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El trío anhelado, el fin de una amistad
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Les envío un saludo junto con mi agradecimiento por leerme, espero seguir agradándoles con mis relatos y poder seguir por mucho tiempo por aquí, hoy les contaré lo que pasó después de aquella noche tan inolvidable con el jardinero, espero que les guste, ojalá me dejen un comentario o sugerencia aunque como ya dije antes todo lo que escribo es real y me ayuda como terapia compartirlo con ustedes.

El día siguiente estuve con mucho dolor pero sorprendentemente el sangrado era muy leve comparado con lo que esperaba, ya tenía experiencia en este tema por lo que siempre tenía guardadas una crema junto a unas pastillas para esos casos, me metí a la tina ya que sabía que eso ayuda mucho, el dolor era fuerte pero todo había valido la pena, como era mi día de descanso eso hice descansar sin que nadie me molestara.

Los días siguientes fueron normales, sin más que contar ya que desde hacia tiempo Lola no me visitaba mientras que yo ya había cumplido mi cometido con el jardinero, me pasaba todos los días en esa página de chat que ya antes mencioné, no había nada interesante más que con el taxista que aun no me perdonaba por no haber ido a la cita, una noche de esas apenas tres días después de aquella noche recibí una sorpresa.

Apenas me había quedado dormida con la lap encendida a mi lado cuando unas manos recorrían mi pierna izquierda, yo di un salto pero esa misma mano evitó que diera un grito cubriendo mi boca, soy yo se escuchó en repetidas ocasiones dejándome saber que era el jardinero, escuchar su voz me tranquilizó pero al mismo tiempo me llenó de miedo porque el señor estaba en la recamara de al lado, váyase nos pueden descubrir.

Fueron mis palabras pero el me respondió que solo quería que se la chupara, le dije que ahí no que en otro momento lo buscaría pero el se negó diciendo que iba a ser rápido, sin decir más se bajó el pantalón dejando libre su hermoso pero aterrador miembro, sin saber que hacer salí de prisa a ponerle seguro a la puerta para luego regresar frente a el, sin tener la seguridad de lo que iba hacer lo miré a los ojos.

Su mirada se notaba perdida como no mirando a nada, me arrodillé lentamente hasta quedar frente a ese bello monstruo, como la vez anterior apenas pude meter la punta a mi boca, lo único que hice fue lamerlo recorriéndolo con mi lengua hasta sus testículos metiéndolos en mi boca succionándolos despacio, con mi mano comencé a masturbarlo intercambiando las acciones por un largo rato hasta notar que se mordía los labios.

Intensifiqué mis acciones hasta que de su boca salían gemidos reprimidos, sin previo aviso salieron chorros de su semen caliente directo a mi cara, el comenzó a temblar hasta caerse sobre mi cama haciendo que me levantara de prisa para ver si estaba bien, se notaba muy agitado casi sin voz me dijo que todo estaba bien que solo eran efectos de lo bien que la mamo, unos minutos después recuperó el aliento por completo.

Para irse tuve que cerciorarme de que no hubiera nadie así que salí primero pero olvidé limpiarme la cara, al asomarme vi a la enfermera que subía por las escaleras pero pareció no darse cuenta de nada, esperé un rato para darle la señal al jardinero para que bajara, salió lo más rápido que pudo hasta desaparecer en la oscuridad de la noche, regresé a mi habitación y al mirarme al espejo me di cuenta que tenia restos de semen.

Me fui a lavar la cara para luego dormir ya era muy tarde por lo que dormí hasta que unos golpes en la puerta me despertaron, al abrir los ojos y ver el reloj me di cuenta que ya casi era medio día, lo único que atiné hacer fue preguntar quién tocaba a la puerta, la voz que respondió me sorprendió, era Lola que después de un tiempo sin vernos volvía a visitarme, corrí a abrir la puerta de prisa pero en lugar de saludarme dijo.

¿Aun no te levantas? Le contesté que me había dormido muy tarde mientras la saludaba con un abrazo, sin más me dijo que solo pasaba rápido a invitarme a su fiesta de cumpleaños el próximo sábado, le dije que no sabía si me darían permiso pero me respondió que ella ya había hablado con el señor y había aceptado dejarme ir sin que tuviera que preocuparme por volver esa noche, sin dejarme decir más se despidió dándome una bolsa con ropa que quería que usara.

