su casa para llegar yo después.
Cuando llegué me abrió la puerta e inmediatamente la cerré, nos empezamos a besar, ella me llevó a su cuarto y los dos comenzamos a desnudarnos, ella no quiso quitarse la blusa por pena a que la viera, ya que se sentía insegura por cómo había quedado su estómago después de sus embarazos, cosa que no me importa porque no veo esos detalles, a mí me gusta el cuerpo de la mujer sin ver defectos, intenté lamerle el clítoris pero me levantó y nos seguimos besando, metí mi mano bajo su blusa y acaricie suavemente sus pezones, mientras mi lengua jugaba con la suya, me giré y quedé boca arriba y ella empezó a darme una mamada de arriba hasta abajo, yo sentía que estaba en otro planeta, me estaba gustando lo que me hacía, todo tenía que ser rápido así que me puse el preservativos, le abrí las piernas y empecé a penetrarla, yo veía como mi pene se perdía en su vagina y cómo rosaba con su clítoris. María gemía de una manera deliciosa, me acerqué a su boca con mi oído y escuché sus gemidos, me excitaron bastante y ella empezó a besar y pasar su lengua por mi oreja, mientras yo la penetraba lo más fuerte que podía.
María me pidió montarme ya que le había dicho que me gustaba mucho esa posición, cuando me montó aproveché para levantarle la blusa, acariciar sus pechos y juguetear con sus pezones, los cuales volví a chupar mientras la penetraba, así estuvimos unos minutos y después la coloqué de perrito y la penetre lo más fuerte que pude, podía ver mi pene entrando y saliendo de ella y eso hacía excitarme mucho más. Ella estaba muy húmeda, tanto que mi pene entraba y salía sin que nada pusiera resistencia, yo la jalaba de las caderas y de vez en cuando le daba una nalgada, yo con condón nunca he podido terminar así que duro bastante con preservativo, y como debía ser rápido María decidió quitármelo y hacerme un rico y delicioso oral, le pedí terminar en su boca y María accedió, así si descargué toda mi leche dentro de su boca. Quedé rendido en esa cama que hacía ruido cada vez que la envestía, quedé lleno de placer, limpié los restos de semen que quedaron sobre mi y me llevé toda evidencia.
Seguimos con lo del pago y me fui.
Seguimos mensajeando, nos vimos una veces pero solo fueron besos y caricias, pero nos dimos un segundo encuentro lleno se sexo, esa será otra historia…