Desvirgando a mi hijo pequeño

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Los que hayan leído mis anteriores relatos saben que tengo relaciones sexuales con mi hijo mayor, pero también que no es mi único hijo, tengo una hija llamada Adriana y luego está el pequeño, mi hijo Iker que no hacía mucho había cumplido los 18 años.

Una tarde volví a casa, pensaba que no había nadie, así que usé mi llave para entrar y me dirigí al salón, la primera de las habitaciones de la casa y allí me llevé una gran sorpresa.

En el salón delante de una cortina se encontraba mi niño, se había bajado sus pantalones y su short dejando su polla al aire, y para mi sorpresa vi que el tamaño de su aparato demostraba que ya no era un pequeñín, sino que ya era un hombre. Estaba tan absorto en lo que veía que no se dio cuenta de mi presencia.

Esta visión me llevó a acercarme a él con cuidado, cuando lo hice un poco pude darme cuenta del motivo de su actitud, en el piso del otro lado de la calle, que hay enfrente del nuestro en un balcón sin cortinas se veía a una mujer desnuda, debía de ser de mi edad, con unas tetas enormes, al verla me pareció muy de puta, debía de darse cuenta de que muchos de los vecinos la teníamos a la vista. Pero mi vista y mi cabeza se empezaron a centrar en mi hijo pequeño que se estaba meneando su polla.

Esta situación me comenzó a poner cachonda así que de forma muy cautelosa me acerqué a él hasta ponerme a su lado y llevé una de mis manos a su polla, fie en ese momento cuando él se mostró sorprendido, y un poco avergonzando, yo aprovechando su sorpresa me adueñé de su polla y comencé a acariciarla con una me mis manos, él debía de esperar un castigo, así que cuando le dije:

–Ven.

Él no opuso resistencia, sino que muy sumisamente me dejo que con su polla cogida de mi mano le llevará hasta su habitación, nos sentamos juntos en la cama, y sin dejar de acariciarle la polla le dije:

–Así que ver a esa zorra desnuda te ha puesto muy cachondo.

MI hijo seguía avergonzado, comprendí que era el momento de mostrarme comprensiva y le dije:

–Cariño, no pasa nada es normal, esto demuestra que eres un hombre, seguro que más de una chica habrá puesto sus manos en tu polla como hago yo ahora.

Le seguía acariciando la polla, el con vergüenza me dijo que no que era completamente virgen, que nunca había hecho nada con ninguna chica.

–¿De verdad cariño?, dije yo, pues si es así deja que mami sea la primera.

Sin dejar de acariciarle la polla me arrodillé ante él y comencé a chuparle la polla, pensar que era la polla de mi chiquitín, y que yo era la primera mujer que la tenía en el interior de su boca me pareció muy excitante.

Él, aunque de dejaba hacer, comenzó a protestar de forma muy poco firme.

–Pero mamá ¿Qué me haces? Eres mi madre, y ¿qué pasará si se entera papá?

Dejé de chupársela un momento y le dije:

–Cariño no me mires como tu madre, sino como una mujer que al ver tu polla dura se ha puesto muy caliente y te desea, y respecto a papa, tranquilo mi amor no se enterará.

Volví a chupar sus gemidos demostraban que estaba disfrutado y que aceptaba que su madre le iba a desvirgar. Seguí chupándosela y supongo que por lo caliente que le había puesto la zorra de la ventana, su juventud y su inexperiencia se corrió en mi boca que se vio inundada por una gran cantada de semen, me lo tragué todo, pensar que era la primera leche que mi hijo descargaba sobre una mujer hacía que este líquido tuviera un sabor muy especial.

Por su inexperiencia él pensó que lo había hecho mal y se disculpó, puse mi mejor de las sonrisas y le dije:

–No pasa nada mi amor me estás demostrando ser un macho joven y potente, dotado además de una buena polla, muchas mujeres querrán follar contigo.

