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Cornudo sumiso
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Mi nombre es Juan y soy de Madrid. Esta historia ocurrió con mi esposa Carol el día de mi cumpleaños. Soy un hombre alto de buen ver de 24 años, mi esposa de mi edad, mide 1.62, con un culazo de ensueño y unas piernas blancas que atraen las miradas de cualquier hombre. Siempre he tenido la fantasía de ver a mi esposa follar con otro tío y de hacer un trio con ella, pero cada vez que se lo propongo ella se molesta ya que dice que no necesita de nadie más para satisfacerse, por lo cual me paso mis tiempos libres viendo porno y leyendo relatos de esta revista.

Todo comenzó un día antes de mi cumpleaños el cual había llegado por la noche del trabajo, bastante cansado y fastidiado, tome una ducha y me tiré a la cama quedando totalmente dormido, al entrar mi esposa a la habitación se desnudó y me pidió sexo, pero entre sueño le contesté que era demasiado tarde y estaba derrotado, ella molesta se tiró a lado mío quedándose despierta pensando, en cuanto al cabo del tiempo tomo la iniciativa de bajarme los pantalones cuidando de no despertarme. Al cabo empezó a hacerme una mamada de ensueño la cual me hizo despertar en pocos segundos. Al notarme ya despierto y dispuesto a penetrarla me detuvo diciendo con una seña

-shhh… Que has preferido dormir y en este instante solo busco mi satisfacción así es que duerme mientras yo te follo.

Cosa que me dejó atónito pero encantado de disfrutar como cabalgaba mi polla mientras soltaba gemidos increíbles de su boca. Apretándome de las manos y con una almohada en la cara me sujetaba diciéndome -calma mi amor y no te corras que ahora eres mi juguete sexual y no te voy a dejar correrte hasta que yo me haya venido, diciendo esto a los pocos minutos empezó a cabalgarme con mayor frenesí soltando gemidos por todo el lugar y llenado me la polla con una salvaje corrida.

Ya satisfecha y cansada se sacó la polla de su empapado coño y se tiró al lado mío sin decir una palabra y sin ponerse ropa alguna.

Aquella escena me dejó bastante caliente y con ganas de llenarle ese rico coño con toda mi leche, la tomé así como estaba y ni corto ni perezoso de un solo golpe se la metí por el coño lo cual provocó un profundo y largo gemido seguido por un grito

-¡¡qué coño haces cabrón no te he dicho que solo quería utilizarte, anda ya a dormir que ya es tarde!!

-calla que ahora es mi turno de correrme y usar tu cuerpo a mi disposición.

Escuchar eso la hizo levantarse de la cama tratando de disimular su coño mojado aun escurriendo de su corrida y las ganas que tenía de ser penetrada a fondo.

Tome sus bragas del suelo y las utilice para vendarle los ojos a lo cual ella contesto

-¡qué haces! A caso quieres que me imaginé otra polla mientras me follas.

A lo cual respondí sorprendido

-acaso ahora si quieres que alguien más te folle, ¡vaya puta!

-pues si eso deseas eso hare

Aquellas palabras me pusieron a tope follándola con ganas provocándole múltiples orgasmos seguidos de fuertes gemidos de placer que estremecía la habitación, al terminar dentro de su apretado coño rosado me salí de inmediato y comencé a comerle el coño lamento toda su entrepierna guardándome mi propia leche en la boca para terminar con un caliente beso para compartirle mi corrida.

Es noche todo término ahí y nadie dijo nada ni tocamos tema alguno.

Al día siguiente, platicando en las redes por el móvil le mandé fotos de mi polla diciéndole que en la noche le esperaba una buena descarga de mi leche ya que estaba a tope, a lo que me contestó si en verdad quería verla follar con otro tío, al lo cual le confirme con fotos de una corrida abundante.

Al llegar a casa ella me estaba esperando vestida muy ardiente, llevaba una minifalda de piel muy pegada que resaltaba todo ese enorme y jugoso culo característico de ella, adornando sus piernas unas mallas de red que le llegaban a medio muslo con un liguero negro que daba ganas de quitárselo a mordidas, tenía una ombliguera roja sin brasier que marcaba sus pezones que se ponían cada vez más duros con el frío de la noche, la polla se me puso dura como una roca que parecía que rompería el pantalón ya que sabía cómo explotar su cuerpazo vestida de tal manera que parece prostituta que me vuelve loco.

Me dijo con una sonrisa pintada con un labial rojo profundo muy picante sube al coche que yo conduzco, te tengo una sorpresa de cumpleaños que te va a encantar.

Al abrirle la puerta del coche me quedé helado y casi me corro dentro del pantalón, pues no traía bragas y al agacharse se le veía toda la rajita que se había depilado completamente para la ocasión sin dejar nada a la imaginación. Condujo a unos cuantos kilómetros a las afueras de la ciudad a un bar bastante alejado de casa.

Al llegar justo bajando del coche la belleza de mi esposa era tal con aquella vestimenta que muchos hombres se le quedaban mirando casi cayéndoseles la baba.

Entramos al bar y comenzamos con unos chupitos para calentar la noche, cosa rara en mi mujer ya que el alcohol no es lo suyo, comenzamos a bailar en la pista en la cual había bastantes parejas y varios tipejos restregando sus paquetes en las mujeres cada que se presentaba la oportunidad.

