Enseñando al que no sabe
—¿Te gustaría chuparlos…? —Me saqué el camisoncito y acerqué mi pecho a su boca… ni a terminar de hablar me dio tiempo cuando tenía mi pezón entre sus labios, sorbiendo de él como si fuera la pajita de su habitual bebida, lamía con tal deleite que todo mi cue...