Era la segunda cita. Nos habíamos conocido en la playa. Había habido besos en el agua, caricias, miradas de deseo, pero ella me había dejado claro que no quería sexo pleno en la primera cita.
La segunda empezó tranquila. Dos besos y una cerveza en una terraza. Contándonos nuestras penas. Después una cena ligera. Miradas que lo decían todo. Aún no sabía cómo iba a acabar la noche pero deseaba que fuera en mi cama.
Ella era una mujer de cuarenta y alguno, yo treinta y muchos. Los dos sabíamos lo que queríamos. La complicidad y el ambiente relajado contribuían a que todo fluyera adecuadamente.
Yo soy un hombre rubio, musculoso aunque no muy marcado. 1,78 de estatura, las mujeres dicen que lo mejor de mí es mi culo y mis labios.
Ella era tenía larga melena cobriza. 1,65, buena figura, pecho medio pero bien sujeto y cara atractiva.
Después de la cena propuse tomar una copa, y nos dirigimos a mi coche. Fui a abrirle la puerta y me cogió de la mano. Nos miramos a los ojos, y nos dimos un largo beso con lengua. Nos devoramos. Pegue mi pelvis a ella para que notara mi erección… ella suspiró y soltó un leve gemido, mi polla estaba durísima. Se restregó ligeramente. Nos separamos muy calientes. Montamos en el coche.
Conduje despacio notando su mirada en mi cuerpo. Aparqué cerca de un bar, nos miramos un segundo y nos devoramos a besos en los asientos. Comencé a acariciar sus tetas por fuera, ella gemía. Se las saqué y me lancé a lamerlas. Ella estaba loca de deseo. Metió la mano dentro de mi camisa y acaricio mi pecho. Me desabrocho. La quite del todo el sujetador junte sus pechos y lamí despacio pasando de un pezón a otro. Estaban muy duros. Me los metí en la boca los mordí ligeramente. Se volvió loca moviendo la cadera buscando algo con lo que restregarse. Puse mi mano en su pelvis. Se notaba empapada a través del pantalón. Ella gemía como loca. La desabroche el pantalón y metí mi mano dentro de sus bragas se estremeció de placer. La empecé a acariciar el coño mientras la comía las tetas. Mi polla me iba a estallar ella la agarro por fuera del pantalón. La susurré que fuéramos atrás
Después de cambiarnos de asiento le arranque la poca ropa q le quedaba. Le puse boca arriba la comí las tetas con deleite y baje mi lengua x su vientre. Su cadera, la parte interna de su muslo… roce su clítoris. Se revolvió. Empecé a lamerlo suave, más firme. Me lo metí en la boca y lo succioné ligeramente. Luego volví a lamerlo más firme y llevé mi mano a su coño. Ella gemía loca de placer. Sujetaba mi cabeza y se restregaba contra mi. Metí mi dedo corazón en su coño y empecé a follarla con el, mientras seguía lamiéndole el clítoris. Eso la volvió loca, empezó a gritar. La folle más fuerte con mi dedo. Note como se corría en mi boca. Mordí suave su clítoris y estuvo gritando medio minuto loca de placer. Mientras recuperaba el aliento la besaba suave el clítoris.
Cuando se recuperó se sentó sobre mí agarro mi polla ardiendo y se la clavó. Nos besamos mientras me comenzaba a cabalgar despacio. Cogió ritmo mientras yo le ayudaba cogiéndole fuerte de las caderas. Aceleró y comencé a comerle las tetas mientras me montaba. Aceleró al n más gritando de nuevo. Esta vez yo gruñí, la agarre fuerte y me vacíe en ella. Nos quedamos exhaustos un largo rato abrazados y unidos sonriendo.
Fin