InicioPoesía Erótica
Poesía EróticaP
Disfruta de la poesía erótica expresada con sentimiento y sensualidad por nuestros autores. Descubre sus pensamientos, sus deseos hacia le persona deseada.
Poesía Erótica - Pág. 7
Poesía Erótica
Eres mi fantasía
Sueño con tocar tu piel.
Sentir ese calor que emanas al momento de amar.
Deshacernos de esas capas que estorban el tacto tan íntimo de ambos.
Palpar con mis besos esos pilares que te sostienen, guardianes de cuyo tesoro aguarda en lo secreto.
Embriagarme de tu aroma, destilando pasión.
De sucumbir al probar tus mieles.
De sentir con mis labios cada parte de ti.
De estrujarnos...
Poesía Erótica
Mi lado oscuro
Llevo varias noches sin poder dormir. Tu voz era mi canción de cuna, tu mirada mi razón de ser feliz, tus besos mi fortuna.
Mis días son siempre los mismos, no hago más allá de mis labores cotidianas y no tengo más vida social.
Se avecina la noche. Algo de precipitación se escucha afuera y mi cuerpo pide que lo asee.
El...
Poesía Erótica
Poema para Isabel
rikardo -
Isabel, deseo cabalgar tu cuerpo
y fundirme en tu tersa piel blanca.
Recorrer a paso lento tus pechos
devorando tus rozados pezones erectos.
Aspirar el dulce aroma de tu flor entreabierta
por una ardiente caricia de mi mano bendecida.
Navegar hasta tu vientre por los fluidos carnales,
que como néctar de frutas esperan con ansias locas
a que sean bebidos con lujuria.
Arrancándote un quejido, un aliento desesperado
te...
Poesía Erótica
Posesión
Elmago -
Posesión es una prosa que escribí hace unos años, trata de describir poéticamente la pasión entre dos. Espero lo disfruten.
Se habían bebido las aguas de todos los océanos, habían rodado por montañas como rocas pesadas, se desojaron pétalo a pétalo, se volvieron polutos y se lavaron por dentro, se exhumaron lentamente, exploraron los confines de sus gargantas, llevaron a...
Poesía Erótica
Amanecí pensando en ti
Aquí acostada en mi cama amanecí pensando en ti. Dirijo la mirada hacia el jardín, observo la lluvia caer y detallo cada gota de agua deslizarse por el vidrio empañado de mi habitación. Imaginándote aquí a mi lado compartiendo mis sábanas blancas. La cama se me hace fría por tu ausencia, extraño tu delicadeza y tus ocurrencias para conmigo....
Poesía Erótica
El presente
Havelass -
Me dijo que me sentara
y que no pensase en nada;
que ella me haría una mamada,
cuando se desocupara.
Es mi secretaria, Mara,
una mujer servicial.
Ella es así, muy formal,
y accede a mis peticiones.
Sus tetas son dos melones;
de su boca no hay rival.
"Antonio, ya voy acabando,
relleno este documento
y estoy contigo al momento,
ya ves que voy salivando,
tu polla estoy imaginando
que entre mis labios está,
que...
Poesía Erótica
Despertar ante el deseo
En estas horas de insomnio donde tu recuerdo acude irremediablemente, en donde te imagino en una videollamada cargada de erotismo, plena de deseos cumplidos al instante, plagada de palabras que dejan ver esa carga de placer que te provoca mirar unos senos deliciosos, movimientos incitantes, escuchar palabras provocativas, jadeos de placer al solo imaginarte cerca, con esa erección que...
Poesía Erótica
Ganas de ti
Andy Pau -
"Esas ganas inmensas de tenerte conmigo, de que me hagas el amor.
De que me des de comer.
Que me quites las ganas de ti.
Que me penetres con tus dedos.
Que vuelvas loca cada parte de mi cuerpo.
Que me hagas tuya.
Y navegues en toda mi piel, besando cada centímetro de mi cuerpo.
Que me folles apasionadamente.
Que sacies tu sed, bebiendo de mis mieles.
Que...
Poesía Erótica
Ni hablamos
Havelass -
Frente a la encendida chimenea estamos;
nos vamos desnudando para amarnos,
nos vamos tocando para excitarnos.
Son los besos y caricias que damos
sobre nuestros cuerpos como reclamos
que atraen ese deseo de disfrutarnos,
que atraen ese gran gusto de follarnos.
Coño húmedo, polla dura, ni hablamos.
Cubriéndote busco tu centro y anido;
de tu piel, de tus tetas me alimento;
penetro, un suspiro; empujo, un gemido.
Tu hermoso rostro...
Poesía Erótica
Regalo
Havelass -
"Cariño, no me has dado tu regalo",
me dijo por la mañana mi esposa;
le dije: "Cálmate, no seas ansiosa",
y me bajé el calzón, mostré mi falo;
"Ay, cariño, espera, pronto ahí me instalo".
Se quitó el camisón, estaba hermosa.
Me empujó hasta el sofá, estaba deseosa.
"Súbete, esposa mía, que aquí te empalo".
Sus tetas carnosas las fui chupando,
mientras ella en mí botaba y botaba,
asiéndole...