Mi suegro y yo emputecemos a sus otras nueras: Mirtha

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Hola me presento, me llamo Lorena, tengo 49 años, los que se hayan leído mi primer relato recordaran como mi suegro, un hombre sesentón pero muy bien conservado, padre de once hijos, entre ellos mi marido, y hombre con un cierto éxito n el mundo de los negocios, tras afrontar un intentó de rebelión de sus hijos, motivado por la decisión de su padre de separarse de su madre y juntarse con otra mujer llamada Sonia, los dominó y tomo una drástica decisión emputecer a todas sus nueras, yo fui, creo la primera a la que se le expuso la opción, o me emputecía con él como dominador, y follador, o mi familia tendría que buscarse la vida lejos de sus negocios.

Acepté y tuve una sesión muy agradable con él y con su nueva mujer. Y después mi suegro me ordenó hacerlo con Bernardo un cliente que al parecer quedó muy satisfecho.

Al día siguiente mi suegro me convocó a su casa, me recibió afectuosamente, con un beso en la boca y me dijo que Bernardo había quedado muy satisfecho conmigo, que iba en la buena dirección, después para mi sorpresa en vez de desnudarme para follar me ordenó subir al piso superior del chalet, a la habitación de Sonia, esta me esperaba desnuda, nos dios en piquito, y me dijo.

–Hoy no podemos hacerlo debes de estar muy caliente para cumplir tu misión, pero desnúdate y vamos a ver la tele.

En ese momento me di cuenta de que, en la televisión del dormitorio, que era de circuito cerrado se veía la planta de abajo, concretamente el sofá donde mi suegro se sienta, parece que iba a pasar algo y Sonia y yo íbamos a estar de espectadoras.

Al poco llamaron a la puerta, y mi suegro fue a abrir volvía hablando con alguien y cuando se sentaron pude ver de quien se trataba era Mirtha, la mujer de otro de los hijos de mi suegro, es una mujer simpática, algo más de 0 años más joven que yo, llevaba puesto un vestido azul con lunares blancos, había ido en plan elegante como yo.

Mi suegro y ella se sentaron en el sofá y él puso una de sus manos en la rodilla de ella, y comenzó a soltarle el mismo discurso que a mí que debíamos ser unas putas para pagar el intento de traición de nuestros maridos, y que teníamos la opción de seguir siendo decentes e irnos, o ser putas para que nuestros maridos siguieran trabajando para él, Mirtha, para mi sorpresa, puso una sonrisa encantadora y dijo:

–Pero querido suegro, si tú siempre me has gustado, por supuesto que voy a follar encantada contigo

Mi suegro la ordenó levantarse del sofá y el hizo lo mismo, y los dos de pie, Mirtha rodeo con sus brazos el cuello de mi suegro y se dieron un buen morreo, mientras este llevó sus manos al culo de ella y se lo acaricio, después poco a poco le fue subiendo el vestido hasta dejar al descubierto su trasero, mi suegro dijo:

–Menudo culo tienes zorra.

–Es todo para ti querido suegro, dijo Mirtha

Después mi suegro la ordenó girarse, y cuando la tuvo de espaldas a él, mientras le arrimaba su polla, aún dentro del pantalón a su trasero, llevó una de sus manos hasta el coño de ella, que solo estaba protegido por un tanga diminuto de color banco, e introdujo uno de sus dedos en el coño de su nuera.

Tras acariciarlo un momento Mirtha hizo un ademan de separarse, ¿Se habría arrepentido y se iría como una mujer decente?, proto se disiparon las dudas la nuera con un movimiento erótico, como una stripper, se desabrochó el vestido y se le quitó poco a poco, un sujetador blanco quedo a la vista, pero pronto se lo quito y dejo unas tetas preciosas a la vista, e hizo lo mismo con el tanga. Tenía el coño completamente depilado, en esos momentos se acercó a mi suegro y los dos de pie, llevó sus manos hacia el cinturón de él y de un golpe le bajo a la vez los pantalones y el short, en ese momento le dijo:

–Suegrito siéntate en el sofá y deja que tu nuera te haga feliz.

Se arrodilló le quitó primeo los zapatos y los calcetines, después hizo lo mismo con las prendas que anteriormente había hecho caer, la polla de mi suegro, completamente tiesa, quedó al aire, ella acercó su boca ella y dijo:

–Vaya querido suegro, menudo miembro que te gastas, es más grande que el de tu hijo.

Se la metió en la boca y comenzó a hacerle una mamada, se la notaba que la muy puta sabía cómo hacerlo, no sé si el afortunado era el cuñado de mi marido o había más, pero ver a esa mujer comer una polla era un espectáculo muy erótico, Sonia debí de pensarlo así porque llevó mis dedos hacia su coño y en voz muy baja, me ordenó masturbarla mientras veíamos el espectáculo, mi suegro disfruto durante un rato del amor que le dispensaba su nuera, pero desde luego quería algo más, así que la dijo:

–So puta mi polla quiere entrar dentro de tu coño.