Yo seré tu novio y solo lo hare contigo, dijo él.

–De eso nada cariño, les respondí con la mejor de mis sonrisas, un macho como tu debe ser disfrutado por muchas chicas, hasta que encuentres la adecuada para hacerme abuela, pero para eso no tengas prisa.

´Él llevó sus manos a mis tetas y se puso a acariciármelas, en ese momento me di cuenta de que tenía a mi hijo con los pantalones y el short bajados mientras yo estaba completamente vestida, así que me desabroché poco a poco mi blusa, notaba como mi hijo se fijaba en mis tetas, después me la quité, por suerte ese día llevaba un sujetador azul que creo es bastante sexy, y también me lo quité, mis tetas quedaron al aire, y en esos momentos le dije a mi hijo:

–¿Cariño, te gustaría meter tu polla entre las tetas de mama?, Aún recuerdo como de bebe te gustaba chupármelas.

Mi hijo se quitó del todo sus pantalones y su short para estar más cómodo, después hizo lo mismo con la camiseta y se quedó completamente desnudo al verle así un descubrimiento saltó ante mí, mi hijo ya no era pequeño, tenía ante mí a todo un hombre, y muy atractivo, cuantas de mis amigas se le querían tirar, y yo las iba a ayudar, jajaja, pero eso sería otro día, ahora me tocaba a mi disfrutar de él. Y ante mi surgió una sorpresa, mi hijo me pidió:

–Mama, en las pelis porno que veo los chicos les comen el coño a las chicas, ¿Podría hacerte yo lo mismo a ti?

Su idea me encantó, así que me quité la falda rápidamente, en esos momentos solo llevaba puesto un tanga taparrabos, me disponía a quitármelo cuando mi hijo vino hacia mí y me tumbó sobre la cama, puso su cabeza a la altura de mi coño, me apartó el tanga y me dijo:

–Mamita es la primera vez que le hago esto a una mujer guíame.

–Por supuesto cariño, las madres estamos para guiar a los hijos, le respondí, mama te guiara para que aprendas.

Él introdujo su lengua en el interior de mi coño, se le notaba que no metía cuando decía que era su primera vez, pero era mi niño y yo era su primera mujer todo lo cual le daba un gusto muy especial a la situación, así que le fui indicando como hacerlo y él me demostraba ser una alumno aplicado.

Su lengua comenzó a explorar el coño que le había dado la vida, y yo comencé a gemir, creo que si hubiera sido necesario hubiera fingido, pero no lo era su lengua comenzó a proporcionarme un gran placer, no me cupo duda de que cuando aprendiera lo iba a hacer tan bien como su hermano, yo le iba indicando como hacerlo él me iba proporcionando cada vez más placer hasta que me hizo correrme, sin duda muchos me lo habían hecho mejor, pero el que fuera mi pequeño me daba una sensación especial, le adoré aún más desde ese momento.

En ese momento me fije en su polla estaba durísima, y entonces tome la decisión, era el momento de que mi niño se convirtiera definitivamente en hombre, que metiera su miembro dentro del coño de una mujer, ¿Y quién mejor que su madre que tanto le quería y le quiere?

Llevé mi mano hacia su polla y se la acaricié y le dije:

–Cariño es hora de que tu polla comience a comportarse como la de un hombre y para mi será maravilloso ser yo la primera mujer que reciba tu leche, sin duda después vendrán otras, muchas otras, pero los dos sabremos que yo fui quien te hizo hombre, así que si tú quieres follaremos.

–Mamá, te quiero más que a nadie en el mundo, dijo mi hijo, y ya que hemos empezado a hacer cositas me encantaría que tú me iniciaras y me explicarás como puedo hacer feliz a una mujer, me sería divino meter mi polla dentro de tu coño, ¿Pero no deberíamos usar gomas?

