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Sexo anal entre burbujas
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Tiempo de lectura: 6 minutos

En cierta ocasión, y como tantos otros, atravesé una ruptura con una pareja, después de bastantes años de relación. Esto hizo que, de repente, me convirtiera en el típico solterón treintañero, con un buen trabajo, buena casa, etc., por lo que noté como ciertas amigas de mi entorno laboral y de amistad me prestaban más atención. Tal era el caso de Ángela, una chica muy voluptuosa, metida en carnes, pero de muy buen ver. Personalmente siempre me he sentido atraído por las mujeres con curvas y carnes, nunca me gustaron las tremendamente delgadas.

Ángela mide 1,70, y pesará casi 90 k, con unos pechos talla 120, pero muy firmes. Tiene un hijo de 10 años, y tenía pareja, pero no era el padre de su hijo. En aquellos día atravesaba también horas bajas con su pareja, por lo que una noche que estábamos una reunión de amigos en mi casa, ella, que no tenía coche, dependía de que una amiga común la llevara a casa en el suyo. Pero esta amiga -Isabel- estaba un poco bebida, y me preguntó si me importaba que se quedara a dormir, a lo cual -por supuesto- accedí. La verdad es que Isabel, estaba buenísima, y siempre fue inspiración de imaginaciones sexuales. Me inspiraba en alguna que otra paja a su salud. Así es que la idea de que Isa durmiera en mi casa, ya me ponía la poya tiesa solo de pensarlo (Isa estaba casada, pero su marido era un capullo integral que nunca estuvo a su altura).

Así es que Ángela no tenía cómo volver, y le dije que se esperase a que a nuestra amiga se le pasase un poco el pedal, o bien que se quedara también a dormir, y aceptó.

Cuando todos marcharon, y quedamos nosotros tres, nos tomamos otra copa en el salón, mientras veíamos un poco de Tv, con el sonido quitado, y escuchando música. Hábilmente, yo saltaba al canal porno del cable, y las chicas sonreían. No sé en qué momento, Ángela quiso ir al servicio, y le indiqué el de mi habitación. A los pocos segundos la escuché hablándome en voz alta ”killooo, no sabía que tenías Yacuzzi!!!”

Me preguntó si podía darse un baño, fue entonces que le dije que si, pero con la condición de que me dejara bañarme con ella, y entre risas me dijo que ni por asomo! La cuestión es que la dejé tranquila, que se metiera en la bañera.

Me quedé con la otra amiga –Isa- charlando, cuando escuché el motor de las burbujas. Miré a mi amiga Isabel (la que estaba bebida), y le dije, Isa, tía, vamos a meternos con Ángela en la bañera, que cabemos los tres. Isa se reía, con el pedal que llevaba, y creo que lo estaba considerando seriamente, pero decía que no. Seguía escuchando el motor del hidromasaje, me levanté y dejé a Isa sola viendo la Tv, me desnudé y sin previo aviso, me metí corriendo en la bañera sin darle tiempo a protestar. Al principio la situación era violenta y ella se tapaba como podía, pero entre burbujas y chapoteos, conseguí acercar mi mano a su entrepierna, y ella ya no podía dominar la situación, ni la excitación, y en ese momento supe que íbamos a tener la follada de nuestra vida.

Con las risas, grité a Isabel que se viniera con nosotros, y apareció por la puerta y se quedó perpleja de vernos a los dos en bolas, metidos en el agua. Empezó a pasar por mi cabeza la idea de que aquello degeneraba en trio, y no paraba de invitar a Isabel a que se desnudara y se metiera con Ángela y conmigo en la bañera, (aprovechándome de su pequeña tranca), pero lo único que conseguí, es que me enseñara una teta descomunal (hacia poco que se había puesto implantes de silicona, y le gustaba presumir y enseñarlas), pero poco más. En seguida se marchó de nuevo al sofá a seguir viendo tele.