La revisé para ver que tanto me había llevado notando que solo eran tres cosas, lo primero un vestido plateado que solo se detenía en el pecho, lo segundo una tanga literal de hilo dental por su tamaño y por ultimo unos zapatos descubiertos sin broches con un tacón excesivamente alto, me reí un poco mientras guardaba todo para luego irme a duchar, los días siguientes fueron aburridos en mi habitación rogando porque llegara el día de la fiesta.

El tiempo se me hizo eterno pero por fin llegó el día tan esperado por mí, ese día me levanté muy temprano ya que me hacía falta depilarme entre otras cosas, cuando terminé bajé a hablar con el señor para ver si era cierto que Lola habló con él, por poco no lo alcanzo ya que iba de salida, el me confirmó la información diciéndome que iba a estar fuera todo el día por lo que podía hacer lo que quisiera antes de irme, le agradecí y se fue.

Ya no tenía mucho que hacer así que me acosté quedándome dormida, el sonido de mi celular me despertó al recibir un mensaje de Lola que me decía que a las siete pasaba su novio por mí, al ver la hora pasaba de las cuatro de la tarde por lo que decidí empezar a arreglarme, me di una ducha no muy larga para luego salir y ponerme esa diminuta tanga, después el vestido que apenas y me entró ya que estaba muy entallado.

Al sentir ese vestido no pude evitar recordar la falda aquella que tantos problemas me dio, pero incluso este vestido se sentía más apretado en las piernas y apenas me llegaba por debajo de las nalgas, la verdad era muy incomodo por lo que decidí llamarle a Lola para decirle que me había quedado chico que mejor usaría otro, pero ella me dijo que así era el vestido que por favor no me lo quitara porque me lo compró con mucha ilusión.

Sin más me tuve que aguantar, colgué para luego empezarme a maquillar, decidí ponerme unos colores un poco oscuros sin exagerar, por ultimo un peinado sencillo pero el verdadero problema estaba por venir y es que yo nunca había usado ese tipo de calzado sin broches pero lo peor tan altos, al ponérmelos traté de ponerme de pie pero mis pies parecían de gelatina, con mucha dificultad di unos pasos hasta la cama.

Pensaba que Lola se había propuesto hacerme rodar por las escaleras mientras me reía, al ver de nuevo la hora me di cuenta que ya casi era la hora, no podía creer lo rápido que pasó el tiempo pero la verdad me esmeré tanto en quedar como me imaginé, me puse un abrigo ya que no quería que vieran el vestido que llevaba puesto, como pude me fui hasta las escaleras donde fue un reto bajar pero lo hice contra todo pronóstico.

Con cada paso que daba me sentía más cómoda hasta llegar a la calle, al cerrar la puerta me di cuenta que el chofer y el jardinero me miraban con asombro, no pude evitar reírme un poco pero ya afuera hacia mucho frio, tanto que casi no sentía las piernas, por fortuna no tardó tanto en llegar el novio de Lola que al verme me dijo sube guapa, pensé que llegaría con ella pero no fue así, me iba a subir atrás pero el pidió irme a su lado.

La verdad se lo agradecí en silencio ya que con ese vestido apenas me podía mover, arrancó con dirección desconocida para mí ya que no sabía donde seria la fiesta, después de más de media hora llegamos a una casa de un solo piso en una colonia muy fea donde apenas había una lámpara publica, la música estaba un poco alta y casi no se escuchaba por lo que al verme Lola bajó el volumen para saludarme con efusividad.

Después me presentó con unos hombres que estaban ahí, eran tres el mayor tendría cincuenta años, casi calvo, un poco gordo de mirada lasciva, el segundo tendría treinta años, alto, de cabello rizado, muy guapo en verdad, el tercero tendría veintidós años, delgado, no muy guapo y parecía tonto, los tres me saludaron amablemente mientras el novio de Lola me traía una bebida la cual no quería aceptar debido a mis historias pasadas con el alcohol.

Con la insistencia de todos no me pude negar pero intentaba no beber mucho, justo en ese momento llegaron más chicas como Lola y yo con gritos de emoción para la festejada, sin darme cuenta de pronto la casa ya estaba llena de gente bailando mientras bebían, yo apenas me había terminado la bebida que me había dado el novio de Lola pero extrañamente sentía que el piso se movía, el hombre mayor se acerco a mí.

