¡Hola! Encantada de reencontrarnos con un nuevo relato. Les pido disculpas por publicar en dos veces, pero es necesario ponerlos en contexto.
Como les he dicho en algún relato, con mi marido optamos por fraccionar nuestras vacaciones, lo cual es posible en Uruguay. Teníamos yo 21 días de vacaciones y él 23, a disfrutar en 2024 ( cada 5 años en el trabajo se va sumando un día mas a los 20 originales, y solamente se cuenta de lunes a viernes, con lo cual todos tenemos muchas vacaciones comparados a otros países.
Nuestro remanente a gozar antes de fin de año era de 10 días para él y ocho para mí, con lo cual yo pude tomar desde un lunes (de hecho desde el viernes anterior a las 18 horas, hasta el miércoles de la semana siguiente).
La idea era disfrutar de algún día para nosotros solos y el resto también disfrutarlo entre nosotros pero atendiendo a amigos.
Por cierto, nos propusimos hacer algo diferente, tratando de divertirnos y de ser posible, sumar algún cliente.
Lo de sumar clientes viene porque en algunas de mis conversaciones telefónicas cada tres o cuatro días con el “Tiburón” de la industria farmacéutica, me informó y confirmó que en Argentina hay chicas de las redes que están obteniendo de 5 a 8 k por sus salidas (y otras famosas modelos o mediáticas, créase o no hasta 15k).
Nos fuimos a Punta del Este por pocos días, a hotel de lo mejor, para estar solos y no en la casa de sus padres o en el departamento de los míos.
Por supuesto, empaqué lo mejor de puti outfits y de mallas de baño, sin mezquinar prendas atrevidas.
Para prever situaciones que pudieran darse, tomamos habitaciones separadas. Yo una suite y Tom una habitación single, aunque no las obtuvimos en el mismo piso del hotel, Tom quedó en el piso superior. Tal como previsto, las dos primeras noches (del viernes al sábado y del sábado al domingo), fueron solamente para nosotros, ¡y vaya si las disfrutamos! Hicimos de todo, absolutamente, hasta le hice masajes prostáticos.
Por supuesto, no faltábamos de mañana y de tarde, a la piscina, con bastante concurrencia de gente, aunque falta mas de un mes para comenzar el verano.
Las noches las dedicamos a visitar el casino, (jugamos arriesgando muy poco), y ya en la noche del viernes al sábado, sábado a eso de la 1 a.m. había cosechado buenas miradas en mi circulación entre las mesas de ruleta, aclaro que decidimos ir siempre separados, “simulando que soy soltera”, para favorecer algún contacto y divertirnos. Esas miradas se prolongaron en los desayunos y almuerzos o cenas de días siguientes, y en cada ocasión en la cual estuve en la piscina o para la cena, siempre me vestí “provocadora pero contenida”, pues estábamos en un hotel.
A la segunda ida al casino, noche del sábado al domingo, de top escotado y minifalda con dos cortes frontales, uno sobre cada muslo, pero no escandaloso, ya un caballero me dedicó una linda sonrisa antes de seguir apostando junto a sus dos amigos que parecían acompañarlo.
Esa misma noche, sobre las 10 pm, abstraída mirando la mesa de ruleta en la cual había apostado “la fortuna” de 50 dólares (que perdí, obviamente), oigo que me llaman por mi nombre.
Sorprendida, miro a ver quien me hablaba, y veo a dos clientes de la firma en la cual trabajo. Uno es atendido por mí y el otro por un compañero mío. Ambos con sus esposas, de las cuales, sí conozco a la de mi cliente.
Saludos, me presentan a la esposa que no conocía, y se acerca Tommy, a quien presento a los cuatro. Cosas de las conversaciones, inevitablemente las damas nos pusimos a conversar de compras y del hotel, y ellos, un poco aparte, de fútbol y política, era inminente el balotaje electoral en nuestro país.
