Mi tía es una mujer muy erótica. Tiene sobre 50 años, una larga melena rizada, y unos pechos considerables. Se cuida mucho, y para la edad que tiene está impresionante. Siempre le ha gustado vestir elegante y tiene una legión de tacones y botas, mi debilidad. Entre los dos siempre había habido una relación muy cercana, y en ocasiones hasta yo había llegado a creer que tenía otras intenciones conmigo. Pero lo cierto era que desde siempre me había excitado, siendo la causante de mis primeras masturbaciones. Esto era algo que muchas veces me perturbaba, porque tenía estas reacciones con ella. En mi sexualidad siempre me había excitado ser dominante, pero con algunas figuras como mi tía, me volvía loco imaginarme totalmente sometido.
Yo soy un chico joven, de 26 años. Varias veces al año, me desplazaba hasta su casa, en Mallorca, bien por trabajo bien por ocio. Ella vivía con su hijo, mi primo, de 24 años. Estaba divorciada, y aunque había tenido alguna relación, ahora mismo la soltería era su acompañante. Tenía un carácter fuerte, pero es una persona que necesita alguien a su lado.
Me tocaba otra vez viajar a la isla, así que le mandé un whatsapp como siempre diciéndole que en un par de días iría. Ella, como siempre, me escribió un "cuando quieras" junto con un beso y un corazón.
Llegó el día y aterricé en Mallorca. Cogí el coche de alquiler y me fui a la casa. Llegue para cenar, así que me instalé rápido y nos sentamos los 3 a la mesa. Charlamos un rato y nos fuimos a dormir temprano.
A la mañana siguiente me levanté y allí estaba ella. Habitualmente no se cortaba a la hora de andar por casa, y no le importaba que yo estuviese allí. Vestía una camiseta de tirantes, unos pantalones cortos y chanclas. Cada vez que se agachaba, ahí estaban mis ojos pendientes de sus pechos.
-Buenos días cariño, que tal has dormido?
-Buenos días. Muy bien, muy a gusto como siempre.
Mientras hablaba, ella me miraba y yo intentaba disimular mi erección mañanera.
-Tu primo ya se ha ido que hoy tiene reuniones, no vendrá hasta la noche. Tu qué plan tienes? Si quieres después cenamos que hoy vuelvo a las 7
-Perfecto, yo iré a dar una vuelta y comeré por ahí fuera, así que después vuelvo para casa, que mañana tengo trabajo
Yo trabajo en una empresa de eventos. Además era fisioterapeuta, por lo que mi tía de vez en cuando me pedía un masaje. A mi me era imposible decirle que, y era una oportunidad para tocarla. Mis erecciones se volvían enormes, y aunque nunca me había dicho nada, ella se tenía que dar cuenta
-Cariño, me puedes mirar la espalda antes de irme? Ayer estuve corrigiendo y estoy molida. Y a las 11:00 tengo que salir
-Claro que si tía, me hago el café y voy
Ella era profesora, así que tenía horarios diversos. Trabajaba en una academia y en la universidad. Cogí el café y me fui a la sala, me senté detrás de ella y comencé a masajear sus hombros y espalda:
-Ay cariño que manos tienes…
Seguía callado, intentando concentrarme en mis fantasías. Llegaron las 11:00 y mi tia se marchó. Se puso unos pitillos vaqueros, un top escotado y unos botines negros de tacón de aguja y salió de casa. Así que me dispuse a aprovechar el día. Me vestí con ropa deportiva, y me fui a la zona de Arenal. Era una preciosa mañana de marzo y el sol brillaba, así que me puse a correr por el paseo. Terminé, y me di un baño en el mar, y una ducha. Comí, y como estaba un poco cansado decidí irme a casa y descansar hasta que los demás llegarán.
Llegué a casa, y estaba solo, así que mi cabeza comenzó a excitarse. Entre a su habitación a ver su ropa, era algo que adoraba. Me desvestí y comencé a rebuscar entre su ropa. Vi un tanga negro, y me lo puse. Mi polla y mis huevos se salían. Cogí unas botas de piel marrones, de amazona, y me las puse. Me quedaban un poco pequeñas, pero ella era alta y no había mucha diferencia. Cogí un trozo de cuerda de tender la ropa y me lo lleve, junto con cinta embalaje. Seguía buscando fetiches, cuando encontré el premio gordo, dos en concreto. Unos tacones de aguja plateados y unas esposas. Fui al cesto de la ropa sucia y rescate un tanga. Lo cogí todo y me fui a la sala. Puse la gopro a grabar en el mueble, era algo que me recalentaba. Me ate los pies con las botas, me puse de rodillas delante de la cama y puse lo tacones encima. Comencé a lamerlos mientras me masturbaba. Después me metí el tanga usado en la boca y apreté bien fuerte con la cinta de embalar. Me espose las manos por delante, y mientras arrastraba la cara por el zapato, mi polla descargaba dentro del otro. Llego el éxtasis… me incorporé para darme la vuelta…y allí estaba mi tía, de pie, mirándome…
-Así que a esto te dedicas cuando la casa está vacía…
No me dejo quitarme nada, me agarro del brazo, y a duras penas me sentó en el sofá.
-No respetas ni la intimidad de tu tía, esto no va a quedar así.
Había salido antes del trabajo. Me olvidé de poner las llaves en la puerta, así que entró en casa y me encontró en pleno éxtasis. Tan metido estaba que ni la escuché. La muy puta se calló y escondida se puso a grabarme.