–Tus deseos son órdenes para mí, querido suegro, dijo Mirtha.

Y sin soltar la polla de mi suegro primero se puso de pie, y luego se puso de rodillas encima de mi suegro, y llevó su cuerpo hasta las cercanías de su polla y arriando su coño al sexo de él terminó por introducírsela en su interior y se puso a cabalgarle, Mientras mi suegro llevó sus manos a las tetas de ella y dijo:

–Me encantan so zorra.

–Cariño son tuyas para que hagas con ellas lo que quieras, dijo su nuera.

Mi suegro separo las manos de las tetas de Mirtha, y las puso a su espalda haciendo que esta, sin interrumpir su follada, se pegara más a él y las tetas de su nuera se quedaron al lado de su cabeza y se puso a chuparle un pezón.

–Las tocas mejor que el cabrón de tu hijo, dijo Mirtha en medio de fuertes gemidos.

Jacobo llevó una de sus manos al culo de su nueva y comenzó a sobárselo, mientras decía:

–No me digas que el pasmado de mi hijo no te toca aquí.

–Yo creo que toca a otras, pero a mi lleva mucho que no lo hace con ganas.

–Pues yo sí, dijo mi suegro

Y siguió tocándola mientras follaban, al rato mi suegro le pidió a su nuera;

–Date la vuelta

Ella como corresponde a una nuera amorosa y complaciente, jajaja, lo hizo y estuvieron follando hasta que mi suegro dijo:

–Me vengo.

Mirtha intentó salirse, pero mi suegro lo evitó.

–Si te quedas preñada, el niño seguirá siendo de mi sangre le dijo.

De esta manera se corrido dentro del coño de su nuera. Cuando terminó de soltar su leche dejo que Mirtha se saliera, y ella se sentó en el sofá pegadita a él, diciéndole lo maravilloso follador que era, mientras le acariciaba la polla, ante los toqueteos de su nuera la polla de mi suegro se puso en forma de nuevo, en ese momento él la dijo:

–Quiero follarte por el culo.

–Todo mi cuerpo es tuyo, y por su puesto mi culo también dijo Mirtha.

Se pusieron los dos de pie, mi suegro froto su polla contra el culo de su nuera para que esta se pusiera aún más dura, y desde luego lo logró, parecía una barra de hierro, después pidió a su nuera que se pusiera a cuatro patas, como la perra que era, sobre el sofá, y él se colocó detrás de ella, y en una postura un poco rara introdujo su polla en el culo de Mirtha, esta nada más sentir la polla de Jacobo dentro de su culo comenzó a gemir como una posesa, animando a su suegro a darle más fuerte, y este animado por las palabras de su nuera lo hizo mientras la llamaba toda clase de guarrerías hasta que se corrió, al salirse el culo de su nuera estaba llenó de leche, en ese momento mi suegro la dijo:

–Descansa un poco en este sofá, tengo una sorpresa para ti.

Mirtha se quedó en el sofá a cuatro patas mientras mi suegro subió por la escalera de su chalet y vino a la habitación donde estábamos su mujer y yo y dirigiéndose a mí me dijo:

–Ahora te toca a ti zorrita, baja al piso de abajo y haz que nosotros disfrutemos de un buen espectáculo.

Salí de la habitación estaba muy caliente con el espectáculo que había visto por la cam y bajé las escaleras Mirtha seguía en el sofá muy relajada, sin duda descansando de la follada y no se dio cuenta de mi presencia hasta que no estuve muy cerca de ella, un poco perturbada, al verme desnuda delante de ella, me preguntó:

–¿Tú que haces aquí?

–Lo mismo que tú, la dije, soy tu sorpresa.

Ella tardó un momento en comprender, después me sonrió y dijo:

–Nunca hubiera imaginado que tu pudieras ser tan puta, pero si tenemos que demostrar lo putas que somos hagámoslo bien.

Acercamos nuestras bocas y nos dimos un buen morreo, acto seguido yo tomé la iniciativa, bajé mi cabeza hasta que mis labios llegaron hasta sus tetas, y comencé a chupárselas.

–A ver si ahora va a resultar que la mujer del primogénito de la familia, tan decente como parecía es una verdadera puta, dijo Mirtha riendo.

Yo seguí chupándole las tetas, ella llevó una de sus manos a mi culo y se puso a acariciármelo, lo hacía muy bien y me estaba encantando, después me empujó un poco y me quedé tumbada sobre el sofá.

–Bueno cuñadita, pues si eres una zorra habrá que hacer que disfrutes.

