Sola y con ganas
Comencé a tocarme. Me encanta pellizcarme los pezones, que se ponen duros como tachuelas de metal. Lo hice; expuse mis senos fuera de mi sujetador y me acaricié como si fuera Julián el que lo hiciese. En mi fantasía él me tenía poco respeto, me degradaba como mujer, pe...