Siempre he sido muy caliente, desde que descubrí que se sentía rico tocarme entre las piernas lo hago. Perdí mi virginidad a los 18 y ahora tengo 20 años, no he cogido con nadie en un año y no puedo más. Necesito volver a sentir que me metan toda la verga en mi puchita, que me hagan gemir y me digan lo puta que soy.
Este día había quedado con un amigo para irnos a coger, pero la lluvia hizo que no pudiera venir y se inundó (o eso me dijo) el camino por dónde tenía que pasar. Él me pone muy caliente, es alto, tiene una verga muy rica o eso pude sentir una vez que nos vimos cuando salía de mi trabajo.
Ahora estoy sola en mi habitación tocando mis pechos y apretando mis piernas para sentir rico en mi puchita, ya no pienso en él, ahora eres tú el que me está apretando las tetas y las chupas dejándolas llenas de tu saliva, tu mano está en mi vagina rozando encima de mi ropa interior.
Empiezo a gemir más fuerte cuando muerdes mis pezones sin contemplación, me dices que soy una zorra por gemir así. Te pones de pie y yo te la comienzo a chupar, tienes una verga muy rica, papi. Me tomas de cabello y empiezas a penetrarme mi boquita
—¿Te gusta, mi putita?
—Sí! Me encanta, papi.
Sigues haciéndolo hasta que te corres en mi boca y el semen que no alcancé a tragar se escurre por mi garganta y mis tetas…
Soy nueva escribiendo, ahora mismo acabo de tener un orgasmo haciendo este relato. Espero sea de su agrado, agradecería sus comentarios.
Besos.