–Cariño, dije yo, desde luego para follar con muchas chicas debes de hacerlo, mama te comprara los paquetes y cuando te hagan falta tu pídemelos, será nuestro secreto, pero dado que es tu primera vez, quiero que tu leche inunde mi coño.

Él aceptó mi idea, le pedía que se tumbara sobre la cama, mientras yo con mis manos me ocupaba de que su polla siguiera plenamente dura, me puse encima de él, la cosa era diferente a cuando me lo había hecho con su hermano mayor, este no era virgen sino que sabía que se lo había hecho con otras chicas, en cambio mi hijo me iba a entregar a mí su primera leche fruto de sus relaciones con una mujer, quería hacerlo muy bien que para él fuera algo muy especial cuyo recuerdo le durara toda la vida, sin soltar su polla fui bajando mi coño hasta entrar en contacto con ella, en el momento en que nuestros sexos conectaron mi hijo dijo, en medio de grandes gemidos:

–Mami esto es delicioso, nunca pensé que se pudiera gozar tanto, es mucho mejor que hacerse pajas.

–Ya no tendrás que hacértelas mi amor, mami te dará todo el placer que puedas necesitar.

Pero no era solo el placer que lo le daba, sino el placer que el me estaba dando a mí, sentir que una polla, entra por primera vez en un coño y que este coño es el tuyo le da un morbo muy especial al asunto, estaba sintiendo algo diferente a cuando lo hacía con su hermano.

Él está muy excitado, se le notaba su inexperiencia, yo intentaba que no se corriera demasiado rápido, pero, pese al polvo anterior, su polla rápidamente soltó todo su semen llenando mi coño, para su corrida había sido algo muy especial, el sintió que se había corrido demasiado pronto y parecía sentirse avergonzado, pero yo le bese en la boca y llevé sus labios sobre mis pezones para que el me los chupara y le dije:

–Cariño me ha gustado mucho, no debes preocuparte por nada, mami te enseñará poco a poco como puedes lograr resistir más para hacer gozar a una mujer.

Después le aparté de mis pezones y le di un beso en la boca. A continuación, llevé mi mano a su polla que rápidamente se puso en forma, yo le dije:

–Cariño es maravilloso como ha reaccionado, parece que tu polla esta otra vez en forma, pero esta vez lo haremos con más calma.

Le pedí que me chupara los pechos y él lo hizo, me recordaba cuando de pequeño le daba de mamar, pero a la vez la situación era muy diferente, sus lamidas me encantaban, se le notaba que le hacía falta práctica, pero yo me iba a ocupar de que la tuviera, estuvo así un rato hasta que yo me sentí muy caliente y le ordené tumbarse en la cama, volví a acariciar su polla, para volver a ponerla a tope, me volví a colocar encima de él y le pedí que siguiera acariciando mis tetas y él lo hizo.

–Lo haces muy bien mi amor, le dije.

Después me ocupa de llevar mi coño hasta su polla y la introduje dentro de mí, y volvía marcar un ritmo para nuestra follada, el comenzó a gemir.

–Mamita me encanta, me decía mientras acariciaba mis tetas.

Sentir gemir a mi pequeñín era algo delicioso, solo con eso mi excitación aumentaba, estaba convirtiendo a mi hijo en hombre. Me sentía muy mujer y muy madre, comencé a experimentar orgasmos, mientras mi hijo, esta vez si aguantaba, y sin dejar de acariciar mis pechos y mi vientre me decía:

–Mama, esto es maravilloso, mucho mejor que hacerme pajas, quiero disfrutar mucho de esto.

–Lo disfrutaras mi amor, mama te ayudara a conseguir mujeres que lo hagan contigo.

Lo dije sin pensarlo, luego me di cuenta de que acababa de cerrar con mi pequeñín un pacto parecido al que tenía con su hermano, con la diferencia de que mi hijo mayor ya estaba experimentado cunado lo acordamos, en cambio mi hijo mejor era su primera experiencia.