Ángela y yo nos quedamos solos, con el agua y las burbujas, así es que no esperé más y acerqué mi mano a su coño, y pese a estar debajo del agua, estaba tremendamente resbaladizo y lubricado por sus jugos, por lo que hábilmente procedía a masturbarla bajo el agua, mientras que me acerqué a darle un beso profundo y suave de lengua, que ella correspondía súper excitada. De repente se incorporó, y buscó mi polla, y se puso a darme una sabrosa mamada, No me lo esperaba tan pronto. Debía estar muy cachonda; Se metía mi polla hasta la garganta, mientras succionaba y me daba lengüetazos en la punta, era una experta mamadora… Nunca había estado con una tía que se tragara entera toda mi polla, mientras hacía movimientos de succión, en el agua, entre burbujas; que punto y que gusto.

Era una postura un poco difícil e incómoda, pero yo me las arreglaba para meter la mano por donde podía y la masturbaba mientras ella me la mamaba. De repente, sentí que me corría a lo bestia, No la avisé, ni pretendía que se sacara la poya de la boca, así es que la sujeté por la nuca, y le clavé bien la polla hasta la garganta, ella se dio cuenta, y en lugar de rechazarlo, se puso a mamar con más fuerza, en plan glotona, haciendo ruidos, y en eso que le dije: meee… corrrooo… aaaahhh mientras la seguía bombeando… Me seguía corriendo entre espasmos, y del calentón, la poya ni se inmutó; seguía lista para el trajín. Ella pareció sorprenderse por eso, y me dijo que me sentara en un pequeño sillón de la bañera. Se puso a horcajadas sobre mí y se folló ella sola, hasta los huevos, mientras me puso las tetazas a la altura de la cara, para que le comiera glotonamente los pezones. Se corrió en seguida, sin darme tiempo a enterarme. Me la quite de encima, y la puse a 4 patas en el agua, con las tetas colgando, y hundiendo levemente los pezones en el agua templada. Le enfilé el nabo, y volví a penetrarla sin compasión, haciendo presión con mis brazos, empujándola hacia mí por sus hombros. Ella tenía la boca entreabierta, y jadeaba, y eso me daba mucho morbo, y me animaba a ser más bruto; así es que con la mano derecha, le agarre una teta, y le pellizcaba un pezón, y con la mano izquierda la agarré por el pelo, en plan salvaje, y la atraje hacia mí, para morrearle la boca, y de nuevo se corrió en un plis plas, con un leve quejido lastimero… “heeee, mmm, uffff…” mientras yo bombeaba y le tiraba del pelo. El caso, es que no conseguía correrme; y ella me pregunto ¿No te corres? -Mirándome con cara de vicio y duda; Le di un poco de caña, y veía que me correría muy pronto, por lo que me puse en pie, y ella agarró mi polla con una mano, y se la introdujo en la boca otra vez hasta la garganta, mientras me miraba a los ojos.

De repente, observé cómo se enjabonaba un dedo, y lo dirigía hacia mi culo, hacia mi ano… Me quedé sorprendido, porque nunca me habían toqueteado por ahí, pero me estaba dando tanto gusto con su boca, que no me importó el movimiento circular que comenzaba a hacer sobre mi ano

Introdujo suavemente su dedo en mi culo, provocándome una sensación extraña de placer, y sentí que me venía de nuevo la leche a la punta de la verga… Empecé a correrme entre espasmos y perdida de equilibrio, pero Ángela me sujetaba hábilmente, a la vez que me iba introduciendo más y más su dedo en mi culo… aaahhh… Joderrr!, me corro tiaaa… ahhhh…! toma mi leche en tu bocaaaaa!!!! Y ella saboreaba mis lechazos como si fuera un yogurt… Cuando terminé de correrme en su boca, ella continuaba con su dedo en mi culo y yo tenía la polla extrañamente más dura que nunca.