Comencé a observar como un tipo alto, bastante fuerte, rubio comenzaba a acercarse cada vez más a mi esposa la cuál ella correspondía restregándole las nalgas cada que se acercaba, al poco tiempo me abrazo y comencé a besarla y aprovechando el humo y la multitud empecé a meter mano por debajo de su falda metiendo mis dedos por su coño que por los roces con el bailarín de a lado ya estaba a punto para recibir mi polla sin si quiera hacer previa. Lentamente se acercó y besando mi cuello me dijo al oído.

-no te muevas que ya vuelvo, voy al tocador.

Asentí con la cabeza y me dirigí a la barra a tomar un trago mirando como caminaba entre la gente recibiendo todo tipo de miradas y siendo manoseada cada vez que podían. Note como aquel hombre que se estaba manoseando a mi esposa hacia unos minutos me perdió de vista y se dirigió al baño donde entro mi mujer. Después de 10 minutos de espera, note como mi mujer salía del baño desacomoda, lentamente se acercó a mi y se sentó a mi lado, con discreción metió su mano en su falda pasando sus dedos por su coño y empapado por sus dulces jugos y por una corrida abundante que escurría lentamente por sus muslos metió sus dedos en mi boca y me dijo

-toma cabrón, que ya sé que te gusta tragar leche.

Lo cual me cabreo bastante al imaginarla follando con el otro tío en el baño, pero gustoso y bastante excitado limpie todos los jugos de sus dedos y le dije que nos fuéramos del bar que quería vaciar mis huevos en su linda carita, con morbo me miró y me dijo calma cornudo mío que ya tengo planeado todo, la mire bastante sorprendido mientras ella pedía una botella de whisky al mesero. Me tomo del brazo sacándome a tirones del bar, al llegar al coche me vendo los ojos y me hizo subirme en el maletero lo cual me extraño bastante pero era tal mi excitación que acepte, a los pocos minutos escuché extrañado como se cerraban ambas puertas del coche, en seguida puso música bastante fuerte y comenzó a conducir.

A los pocos minutos se detuvo y bajo para sacarme de mi encierro, sin quitarme la venda de los ojos comenzó a bajarme los pantalones y se metió toda mi polla que estaba dura tras esa escena en el bar y comenzó a darme una mamada que me hizo correrme casi enseguida, mientras escuchaba como se quitaba la ropa escuché como un cinturón caía al suelo cerca de nosotros, ella comenzó a lanzar gemidos al unísono mientras limpiaba toda mi corrida de mi polla dejándola completamente limpia, el poco tiempo se retiró de mi y me dijo que me retirará la venda de los ojos, lo que vi me dejó helado, frente a mi estaba mi esposa a gatas recibiendo la polla erecta del tío que se la había follado en el bar y me dijo con bastante morbo en su mirada y una sonrisa burlona.

– está es tu sorpresa cariño ya puedes cumplir tu fantasía de verme follar con otro tío frente a ti.

Sin saber decir nada y sin moverme seguí viendo aquella escena de mi esposa gritando de placer como una loca mientras era penetrada frente a mi. Al poco tiempo ella le dijo que se retirara, abrió la puerta trasera del coche y me tumbó de espaldas sobre el asiento y dijo:

-quiero me llenen mis dos agujeros con su leche.

Me dio a mi el placer de follármela por el ano, cosa que nunca me había permitido lo cual era notorio de su grande excitación, el otro tío se acercó y me dejó con la boca abierta pues aquel miembro suyo era más grande y más grueso que el mío, se acercó a ella y comenzó a bombearla con bastante fuerza permitiéndome sentir como se movía aquel elemento dentro de ella tras la tremenda doble penetración que le estábamos dando.

Cuando le dije que estaba a punto de correrme ella retiro al otro tío de su coño y metió mi polla por su rajita mientras le hacía señas a el otro tío de meterla también lo cual fue bastante difícil, al lograr meterse las dos pollas por su coño soltó un grito de dolor el cual poco a poco se fue desvaneciendo haciéndola correrse varias veces en esa posición, yo ya estaba que no aguantaba ni un segundo más y me vine dentro de ella, el otro tío no aguanto pocos minutos después de mi y nos corrimos ambos dentro de ella casi al mismo tiempo, bastante cansado se retiró de su coño y ella se levantó de mi, note como escurrían varios chorros abundantes de semen de su abierto coño a lo cual me hizo señas diciéndome, -ven acércate que te he preparado un rico licuado de semen solo para ti mi cornudo amado-, limpie hasta la última gota de nuestras corridas de su rosado coño.

Los tres ya vestidos subimos al carro y nos retiramos de aquel sitio, que sin darnos cuenta habían varios espectadores grabando nos desde sus autos ya que estábamos en el estacionamiento de una gasolinera en una carretera poco transitada.

Al llegar de nuevo al bar nos despedimos de aquel tío de la polla grande y mi esposa le dio un apasionado y largo beso y le dijo que cuando necesitará le iba a llamar para darnos más placer de nuevo, ambos nos fuimos de inmediato a casa y sin decir ni una palabra, al llegar me sonrió me abrasó y me dijo, vaya buena fantasía la tuya feliz cumpleaños.

Hemos quedado los tres varias veces después de esa ocasión, y hemos contactado más parejas para intercambiar, pero eso será. Asunto de otro relato. Saludos.

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