Era el cumpleaños número 25 de mi mejor amiga, la amañada no quería hacer ninguna cosa, ya que estaba con depresión pre-cumpleaños, creo que todos al llegar a una cierta edad ya queremos congelar el tiempo. Comenzamos a organizar una fiesta sorpresa, sabiendo que quizás nos cortaría en pedacitos, pero quisimos correr el riesgo.
Ya se acercaba la hora del show, me toco a mí la difícil misión de entretenerla mientras terminaban los últimos detalles, inventado un problema para que pudiera quedarse conmigo el tiempo necesario; en eso me entra un mensaje y era la señal que ya debíamos ir a su departamento que estaba todo listo… “ya hueona, me dio frio y hambre, vamos a tu casa que queda más cerca y tomamos tecito, y seguimos cahuineando”- nos dispusimos a caminar y yo me reía sola, imaginándome su cara al ver a sus amigos y familiares más cercanos ahí en su casa, y queriendo matarnos a todos -“ah, por fin llegamos-” exclamo y al encender las luces escucha “¡Sorpresa…!”; estaba ahí en shock, no hacía nada y todos nos abalanzamos sobre ella dando abrazos y besos, creo que en ese minuto me odio de lo más profundo de sus entrañas ya que la organizadora de todo había sido yo.
Después de un rato ya insertada totalmente en la fiesta, compartiendo, bebiendo, riendo y pasándolo divertido, se me acerca media ebria y se cuelga de mi cuello -“puta amiga, soy la raja, igual hiciste una huea pa mi sabiendo que andaba con los monos”- “y como no, si eres como mi hermana, como iba a dejar pasar tu día mensa”- pasaron las horas y se hizo tarde, la gente comenzó a despedirse y solo quedamos mi amiga, su novio, su hermana y yo; yo estaba media ebria para manejar así que me quede en el departamento, mi amiga se fue a la recamara con su novio y a mí me toco dormir con su hermana mayor, como no iba preparada para alojar en otra casa y ya los ánimos estaban distorsionados solo me acosté con ropa interior.
Estaba ahí raja, cuando siento que se acuesta Susan, la hermana de mi amiga, se acomoda y me abraza…, no paso mucho tiempo cuando comienzo a sentir que sus manos que se cobijaban en mis pechos, estrujándolos, como estaba en otra dimensión aun , no entendía muy bien lo que estaba sucediendo, me acariciaba la espalda e iba bajando con sus manos hasta que llego a mi culo, lo sobaba y daba de apretones, cuando los fue acompañando de besos en mis hombros… -“que huea te pasa loca?, déjame el poto tranquilo. A mí no me gustan las minas, a mí me gusta el pico”, “no es necesario que te gusten las minas pa ’que lo pasemos rico un ratito poh” “tay loca…” no alcance a terminar mi fundamento cuando siento que me corre el calzón, y me introduce sus dedos en mi vagina, mientras que con la otra mano, se posaba en mi clítoris, por encima de la ropa interior, comenzó un baile fabuloso con sus dedos, mientras que yo me resistía a tal situación, sin negar que en el fondo me gustaba lo que estaba haciendo, “oye loca, para la huea…” ya si pa’ que, si igual te gusta, o si no, no te mojarías… mira prometo que lo vas a pasar rico y esto quedara entre nosotras”.
Me mueve un poco y se acomoda sobre mí, comienza a acariciar mi pelo, y a besar muy delicadamente, no sé si fue el trago, la excitación o calentura, pero ya estando es esa postura, decidí dejarme llevar y debo confesar que fue una experiencia deliciosamente memorable.
Estábamos ahí, ella encima de mí, besándome y acariciando, bajando lentamente con suaves besos que rosaban mi piel, llegando a mi montes de venus, saco su legua y la estiro abarcando mi clítoris, su aliento caliente y la humedad, traspasaba la tela de mi calzón, dando pequeñas vibraciones, que estimulaban exquisitamente, comenzó a morder mis labios vaginales, estirando el calzón hacia abajo para quedar sin él, se introdujo en mi entrepierna, saboreando mágicamente mientras estiraba las manos para alcanzar mis pechos y piñizcar suavemente mis pezones, debo decir que la señorita chupaba como los dioses, más aun cuando se estira al velador, abre el cajón y saca de él un vibrador, me tenía vuelta loca, penetrando con sus dedos y con esa cosa que vibraba en mi húmedo clítoris que se erectaba a tal estimulación.. ”mira maraca, como te escurres”… me decía mientras absorbía cada jugo de mi vagina, “date la vuelta”, exclamo y así lo hice, me coloque en cuatro con la cabeza apoyada en la cama y todo mi culo expuesto para ella.
Me comenzó a penetrar con el vibrador mientras lamia mi culo y mi zona anal y yo por debajo pasaba mi mano para masturbarme…”Ahhh conshesumadre, que esta rica tu zorra, jugosita y caliente”- yo vuelta loca –hueona no aguanto, me voy… ahhhw… por la puta madre… ohhh!!!- explote literalmente, mientras que ella no dejaba rastro alguno de mi clímax, bebiendo cada gota que escurrí en ese momento.
Caí rendida en la cama, me tiritaban las piernas, a tal ataque a mi vagina, aun no lograba recuperarme, cuando me habla… Estaba ahí abierta de piernas, masturbándose para mí, su vagina con labios gordos y rosados, ningún vello asomaba su piel, me invitaba a saborearlo, y así lo hice… y la verdad, a pesar de toda la locura, estuvo bien buena la fiesta de cumpleaños, con tortillas incluidas…