Según me dijo Tommy, mi cliente le expresó “con todo respeto lo felicito por la belleza de su esposa, que aquí está aún mas bella que en el trabajo, donde siempre es extremadamente seria”. Tommy le dijo que agradecía el cumplido, y que seguramente me gustaría oírlo en persona, pero “sin que su esposa lo oiga”. Y la respuesta fue que igual ni su esposa ni Tommy deberían preocuparse, “pues creo que tengo mas del doble de edad que Sofía”.
Tommy, que capta las situaciones al instante, aprovechó para responderle que “quizás sí debo preocuparme pues Sofía se siente muy a gusto con gente mayor por eso le sugerí que le diga en persona lo bien que la ve con este look”.
Retomamos el grupo poco después y nos separamos ya despidiéndonos, pues los dos matrimonios volvían el domingo a Montevideo y nosotros seguíamos de vacaciones, como ya les relaté. Serían algo así como las 11.45 pm cuando recibo en mi celular normal, no el putifono, una llamada del cliente en cuestión, pidiendo una reunión para revisión de sus inversiones para cuando yo me reintegrara de las vacaciones, al tiempo que me dijo que me felicitaba por lo linda y elegante que me había visto rato antes.
Atiné a decirle: “lo va a matar su esposa” a lo cual dijo: “estamos con mi amigo tomando un gin tonic en el bar, ellas se fueron a dormir”, dejé pasar la posible indirecta de ir a acompañarlos bebiendo.
Prometí consultar mi agenda y darle día y hora de reunión a la brevedad. En realidad, hice mi mejor esfuerzo de agenda para fijar reunión el mismo día en que volvería al trabajo… tengo fe en mi olfato para nuevos clientes…
El mismo domingo de mañana le propuse reunirnos el día de mi vuelta al trabajo, a las 17 (mi idea era continuar la reunión de trabajo en el café de mi confianza, je je). De inmediato respondió aceptando.
El domingo, en el desayuno volvimos a cruzarnos con los que me miraban en la piscina, y nueva sonrisa, a la cual respondí. Y mas tarde, en la piscina, traté de ubicarme en la zona en la cual los había visto el día anterior, y tuve suerte pues se ubicaron cerca de mí, aunque no al lado. Me puse un lindo bikini, moderado, de crochet, con parte trasera tipo “cola de ballena”, y la parte soutien reveladora pero no demasiado.
Lo suponía y ocurrió. Un rato después de llegar y verme, se acercó a hablarme. Obviamente, brasileño, (el idioma y la sunga, muy bien rellena por cierto) lo delataban, pero hacía esfuerzos por hablar en español, y yo respondí con mi mas que aceptable brasilero/portugués.
Se presentó, manifestó extrañeza por verme sola, a lo cual respondí que “sola, o algo así”, y me dijo que si podía invitarme a almorzar ese mismo mediodía de domingo.
Demoré unos segundos fingiendo dudar y acepté. Conversamos de cosas intrascendentes, y yo mientras, disimuladamente, miraba a Tommy, un poco mas lejos, que sonreía levemente.
Ya eran mas de las 11, nos citamos en uno de los restaurantes para la 1p.m. Y decidí ir a ducharme y “vestirme presentable”, dando pie a la respuesta obvia de que “estás mas que presentable”… Y entonces me agaché de espaldas a él a recoger mis cosas de la tumbona, je je.
Nos despedimos y me fui. Pequeño descanso con el aire acondicionado de la suite, ducha y preparativos. Además vino Tommy, concretamos planes y disfrutó eligiendo mi outfit y dándome consejos para el almuerzo.
Me preparé con unas preciosas sandalias negras de taco alto, tanga negra, palazzo negro y camisa blanca con soutien blanco de media copa, dos botones de la camisa, desprendidos, dejaban ver lo suficiente.
Bajé, me encontré con Sergio, así lo llamaré, fuera de uno de los varios restaurantes, y entramos.
Evidentemente estaba en plan de halagarme, se refirió a que agradable era conocerme, verme en la piscina, cruzarnos en el casino o en los desayunos etc. Puso énfasis en que lamentaba no haberme conocido en alguna playa de Brasil “luciendo un bikini mas pequeño”.
