Estaba yo un día navegando con mi PC cuando caí en una página de relatos de incesto. El caso es que la curiosidad pudo más que yo y me puse a leer. Recuerdo que en uno de ellos un chico contaba como husmeaba entre la ropa de la hermana, olía sus braguitas, chupaba los restos de sus corridas y otras cosas.
Bueno el caso es que el otro día metiendo la ropa en la lavadora pasaron por mis manos unas braguitas tanga de mi hermana. No sé bien por qué, pero el caso es que me puse a observarlas, cuando me fijé en unas manchitas blancas en ellas, la verdad es que no le di la mayor importancia y seguí a lo mío.
Otro día estaba yo durmiendo cuando de repente me despertaron unos gemidos muy leves, casi no se oían. Acerqué la oreja a la pared del cuarto de mi hermana, que está junto al mío y me doy cuenta que era ella, se estaba masturbando. ¿En quién pensará, me dije yo?
Esa mañana cuando me da por meter la ropa en la lavadora veo que las braguitas están manchadas. En ese instante me acordé del chico del relato que leí días anteriores y me da por acercármelas a la nariz. De repente el olor que desprendían me puso la polla a cien. Chupé la zona que toca con su coño y me encantó el sabor que me dejó. Así que como estaba solo en casa me casqué una fenomenal paja con las braguitas, corriéndome en ellas.
Pasaron los días y veía que cada vez eran más las veces que se masturbaba mi hermana y cada vez más las braguitas que manchaba.
Cierto día me dijo que le dolía la espalda y que por favor le pusiera crema. Así lo hice, se quitó la camiseta y mientras la subía y tapaba su cara le vi las tetas debajo del sostén Ella tiene 18 años, pero para su edad está muy desarrollada, además es muy alta y delgada. El caso es que me excité. Mientras le ponía la crema frotaba con mucho mimo, intentaba llegar lo más cerca de sus pechos que me dejaba el sujetador y lo más cerca de su culito que me dejaba el pantalón.
Cuando terminé recuerdo que fui a cascarme una paja que me supo a gloria. No sé porque, pero el caso es que a mis 27 años me excité más con mi hermana que con cualquier otra chica con la que he salido. Quizás sea el morbo de lo prohibido, como cuando empiezas a fumar o beber a escondidas de tus padres con los amigos.
Al día siguiente me pidió que repitiera el proceso pero me dijo que esperará que se quitara el sostén pues se le había manchado el día anterior. Esta vez recuerdo que llegué a tocar sus pechos por el lado, incluso llegué a frotar la parte alta de su culo. Ella no decía nada estaba relajadísima, así que yo no me di prisa por terminar, es más cuando acabé dijo ella "¿ya?".
Los días pasaban y yo estaba todo el día salido, me moría por llegar a más. Pero ¿cómo?
El caso es que ella estaba más cariñosa conmigo que de normal, porque la verdad es que nunca nos hemos llevado muy bien. Lo que sí que notaba era que ella se rozaba conmigo siempre que podía restregando sus pechos contra mi espalda o incluso a veces mi pecho, o en ocasiones sacando el culito para rozarse contra mi paquete.
Cierto día estaba yo sólo en casa y me fui a duchar, recuerdo que salí en pelotas por unos calzones cuando de repente me topé con mi hermana en el pasillo.
―Uy perdón, pensaba que no había nadie en casa —dije yo.
Me giré y entré corriendo a mi habitación. Recuerdo que mi hermana no dijo nada, sólo se quedó mirando mi polla, que estaba en semi erección pues me la había estado frotando un poco.
Entré en la ducha y abrí el grifo para llenar la bañera, pero olvidé coger una camiseta, así que salí en silencio hacia mi habitación, mirando antes si estaba ella en el pasillo, cuando de repente oigo unos ruidos en el cuarto de mi hermana. Me acerqué sigilosamente y miré por la rendija de la puerta y veo a mi hermana tirada en la cama en pelotas haciéndose una gran paja. Al ver eso mi polla empezó a crecer con tan mala suerte o buena, que empujó un poco la puerta y provocó un chirrido de las bisagras. Mi hermana pegó un salto y se me quedó mirando. Que espectáculo, yo empalmado delante de ella y ella en pelotas con la mano llena de flujo vaginal.
Nos miramos y ninguno articulaba palabra. Ella dijo.
―No le dirás nada a los papás ¿verdad?
―No, además no estoy en situación de decir mucho —dije yo señalando mi polla empalmada—. No soy un chantajista.
―Es que te vi y me excité, no sé qué me pasa últimamente, pero desde que me diste pomada y me frotaste me excito cada vez que estas cerca.
―Es normal, a esas edades uno se vuelve muy fogoso y sólo piensa que en eso.
―¿Que eso?
―Bueno ya sabes en el sexo, en follar.