¿Bailamos preciosa? Me preguntó a lo cual me negué primero por los zapatos que apenas me dejaban mover, segundo porque no me hacía gracia bailar con ese hombre pero Lola y sus amigas casi me llevaron a la fuerza, apenas me movía mientras el hombre se creía todo un bailarín, de pronto se me acercó Lola para decirme que quería ver cómo me quedaba el vestido y es que aun llevaba puesto al abrigo ocultando el vestido.

Casi a la fuerza me quitó el abrigo haciéndome sentir desnuda ante la mirada de ese hombre, pero no era el único Lola junto con su novio también me miraban como si no llevara nada encima, te quedó muy bien amiga, te ves hermosa dijo Lola para luego seguir bailando, en pocos minutos me cansé y me fui a sentar pero ese hombre fue tras de mí, el novio de Lola me llevó otra bebida la cual pensaba beber como la primera.

Pero esta vez Lola se acercó para decirme que le tomara bien mientras todos empezaron a decir, fondo!! Fondo!! Fondo!!… por lo que no pude engañarlos, sin perder tiempo me sirvieron de nuevo mientras les decía que ya no pero me dijeron que era la última, de nuevo hicieron lo mismo para asegurarse que me la terminara, para volver a servirme otra vez asegurándome ser la última esta vez de verdad.

Al ver que me la terminaba se alejaron a seguir bailando dejándome con ese hombre mientras me empezaba a sentir muy mal, sentía que todo me daba vueltas mientras que sentía que algo caliente me recorría el cuerpo, el hombre se dio cuenta de mi estado aprovechando para acariciar mi pierna sin disimulo, yo intentaba quitar su mano pero no lo conseguía, Lola pareció darse cuenta por lo cual me apartó de ahí llevándome a su habitación.

Me acostó en su cama pero su novio entró también tras de nosotras, encendió la luz para luego quedarse los dos observándome para luego mirase ellos como dudando de algo, poco a poco Lola se subió a la cama y diciéndome perdón amiga me dio un beso en la boca bruscamente, yo intenté alejarla pero me tomó ambas manos mientras su novio me sujetaba los pies, como pude aparté mis labios de los suyos para pedirle que no lo hiciera.

Perdóname amiga pero yo te lo pedí por las buenas y no quisiste, eso me dijo mientras se acostaba sobre mi para evitar que me moviera, me empezó a besar el cuello con agresividad, mis fuerzas se fueron por completo, sentía todo mi cuerpo pesado y no era porque ella estuviera sobre mi, trataba de hacer algo pero todo intento fue inútil, Lola me soltó mientras que su novio hizo lo mismo pero no pude mover un solo dedo.

Con mis ojos llenos de lagrimas solo sentía los labios de Lola sobre mi cuello, después volvió a mi boca sin que yo lo pudiera evitar, sus manos recorrían mi cuerpo sin control alguno, se detuvo para levantarse y quitarse el vestido dejando al aire libre sus enormes senos, después los puso en mi cara frotándolos con fuerza sin parar por largos minutos, sentí como que quitaban los zapatos para luego poner algo caliente entre mis pies.

Era el pene del novio de mi amiga que se empezó a masturbar con mis pies como loco, Lola se detuvo para bajarse de mi arrodillarse a mi lado para luego subirme el vestido hasta dejar mis insipientes senos comparados con los de ella descubiertos, se abalanzó sobre ellos lambiéndolos y succionándolos con desesperación, de pronto se detuvo para ponerse de pie, quitarse la tanga dejando libre un pene de tamaño considerable.

Se paró poniendo sus pies a mis costados dándome la espalda mientras su novio separó mis piernas para arrodillarse en medio de ellas y empezar a hacerle un oral, yo solo veía sus nalgas y su espalda estando así por un largo rato hasta que ella lo empujó casi tirándolo al piso, ella se dio vuelta para ponerse en el lugar que en ese momento ya había dejado libre el, me quitó la tanga para luego tomar mis piernas para levantarlas.

Acercó se boca a mi ano para empezar a recorrerlo con su lengua moviéndose de arriba abajo, estuvo así por unos minutos en los cuales para mi sorpresa empecé a sentir muy extraño, cuando se detuvo su novio le dio un tubo de lubricante el cual se puso en gran cantidad sobre su pene, se puso en posición para acomodar su pene en mi ano para empujar con fuerza penetrando mi ser sin resistencia alguna.