Le respondí que tenía colección de bikinis y mallas mas pequeñas que las que usaba allí, y “quizás tendrás oportunidad de verlas”…
Eso le interesó y preguntó si sería posible. Y mi respuesta, para intrigarlo fue que: “dependerá mas de tu esfuerzo que de mi voluntad” y desvié la conversación hacia saber que estaba haciendo en Punta del Este.
-Vine con dos amigos a jugar al casino, todos los años venimos en vuelos charter que vienen exclusivamente con gente que desea divertirse y jugar”.
-Que interesante, ¿y tus amigos son esos dos señores con quien te he visto?
-Exactamente.
-Los veo almorzando en otra mesa…
-Vinieron a cerciorarse de si lograba almorzar contigo y quizás tomarte una mano…
-¿Apostaron acerca de eso? Ja ja.
-Sí… ¿debo pedirte perdón?
-¡Para nada!
-Haré que ganes. Y ostensiblemente puse mi mano izquierda sobre su derecha, y con mi mano derecha, rápidamente, fotografié nuestras dos manos juntas.
Le di mi putifono y le dije que enviara la foto a sus amigos, como prueba de que les había ganado la apuesta. Lo hizo, me lo devolvió y yo envié la foto a Tommy. Obviamente, en primer plano de la foto, lucía mi anillo de casamiento. Y miré a Tommy, que almorzaba solo en el mismo restaurant, encantado al ver mis progresos con Sergio.
Sergio vio mi anillo de bodas, y me preguntó lo que yo deseaba que preguntara, para llevarlo a jugar a mi terreno:
-Pero… eres casada?
Y yo aproveché :
-Sí, lo soy, pero desde enero de este año mi esposo, a quien amo por sobre todo, me ha autorizado a tener ciertas libertades que yo estaba deseando…
-¿Libertades?
-Sí, soy economista, trabajo en una importante firma de consejería de inversiones, y él me ha autorizado algo que yo descubrí después de varios años de novios y de casados… ¡me encantan el sexo y el dinero!
-¿Como es eso? (Con cara de sorpresa).
-Pues muy sencillo, en mi tiempo libre, tengo derecho y su permiso para tener aventuras que me satisfagan al mas alto nivel, tanto en lo sexual como en lo económico.
-¡Asombroso! ¿Y no sufre de celos?
-Nooo… al contrario, suele verme y hasta participar.
-¡No puedo creerlo!
-Pues es la verdad, y si quieres te lo demostraré a ti, y también a tus amigos.
-¿Como lo demostrarías?
-Mencionaste que lamentabas no verme en la piscina en bikinis mas pequeños.
-Sí, así es.
-Que tal un desfile privado de bikinis, y podríamos sumar vestidos y lencería. Mi marido estaría presente, sin dudas. Ahora mismo nos mira…
-¿Y nos cobrarías? ¿En dónde se haría? Seguramente mis amigos irán también. ¡Más sabiendo que eres casada! Nos gustan las aventuras con casadas.
-Los invito al desfile, gratis… otros avances los discutiremos después del desfile. Y proseguí:
-Habrá condiciones especiales, y no te miento, costo muy alto. Si quieres puedes consultarlo o pensarlo.
-¡No resisto! ¡Se los comunicaré a ellos! ¿Puedo llamarlos para tomar café?
Ya habíamos terminado de almorzar, ¡y yo moría de ganas de desfilar para tres machos desconocidos!
Pedimos una mesa mas amplia para el café y por supuesto les presenté a Tommy. Los otros dos señores eran Carlos y Maurizio, sí con Z, suele darse en nombres brasileños.
Nos reunimos todos, llegó el café y continuamos la conversación:
Les contamos con cierto detalle como me inicié a comienzos de este año, primero con un hombre que no es mi marido, luego con lo que definimos como “amigos especiales generosos”, sin entrar en detalles.
Quedaron sorprendidos y gratamente impresionados de que una universitaria titulada trabajando en inversiones tenga amigos especiales, y simplemente tanto Tom como yo les explicamos que es un tema de cabeza, deseos, sensaciones (la sensación de que me paguen es inigualable, siento mi corazón acelerarse ¡y ni hablar de mi cuca!