―Si ya, pero lo que sucede es que no me atrevo a hacerlo con gente de fuera, ni siquiera con mis amigos del grupo. Ya sabes cómo son los tíos, que en cuanto te lo haces con uno tarda poco en ir a contárselo a todos sus amigos y te tildan de facilona, puta o cualquier cosa.
―Bueno eso tiene una fácil solución. Si quieres yo te ayudo.
―Pero que dices, somos hermanos.
―Por eso, razón de más, piénsalo fríamente. Te estoy ofreciendo todo el sexo que quieras, cuando quieras, donde quieras y como quieras. Además soy una persona sana, sin enfermedades de ningún tipo.
―No, No, no puede ser.
―Tu verás, pero la oferta que te he hecho es un chollo para ti.
―Ya… pero… es que… no sé…
La tengo en el bote, pensé yo.
―La verdad es que visto así parece interesante.
Yo para entonces había ido acercándome a ella y la estaba sentado en su cama a su lado.
―Ven, túmbate.
Actué rápidamente, no fuera que se rajara, y tras tumbarla comencé a comerle el coño.
Comencé chupándole por los muslos, luego sobre los labios mayores, luego me mojé los dedos con saliva, le abrí los labios mayores y me dediqué a los menores, subiendo hasta el clítoris.
Ella para entonces sólo que gemía y decía: “Masss, masss, ahhh”.
Le tomé el clítoris entre mis labios y comencé a chuparlo como si se tratara de un helado, mientras le metía un dedo por el coño. Esto fue lo máximo, comenzó a correrse como una burra, yo seguía chupando su clítoris durante su corrida, lo que le prolongó mucho más su orgasmo.
―Ha sido fantástico, joder lo que me he estado perdiendo.
―Ya te lo dije, además es mucho más morboso follar con tu hermano.
―Eso parece, porque he tenido una corrida bestial.
―Pues yo todavía no me he corrido, así que…
―Ya claro, ahora me toca a mí.
Se abalanzó sobre mi polla y la comenzó a chupar como una loca, para ser su primera vez era fantástico como lo hacía.
―Que sabor más agradable.
―Como me pone el chuparte el rabo hermanito.
―Sí que gusto, ahhhh, no corras tanto o me correré antes de hora.
―No te preocupes córrete tantas veces como quieras, que hoy te voy a dejar secos los huevos.
Que fuerte, como hablaba mi hermana.
En un momento de arrebato me levanté, la tumbé boca arriba y me la comencé a follar por la boca, recuerdo que mi polla llegaba a su garganta, provocándole incluso arcadas.
Mientras tanto ella se frotaba enérgicamente el coño. La escena era fantástica. No podía aguantar más.
―Ahhh, me corro.
Cuando fui a sacársela ella me retuvo para que me corriera en su garganta. Fue una corrida fantástica. Caí rendido a su lado.
―Uy aun te queda leche en la puntita. Déjame que la limpie.
―Eres insaciable hermanita.
Había sido una corrida fantástica, recuerdo que mi polla no llegó a desempalmarse del todo, es más recuperó el vigor enseguida sólo con ver a mi hermana espatarrada.
―Joder, que rápido te empalmas hermanito. Que energía. Esto va a ser fantástico, voy a recuperar todo el tiempo perdido.
Cuando la tuve tiesa se sentó sobre mi estómago, frotando su coño sobre él y mirándome a los ojos con cara de viciosa. Me cogió la polla y la puso a la entrada de su coño. Entonces fue deslizándose hacia abajo y tragándosela por su cueva de placer despacito pero mojadamente. En un momento notó que hay un obstáculo, entonces ella con sumo tacto empuja entre leves gritos de dolor y entra toda, lo que provoca unos gemidos y convulsiones en ella. Estaba teniendo un orgasmo brutal.
―Te voy a cabalgar como nunca lo ha hecho nadie.
―Siii, siii, no pares.
―Ahhh, joder como entraaa!!!
Los saltos que daba eran increíbles, recuerdo que en uno de ellos saltó tanto que se me salió de su coño y al caer le entro tan de golpe que le provocó un orgasmo bestial.
―Aaaahhh! Me corro, sácala, no debo hacerlo dentro.
―Siii venga, córrete en mi coño abierto
―Tírame tu leche sobre mi raja.
―No debo.
―Tranquilo que no estoy en días de peligro, Correteee en mi raja.
―Ah! si toma mi leche hermanita.
―Ahhh que gusto, restriégalo sobre ella con tu polla, tu rabo, tu estaca.
―Joder que viciosa eres, como me pone oírte hablar así.
―¿Te gusta?
―Si me pone.
―Pues venga, restriega tu leche por mi coño con tu rabo, empújala hacia dentro
―Siii, ahora sobre mi clítoris, si frótalo con tu rabo, ahhh
―Ufff, ah, que gusto, vas a hacer que me corra otra vez sin metértela.