Poco a poco comenzó a sacarlo casi por completo para luego meterlo por completo de igual manera, así hasta que fue incrementando su velocidad hasta un punto que sus senos se movían casi en mi cara, era la primera vez que estaba en una situación así, siendo forzada por la que creía mi mejor amiga pero la noche aun era larga, sus gemidos aumentaban con sus movimientos hasta que por fin se vino en mi interior.

Sin recuperar el aliento se incorporó para acomodarse la ropa casi cayéndose no sé si por el alcohol o por la fatiga de lo que hizo, salió de igual manera con sus zapatos en mano dejándome con su novio, el se acercó al lado derecho de la cama, me tomó de los pies para girarme para quedar entre mis piernas, comenzó a besarme la boca el cuello y los senos con desesperación, para ese momento mis fuerzas ya volvían pero no lo suficiente.

Así como comenzó se detuvo para incorporarse tomando el lubricante que aun estaba sobre la cama, se aplicó bastante en la mano para luego masturbarse por un buen rato, cuando por fin estuvo listo me tomó de la cintura para girarme dándole la espalda tocando mis pies el piso, de inmediato acomodó su pene sobre mi entrada para empujar suave pero firme, el no tuvo tanta calma así que de inmediato comenzó con velocidad.

No tardó nada en venirse dejando una gran cantidad de semen en mi interior, sacó su pene para luego tomarme por las piernas para subirme a la cama, pensé que había terminado todo pero estaba muy equivocada, después de un largo rato de que el salió mientras yo intentaba incorporarme se abrió la puerta dándole paso a aquel hombre tan desagradable, se acercó poco a poco evidentemente ebrio hasta llegar a mí.

Me tomó de los pies para acercarme a la orilla, se bajó el pantalón para dejar libre su pene que si bien no vi si pude notar que al intentar meterlo se sentía más grueso, casi puso mis rodillas en mi pecho poniendo mis pies en sus hombros para luego acomodar su pene y empujar con algo de torpeza hasta que unos intentos después entró, estando de pie comenzó a moverse mi ano ya estaba con dolor por tanto invasor.

Este ultimo parecía ser el más hábil dentro de su torpeza, empujaba suave para sacarlo de igual manera, después fue aumentando su ritmo poco a poco para luego disminuir mientras de mi boca salían gemidos que eran de desagrado más que de placer, para ese momento ya me podía mover un poco pero ya no sabía si tratar de detenerlo o no, mientras él seguía ya se notaba cansado y sorpresivamente se detuvo para sacar su pene.

Me dio la vuelta quedando de espaldas a él, me separó las piernas para volver a acomodar su pene comenzando a moverse de nuevo, parecía no terminar nunca entrando y saliendo sin detenerse por un largo rato en el cual para mi sorpresa mi cuerpo empezó a reaccionar sin poder evitarlo, mis gemidos ahora si eran de placer mientras sentía su aliento en mi nuca hasta que no pude mas con mi pesar me vine.

Fuertes calambres se apoderaron de mis piernas mientras me faltaba el aliento mi corazón latía muy fuerte, mientras el parecía no terminar nunca, mientras mi ano estaba sufriendo con un dolor intenso, en un momento aumentó su velocidad junto con sus gemidos, al sentir su semen caliente inundar mi interior supe que ya había terminado todo aunque no podía cantar victoria, pero por suerte nadie más entró.

Me quedé dormida hasta tarde, cuando me levanté me limpié lo mas que pude para irme, al salir vi que lola y su novio iban llegando con comida, siéntate a desayunar me dijo Lola como si nada hubiera pasado pero lo único que le dije fue que eso nunca se lo iba a perdonar, salí sin saber donde estaba para donde pasaban muchos coches con mucha dificultad por los tacones, cuando por fin llegué le hice la parada a un taxi.

Después de darle la dirección todo el camino fue silencio, la verdad ya no sabía si llorar gritar o maldecir, al llegar a la casa entré y el señor estaba casi en la puerta como esperándome, lo saludé mientras el me preguntaba si me divertí en la fiesta, le dije que si y el me dijo que me esperaba el día siguiente en su despacho a las diez de la mañana, le dije que si sin saber que ese día cambiaria mi vida una vez más.

Para el próximo les contaré eso gracias por leerme y hasta pronto.

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