A la segunda ronda de café, ya habíamos acordado hacer esa misma tarde el desfile, después de un par de horas de descanso. Y lo fijamos en mi suite.
A eso de las 5 y 30 p.m. Ya estaba yo lista, hablamos, por teléfono con Tom, le dije que llegara después que ellos, para recibirlos yo sola.
Y puntualmente ¿desesperados? llegaron los visitantes, y de inmediato el room service con una botella de champagne y cinco copas que ellos habían ordenado.
Los recibí con besos en la mejilla, y con mi vestido (casi casi vestido de buena suerte), el que es largo al piso, con pequeña “cola de sirena” y opaco, aunque escotado al frente y en la espalda, en la cual llega justo al fin de la misma. Por supuesto, no necesitaba tanga, y no puse soutien, para dejar que mis tetas se insinuaran libremente.
Tommy llamó a la puerta de la suite, fui a recibirlo, caminando de la manera mas insinuante, y al regresar, volvimos besándonos en forma ardiente.
Brindis con el champagne ordenado por nuestros invitados, y les pregunté si realmente querían el desfile en bikinis de playa, o si preferían vestidos y lencería.
Unánimemente pidieron vestidos y lencería, “dejando los bikinis de playa para otra ocasión” a lo cual sugerí que sería bueno lucir los bikinis en la playa naturista Chihuahua, que dijeron no conocer.
Conversamos un poco, traté en todo momento de inclinarme hacia adelante para ir mostrando buena parte de mis tetas.
Como pueden imaginarse, charlamos acerca de mostrarles un poco de la ropa y lencería que suelo lucir para mis amigos, y que “mas tarde conversaríamos, si les interesaba”, sobre las condiciones de posibles encuentros.
Me retiré y comencé el desfile para tratar de atraerlos, a lo cual parecían predispuestos, ja ja.
Primero, les desfilé una evolución del vestido serio con que los había recibido.
Mismo modelo, pero con el frente del torso en tul semi transparente, y la parte trasera, en el mismo tul semi transparente negro, que ya dejaba vislumbrar la totalidad del culo sin mostrarlo totalmente. Ni soutien ni tanga.
Les encantó, no solamente el vestido y lo que mostré, sino también el formato de desfile con dos pasadas frente a ellos, giros, para que me vieran de adelante y de atrás y luego sentarme un par de minutos con ellos para que me comentaran su parecer.
Llegó el momento de cambiarme, y fui al baño a ponerme el siguiente “vestido”: volví a utilizar un vestido mini, totalmente de tiras elastizadas, de sex shop. Negro, tiras horizontales separadas mas o menos un centímetro una de otra. Una “desnudez vestida” podría decir, aunque llega desde los hombros hasta medio muslo. Cero lencería. Casi todo se veía y se disimulaba a penas.
Aquí el entusiasmo fue mayor, con silbidos de admiración. Para no provocarlos demasiado, no me senté con ellos sino que pasé tres veces, lentamente. Y me fui a cambiar nuevamente de indumentaria y de onda.
Opté por uno de los varios conjuntos traídos por compra vía internet.
Calcé sandalias doradas, compradas aquí en este caso, y el conjunto.
Saben que me encanta el metalizado dorado, en este caso todo era en tela metalizada dorada.
Como top, un rectángulo horizontal , sostenido sobre las tetas por un cordón al cuello y uno alrededor del torso, cubriendo no mas de, digamos el 40% de mis tetas, que se movían con obvia libertad.
A la altura de la cadera, un hilo horizontal actúa de cinturón, y de él cuelgan dos rectángulos de tela uno delantero y uno trasero. El delantero, muy angosto, cubre una tira delante de mi concha. El trasero, algo mas ancho, cubre exactamente la raya del culo. Pero todo eso es estando parada y quieta. Se imaginan, al caminar y girar, ambos se mueven o casi vuelan, dejando ver todo por unos instantes.
“Gosto do cú” dijo uno de ellos a quien no identifiqué.
Esta vez sí me senté con ellos y hasta permití algún pequeño toque a las tetas por encima de la tela, antes de irme a preparar la penúltima pasada.