Pero dejando estos pensamientos aparte, el asunto era que estaba gozando muchísimo con mi pequeño, y tenía la seguridad de que el iba a ser un gran follador, seguía teniendo una serie de orgasmos, mientras los gemidos de mi hijo se intensificaban, hasta que me dijo:

–Mama, no puedo más me corro.

Y sentí como un río de leche inundaba mi coño, el parecía feliz cuando me bajé de encima de él el me beso en la boca y me dijo:

–Mamita esto ha sido fantástico, quiero que lo hagamos muchas veces.

–Cariño, le dije yo, lo has hecho muy bien, mejor que tu padre, vas a hacer felices a muchas mujeres.

Nos besamos dulcemente, el parecía entusiasmado y en ese momento me contó como alguno de sus amigos había ido de putas para desvirgarse y no todas las experiencias en este sentido habían sido positivas, otros lo habían hecho con alguna compañera facilona y finalmente otros eran aún vírgenes, en broma le dije:

–Bueno pues tráetelos a casa y yo los desvirgare, jajaja.

–¿Pero si follas con ellos no querías dejar de follar conmigo? Me preguntó tomándose en serio mis palabras.

–Cariño tu siempre serás mi nene, siempre serás para mi muy especial y tu felicidad estará por encima de todo.

El asunto era que parece que nuestra conversación le había excitado su polla estaba otra vez dura, menuda vitalidad, yo al notarlo se la acaricie, una vez más, él me dijo:

–Mama, tengo ganas de seguir follando, pero me gustaría ponerme encima esta vez.

–Por lo que veo mi bebe es ya un hombre, le dije, por mi encantada de que lo hagas, así mami te guiara sobre el ritmo que debes de llevar para hacer feliz a una mujer.

Le seguí acariciando su polla, luego me tumbé encima de la cama con las piernas bien abiertas, él se puso encima de mi cogí su polla con mi mano y la puse a la entrada de mi coño y le dije:

–Empuja sin miedo, mi niño.

Él lo hizo y de un golpe su polla entró en mi coño y comenzó a cabalgarme, lo hacía con ganas y con un poco de rabia, parecía querer mostrarme que era ya un macho capaz de follar a una mujer.

Y parece que de los polvos que acabábamos de echar él se había hecho con la idea del ritmo que debía de llevar para hacer feliz a una mujer, mientras yo con mis manos acariciaba su pecho, que comenzaba a estar peludo, o le tumbaba encima mío y nos besábamos apasionadamente, cuando vio que se iba a correr yo le pedí que lo hiciera sobre mi cara, él se salió de mi coño y se situó, de rodilla encima de mi cara, se la acarició un poco hasta que una abundante cantidad de su semen salió de su polla y se estrelló sobre mi cara.

Me restregué su semen, calcule el tiempo que faltaba para que mi hijo mayor volviera a casa, y vi que era suficiente, acaricie de nuevo la polla de mi hijo y vi que reaccionaba, así que le propuse:

–¿Quieres hacerlo en el culo de mama?

Él se sorprendió, me dijo que a sus amigos que había ido de putas, estas se habían negado a hacerlo, pero yo le dije:

–Pues contigo mami va a ser más puta que las putas de verdad.

Me aseguré de que su polla se pusiera bien dura y me puse a cuatro patas, le dije que se pusiera detrás de mí, lo hizo se puso de rodillas y sentí como su polla entraba dentro de mi culo, él dijo:

–Esto es delicioso mami.

–Disfrútalo mi niño.

Y él se movió en el interior de mi culo, otra vez se le notaba su falta de experiencia, pero yo le marqué el ritmo que debía de llevar y él lo siguió dándome mucho placer, lo que me llevo a correrme varias veces, hasta que el lo hizo y me llenó el culo con su leche, él me dijo:

–Mami esto es increíble, seguro que yo he disfrutado mucho más que mis amigos.

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