Entonces la miré y le dije… quiero darte por el culo!!! Ella me dijo que no se atrevía, que le podía dole, yo le dije que tenía un lubricante muy bueno, que me apresuré a traer. Le puse el lubricante en su ano, que además con el agua calentita, le produjo un relajamiento extra así como una mejor lubricación. La incorporé, y con sus piernas rectas, ella de espaldas a mí, le incliné el tronco y la cabeza hacia el escalón de la bañera, ella se apoyó con sus manos, y yo tenía ante mí su perfecto culazo, a mi disposición. Agarré mi polla con una mano, y la enfilé hacia su ojete. Entró a la primera, se ve que estaba acostumbrada, pero emitió un caliente aaaaaggg…

-Despaaaciooo, tioooo… ufffff, que gustooo…

-¿te gusta¿ -le pregunté- y ella dijo siii, pero ve con cuidado.

Poco a poco fui empujando mi polla hasta lo profundo de su culo, hasta que hice tope con mis huevos en su coño. Mis bamboleos de verga hacían que mis huevos le dieran masajes en su clítoris, y la volvía loca.

-¿Cómo te sientes? -le pregunté-

Y ella respondió:

-llena, me siento empetada… ufffff

Yo seguía taladrándole el culo sin compasión, y le sacaba de vez en cuando la polla de golpe, para ver su ojete bien abierto.

La postura era un poco incómoda para ella, por lo que le dije que nos fuéramos a la cama, así mojados como estábamos. Ya en la cama, la puse en cuatro patas, y ella pegó su cara a la almohada, mientras con sus dos manos se separaba los cachetes del culo, para que yo pudiera ver bien cómo la enculaba. Como ya me había corrido dos veces, esta vez me estaba haciendo esperar, y ella quería terminar ya porque estaba agotada. Me dijo que se estaba meando, que necesitaba ir al baño. Entonces me tumbé de espaldas en la cama y le dije que se sentara sobre mi polla, se puso en cuclillas, y se enculó mi pija. La eché para atrás, para tener una vista perfecta de su coño y de mi verga entrándole en el culo. Ella no paraba de bufar, fue entonces que le dije

-¿tienes ganas de mear? Y ella dijo SIIII!!! Y le dije, pues méate toda, y abrió los ojos, como pidiéndome permiso e incrédula, y yo le dije, venga, quiero ver cómo te meas. De repente cerró los ojos y empezó a arrugar la cara. No salía nada. Pero ella seguía concentrada, y yo seguía empujando mi pelvis hacia arriba para meterle más profundamente la polla en el culo. De repente me sujetó por la rodilla y me puso una mano en la barriga como para que me parara de mover, y se echó un poco hacia atrás, y empezó a soltarme una tremenda meada caliente en la barriga, que empezó a poner todo perdido, las sabanas, el colchón, pero me dio un subidón de adrenalina tremendo, y me puse a intentar meterle hasta los huevos, mientras ella meaba, y meaba, y bufaba diciendo, jodeeerrrr, que gustazo!!! aaaahhhh!!! En esta vi que me iba a correr otra vez e intenté levantarme, pero ella se sentó aún más sobre mí y se clavó totalmente la polla mientras me corría espasmódicamente.

Se dejó caer sobre un lado, sin dejar que mi polla, que iba desinflándose muy rápido, se le saliera del culo. Se la sacó, apretando el ojete, y se puso en cuclillas sobre mí, poniendo el coño a la altura de mi cara.

En eso, me dice… ¡MIRA!, y se abrió los cachetes del culo, haciendo fuerza, y vi como salía del ano toda mi corrida, goteando sobre mi pecho. Al principio me sorprendió un poco, pero cuando ella termino, se puso de rodillas a mi lado, y mirándome a la cara, se puso a lamer y limpiarme con la lengua el semen que estaba sobre mi pecho. La verdad es que todo era muy guarro, lleno de semen y de pis, las sabanas mojadas…

Y a todo esto, recordé que Isabel estaba en el sofá del salón, y seguro que se había enterado de todo. Así es que me levanté de la cama, y fui para el salón. Estaba todo a oscuras, con la tele encendida, y ella “parecía” estar profundamente dormida; así es que me acerqué sigilosamente para hablar con ella, y me volvieron a venir ideas a la cabeza (¿Y si me la follo?) En cuanto a Angelita, estoy deseando volver a follar con ella.

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