Tocaba esta vez, en homenaje a la piscina donde me conocieron, una “malla de baño” de esas muy especiales.
Para impactar, color amarillo limón. Mínimo triángulo tapando apenas la concha, angosto, dejando ver los costados pero sin meterse en los labios. De la base del triangulo (esta descripción la conocen ya de otras que tengo) suben dos hilos que frente a las tetas se transforman cada uno en un óvalo que tapa areola y pezón, luego vuelven a ser hilos que se anudan en la nuca.
Hacia atrás, un simple hilo que emerge de la raja del culo y sube a atarse al nudo en la nuca.
Como previsión, pegué trozos de cinta de doble faz adhesiva para que no me quedaran las tetas totalmente al aire al moverme, quería hacerlos volar de deseos! No lo dudé, les desfilé mas cerca que nunca, creo que pasé cuatro veces frente a ellos. Me esforcé en mostrarles particularmente el culo y mover las tetas, mostrando lo firmes que son.
No escatimaron elogios, y me pidieron que me sentara con ellos, a lo cual simplemente respondí que me sentaría con ellos en breve, después de mi última pasada.
-¿Una pasada mas? ¿Veremos algo todavía mejor?
-¡Haré mi mejor esfuerzo! Ja ja.
Dudaba entre ponerme lencería de novia u otra alternativa, y finalmente me decidí por la alternativa: Culotte de encaje y soutien media copa, también de encaje, y por encima, bata blanca, transparente, todo acompañado de zapatos stilettos blancos. No mostraba casi nada, mas que mis (lindas ja ja) piernas, pero era ropa perfecta para que Tommy me la quitara delante de ellos potenciando al máximo el efecto “Marido que entrega a su mujer” entré caminando provocadora… solamente hubo un “Ohhh” cercano a la decepción.
Pasé frente a ellos, una vez… dos veces… y dije:
-Amor, noto a los amigos un poco decepcionados… quizás quieren ver mas.
-Eso mismo pienso yo, ¿te parece complacerlos? Y se paró detrás de mi como otras veces. Es un juego que dominamos muy bien.
Los visitantes fijaron su atención en lo que iba a ocurrir, esperanzados.
Maurizio atinó a decir que “aún no hemos coordinado precios”, y rápidamente respondí que “esto es gratis, los precios los conversaremos después” y así quedamos, con mi ventaja parcial, pues deseaba negociar precios desnuda y mientras me tenían entre ellos, una mujer nunca pierde en esas condiciones.
Tom me desató la bata, muy lentamente, y como siempre, moviendo los hombros la hice caer al piso. “Mmm” oí murmurar a Sergio.
Lo siguiente, casi en cámara lenta, fue el soutien. Me lo desprendió. Lo dejó caer al piso, y poniéndonos a mínima distancia de ellos, por primera vez les dejó ver mis tetas en su plena desnudez. Por mi parte, de inmediato las moví a los costados para que apreciaran su firmeza, Tommy colocó sus manos debajo como para que apreciaran bien su forma cónica y después me las apretó de costado, resaltando aún mas los pezones, que ya estaban duros de mi calentura contenida.
Solamente restaba el culotte. Y a sacármelo se dedicó Tommy. Me puso de espaldas a ellos, lo bajó de a poco, con ambas manos acariciando mis glúteos y algún dedo ocasionalmente se metía y acariciaba la raja del culo. Al terminar de bajarlo ( ustedes ya lo saben ¡ja ja!) me agaché en una reverencia, mostrándoles mis intimidades por el lado de atrás, luego me giré y los dejé contemplarme por primera vez de frente y totalmente desnuda. Los dos conos de mis tetas bien duros y erguidos, los pezones como piedra, la conchita, una línea perfecta, que yo había perfumado con aroma a jazmín.
Las manos de los brasileros se dirigieron a mí, los dejé hacerme algunas caricias, y me alejé un poco.