-Tú crees que puedes venir a mi casa y hacer esto. Ya no eres un niño. Mírate con mi tanga y mis botas puestas, das vergüenza- me decía mientras salía de la habitación ya que había ido a cambiarse
A mi, que me dijese todo eso, me estaba volviendo a poner cachondo. Pero la realidad es que estaba acojonado, tenía mi vídeo, y si se lo enseñaba a mis padres… la vergüenza era terrible. Como iba a volver yo allí? La había liado bien. Entonces ella apareció, desnuda, y se sentó en el sofá.
-Más te vale hacer lo que yo te diga. Te vas a cansar de darme masajes si no quieres que enseñe el vídeo. Venga! Empieza por mis pies ya que tanto te gustan.
Comencé a masajearle los pies. Yo estaba como me había encontrado, atado de pies, con las botas puestas, amordazado y esposado por delante, así que mis movimientos eran limitados para poder trabajar sus pies.
-Yo que te tenía por un follador, y eres una maricona hahaha. Y vestido como tu tía??? Seguro que ya te rompieron el culito.
Todo esto me excitaba aún más. Cogió los tacones, aun con mi semen, y se los puso. Me quito la mordaza, y me esposo las manos por la espalda.
-Ahora me vas a lamer los tacones que tanto te gustan. Y todo el semen. Veras que rico, seguro que no es la primera vez.
Comencé a lamer sus zapatos y el semen que chorreaba. La miraba a la cara, y lo estaba gozado, estaba disfrutando realmente, aunque me hablase como si estuviera enfadada. Se quitó los zapatos y seguí con los pies, y poco a poco fui subiendo hasta que llegue a su coño. Olía a sexo, y ella comenzó a tocarse más fuertemente sin frenarme.
-Mmmm cariño, nos vamos a entender tu y yo. No sabes lo solita que estaba
Se corrió en mi boca, y se levantó.
– Ahora vamos a ir al cuarto, y me vas a masajear entera con aceite
-Si tía – y en ese momento me abofeteo
-Para ti, ahora, soy Ama
-Si, ama
Me desato y me quito las esposas.
-De pie y al cuarto. Y no te quites nada
-Si, ama.
Me levanté, pero no fui hacía el cuarto, sino hacia el mueble. Mi tía miro extrañada, y entonces me vio coger la gopro
-Qué es eso?- dijo con la cara desecha
-Una cámara. No eres tú la única a la que le gusta grabar.
Se puso blanca, no sabía que decir. El video ya se enviaba directo a mi móvil. Ahora estábamos empatados, pero llevaba yo la delantera, y me tiré un farol:
-Si quieres puedes mandar el vídeo a mis padres, que en la universidad van a tener una copia de este último
-No serás capaz… también te perjudica
-No te preocupes, tu pruébame
– Que quieres…?
-Ahora el que manda soy yo
Me quite el tanga, y las botas. Le puse los tacones y la esposé con las manos en la espalda. La lleve a la cama y le até un pie a cada lado de la cama, bocabajo.
-Que me vas a hacer??
-Cállate – le dije mientras le daba un bofetada- Para ti ahora soy amo
-Si, amo…
Fui a por el par de calcetines que había usado el día anterior. Estaban sudados de todo el día viajando. Se los metí en la boca y cerré con cinta. Ella protestaba:
-Mppffffmm
-Cierra el pico puta. Alguna vez has probado por el culo?
-mmmmppp
Su expresión y su cara lo decían todo. O era su primera vez o su última experiencia no había sido buena. Sin más le abrí las nalgas y empecé a escupir y lamer. Ella se retorcía. Yo lamia y mientras le metía un dedito por el culo y otro por el coño. Luego fueron dos, y después tres. Cada vez protestaba más. Cuando ya no aguantaba más, se la metí. Mi polla no era grande, unos 13cm, pero nunca tuve problemas para dar placer a mis parejas. Comencé a follarle el culo, mientras le agarraba los rizos. Cada vez mas fuerte y más rápido. Ella lloraba, tenía el maquillaje corrido. Termine dentro y su culo chorreaba mi semen.
Le desate los pies, y la levanté para llevarla a la ducha. Le quite la mordaza y me metí con ella esposada. La puse de rodillas:
-Ahora límpiamela puta
Estaba sucia, no se había lavado el culo y la tuvo que limpiar así, con restos de semen y de la penetración. Le caían las lágrimas. Cuando acabo abrí el agua y me duche y me enjabone mientras me lamia los huevos. Salí y me seque dejándola dentro. Estaba mojada de mi ducha, así que le orine por encima.
-No, por favor… esto no… -mientras balbuceaba
-Calla y abre la poca puta, y como vuelvas a hablar sin permiso te vas a enterar
Abrió la boca y recibió mi orina tragándose todo lo que pudo. La aclare con agua fría, la enjaboné y otra vez con agua fría. Solté las esposas y la deje allí mientras me fui a cambiar
Me vestí y salí a la sala otra vez. Ella ya se había secado y vestido, y se había ido a preparar la cena. Entre a la cocina y ella miraba al suelo, le agarré la cara y la bese. Nos fundimos en un beso que duro un minuto. Se abrazaba a mí, y yo a ella. Le di la vuelta, contra la encimera, y le dije al oído:
-Pues si "cariño", sí que nos íbamos a llevar bien…
Continuará…