―Eso siii córrete otra vez sobre mi coño, déjamela que te la chupe hasta que te venga.
―Si chupa, chupa, ahhh, me viene otra vez.
―Vamos córrete otra vez en mi raja. Siii
―Tomaa mi lecheee
―Ahhh, siii
―Ahhh que gusto, venga restriégala por mi raja vamos mas que no se escape ni una gota.
―Vamos empújala para dentro con tu polla, me encanta sentir el semen junto con tu polla por mi coño.
―Ahhhh. Eres insaciable.
―Pues aun te quedan cosas que hacer, porque lo quiero probar todo hoy, todo, todo.
―Sí, que más quieres.
―Je, je, fóllame las tetas, venga.
―Joder con mi hermanita, toma mi polla, chúpamela que se ponga dura otra vez.
―Si dame tu polla que te la chupe, uf, si
―Mira cómo crece.
―Joder hermanita como me pones, me podría correr cincuenta veces que aun conseguirías levantármela.
―Si! Ahora fóllame las tetas.
―Toma apriétala entre ellas.
―Chúpame la punta también.
―Si te la chupo, te la chupo.
―Uf que gusto.
―Vamos frótame el clítoris con tus manos mientras, que yo me encargo de tu polla.
―Siii. Es fantástico, que tetazas tienes, como me entierras la polla entre ellas.
―Ahora viene lo mejor.
Ahora sí que me dejó flipado. Se separa de mi, se pone boca abajo con un almohadón debajo del abdomen y me dice:
―Fóllame el culo!!!
―Estas segura que quieres que te encule.
―Siiiii, estoy más salida que una perra en celo.
―Espérate, puedo hacer daño si no te lubrico el agujero.
―Toma el semen que me chorra por el coño y restriégalo por el agujero.
―Ufff, que gusto, empuja con los dedos por el agujero.
―Toma dedo, toma dedo.
―Y ahora lo que no es dedo.
―Siii despacito, arggg!!!
―Ah, siii, empujaaa despacítooo, que gusto!
―Joder que culo, uf como me pone.
―Si bombea, bombea.
―Me vengo!!!
―No la saques, córrete en mi culo!
―Siiii, me corro!!!
―AH, que gusto!
―Genial.
―No la saques todavía, quiero sentirla más tiempo dentro de mi culo.
―Seguro.
―Si, produce un placer muy curioso, déjala hasta que se afloje.
―Pues a mi se me está empalmando otra vez con esto de dejarla dentro.
―Ya lo veo, si que es genial sentirla crecer dentro de mi culo.
―Vamos, vamos, que te empujo otra vez.
―Si Si Si, empuja de nuevo, que energía hermanito, que energía.
―Tú eres la que me provoca esta energía.
―Venga que te quiero follar el coño de nuevo.
―Fóllame lo que quieras, soy toda tuya, todos mis agujeros y poros de mi piel serán tuyos cuando quieras.
―Toma polla, toma.
―Si, si, si, sácala y métela muchas veces, me encanta cuando me abres el coño con tu rabo.
―Me encanta sentirla penetrar.
―No puedo más, hermanita, me corro!
―Sácala, sácala y córrete en mi cara, quiero sentir tu leche por mi rostro.
―Toma leche, toma leche.
―Restriégala por mi cara con tu polla.
―Si toma restregón. Abre la boca que me quedan unas gotas en la punta.
―Si dámelas, delicioso.
―Venga, mételas en mi boca. Mételas.
―Genial. Esto ha sido demasiado, estoy agotado.
―Desde luego que ha sido fantástico, a partir de ahora te follaré y mamaré todo lo que pueda y más, vas a ser mi distracción preferida.
―Venga descansemos un rato, que esta noche vienen los papas.
―Vale pero déjame dejarla dentro de tu coño.
―Venga, si déjala dentro hasta que se te afloje del todo.
Pasadas dos horas me despertó una excitación bestial, era ella que me la estaba chupando.
―Joder hermanita eres insaciable.
―Comprende que hemos perdido mucho tiempo antes de llegar a esto, hemos de recuperarlo.
Desde ese día follamos casi a diario, pese a que cada uno tenemos nuestra pareja, pero el caso es que el morbo que nos produce follar entre hermanos hace más placenteras nuestras folladas, es más, si están nuestros padres por casa, en lugar de follar me la chupa un poco hasta que me corro. Cualquier lugar es bueno.
El otro día estaba toda la familia viendo la tele y me levanté a mear. Ella me siguió y tras mear me pegó una mamada que me hizo correrme enseguida, se limpió la boca y se fue de nuevo a seguir viendo la tele con mis padres.
Es fantástico tener una persona con quien realizarse sexualmente en tu propia casa.