-¿No creen que deberíamos hablar ciertos temas antes? Le dije entre risas, para no tensionar la inminente negociación. Y me acerqué a sentarme entre ellos, comencé a besar a Sergio… luego les dije los precios premium… 5k… y los dejaba tocarme, mientras me besaba con los tres. Al mismo tiempo Tommy me decía no con todos amor, te van a lastimar! (para tensar la cuerda)
Y yo insistía que a cinco k (cada uno, obvio) podría con ellos, con gusto.
Les ahorraré detalles, utilicé el argumento de que venían a un hotel de lujo a jugar en el casino, etc. etc.
Hasta que uno de ellos, Carlos, abrió la puerta definitiva, pues allí los convencí del todo: “¿pero que tiempo sería, una o dos horas, y que cosas haríamos?”
Y ahí jugué mis mejores cartas:
-Sin límite de tiempo, de verdad… dos o tres horas, o seis, o toda una noche, como quieran. Pueden venir juntos o separados. ¡Lo importante es que vengan con ganas y bien cargados!
-¡Para dejar todo en la camisinha, da lo mismo!
(Camisinha es condón, profiláctico o preservativo, como quieran decir).
-¿Y quién habla de camisinha? ¡Es algo que no soporto, me gusta sentir el líquido del amor bien dentro de mí!
-¿Dices la verdad?
-Si hay garantías lo haremos así.
Ahí terminó la resistencia y la negociación. Hubo pequeños detalles adicionales, Tommy debería estar presente, (ese morbo hemos aprendido que no falla), deberé entregarles la cola si lo piden, (¡bienvenidos!), debería aceptar alguna doble penetración¡ (¡cuando quieran!). Por nuestro lado sugerimos que al día siguiente, lunes, podrían ir temprano al laboratorio XX de Maldonado y que seguramente los análisis de HIV y VDRL estarían listos a la tarde. En el momento les mostramos nuestros análisis de reconocido laboratorio de Montevideo. Y debo reconocer que como siempre esto de los análisis es un punto fuerte en el diálogo con los posibles nuevos “amigos”.
No se lo esperan, les encanta (antes de concretar) la posibilidad de hacerlo al natural, y ni hablar la fascinación que experimentan al momento de hacerlo, ¡fascinación que desde luego comparto!
Como adelanto, me recosté desnuda sobre las piernas de ellos, sentados en el sofá de la suite. Uno tenía la posibilidad de besarme, otro lamia mis tetas y el tercero no paraba de acariciarme el culo, aunque lo detuve cuando quiso meterme un dedo al esfínter.
Fueron solamente dos o tres minutos, pero estar sobre sus piernas me permitió valorar la evidente dureza de sus vergas, aunque no les pedí verlas.
El lunes en la mañana no los vimos en la piscina hasta el mediodía, obviamente habían concurrido al laboratorio a hacerse los análisis. Llegaron sobre las 11 am. Conversamos un poco y Tommy y yo nos retiramos a descansar. Les habían prometido los resultados sobre las 17.
Descansando con Tommy, a eso de las 4 pm recibí un mensaje que me llenó de felicidad. Era del laboratorio de genética, y nuestro médico nos comunicaba que los análisis demostraban que ni papá ni yo teníamos genes recesivos, o como se llamen. Lógicamente eso nos abre la puerta a que a fin de 2025 puedan participar mis tres hombres para fecundarme (Tommy, su papá y mi papá). Decidimos no decírselo a mi papá hasta no volver a Montevideo, para festejar a gusto, en casa o en el campo.
Hasta aquí, por extensión llega esta primera parte del relato como prosti VEP (Very Expensive Prostitute, ja ja) relato y lo publicaré ya, prometiéndoles toda la acción con los brasileños en el próximo relato en un par de días.
Sé que muchos siguen mi historia con papá. Ya volvimos a Montevideo y les aseguro que el nuevo encuentro, con la noticia de no tener problemas de genérica, fue tremendo. Será para relatárselos cuando termine con lo de VEP je je.
Besos.
Gracias Antonio! Ya mañana o pasado, publicaré la segunda parte, con los tres brasileños. Ufff fue tremendo.
Te mando un beso grande.
Como siempre bella dama es un placer leer tus excitantes relatos, como siempre besos es esa rica panocha