Y llevó su mano hasta mi coño y se puso a acariciármelo, después introdujo uno de sus dedos dentro de mi sexo, la muy puta sabía cómo hacerlo, o bien se masturbaba con frecuencia o lo hacía con otras mujeres, mientras yo gemía ella riéndose decía:

–Nunca me hubiera imaginado tener a la mujer del mayor de los hermanos abierta de piernas para que yo la masturbará jajaaj, toma cuñadita.

Me tuvo así un rato hasta que dijo:

–Menuda puta me estas resultando ser Lorena, pero creo que es hora de que subamos de nivel.

Me hizo levantar las piernas, y para mi sorpresa en esta postura, mi coño quedó al alcance de su boca, ella introdujo su lengua dentro de mi y comenzó a atacármelo, sabía lo que se hacía, me estaba haciendo gozar incluso más que Sonia, yo estaba rendida ante ella. Y no tardó en hacer que me corriera, en ese momento ella me dijo:

–¿Sabes comer coños Lorena?

Le hice una señal de que si, y ella riendo dijo:

–Menuda clase de familia estamos resultando ser, jajaja. Bueno pues demuéstramelo, cómeme el mío.

Yo me fui a levantar, pero ella me hizo una señal para que siguiera tumbada, se vino hacia mí y se puso de rodillas dejando su coño al alcance de mi boca, por supuesto no me costó comprender lo que quería, así que introduje mi lengua en el coño de Mirta y comencé a lamerle, su sabor me pareció diferente al de Sonia, pero desde luego muy apetitoso, cuando mi lengua comenzó a explorar su sexo dijo:

–Esto sí que no me lo esperaba yo, jajaja, resulta que la mujer del hijo mayor, que parece tan decente es una zorra y una lesbiana que come los coños maravillosamente bien, sigue así querida, no pares me encanta como lo haces, esto es delicioso.

Las palabras de Mirtha, por un lado, me hacía ver la visión que tenían de mí las otras mujeres de mis cuñados, nunca me había visto a mí misma como una estirada, tendría que hacerlas cambiar de opinión, comenzando por la que tenía en ese momento encima de mí. Mi lengua seguía hurgando su coño, iba a logar que esa zorrita tuviera un orgasmo gracias a mi lengua, así que la seguía tacando hasta que ella soltó un gemido gigantesco, y sus líquidos fueron a parar a mi boca.

La pedí que se tumbara sobre mí, y nuestras bocas se acercaron la una a la otra y luego lo mismo hicieron nuestras lenguas, nos fundimos en un beso delicioso:

–¿Y ahora sigues pensado que soy una estirada?, le pregunté

–Claro que no, respondió ella, veo que las dos somos un par de putas y lesbianas, jajaja.

Nos levantamos un momento quería estar libre para poder tocar plenamente el cuerpo de Mirtha, y ella parecía querer hacer lo mismo con el mío aprovechando que yo era más alta me puse detrás de ella, y rodeándola con mis manos comencé a acariciar sus tetas, como las mías no es que fueran pequeñas pero tampoco grandes, quizá fuera algo genético, pero al parecer los machos de la familia preferían que las tetas de sus mujeres no fueran demasiado grandes, después bajé mi mano hasta su coño y se lo acaricie ella se dejó llevar y comenzó a gemir, introduje uno de mis dedos en su interior, ella se retorció de gusto y al poco se corrió, tras ello me beso en la boca y me dijo:

–Cariño si vamos a ser hermanas de leche, de la leche de nuestro suegro, jajaja, déjame que te de una muestra de amor como debe de hacer una hermana pequeña con su hermana mayor.

Me pidió que me sentara en una silla del salón y después abrirme de piernas, lo hice, ella se arrodilló ante mí, acerco su cabeza a mi coño, e introdujo su lengua dentro de él nuevamente, como había sucedido hacía un rato, sabía manejar muy bien su lengua, sus lamidas atacando mi sexo, eran increíblemente certeras y deliciosas, yo la apreté contra mí, creo que mis gemidos eran muy intensos, y así me tuvo hasta que la muy zorra hizo que me corriera y cuando lo hice se tragó todos mis flujos y dijo:

–Esta bebida es más deliciosa que el champan.

Después se levantó, yo la imité, ella me hizo una señal para que me tumbara en el suelo, y abrí bien mis piernas, se puso encima de mi en una posición invertida de manera que su coño quedó al alcance de mi boca, nada más tenerle ahí volví a lamerle quería disfrutar de su sabor, ella se puso a gemir, luego de manera muy lenta se fue agachando acercando su cabeza a mi coño, y cuando llegó a su destino introdujo, nuevamente su coño dentro de mí y con su lengua se puso a lamer mi coño, la muy puta me hizo sentir divinamente, me alegré de que mi suegro nos hubiera convertido en sus zorritas.

Nuestras lenguas se enzarzaron en una competición cada una parecía decidida a volver loca de gusto a la otra y hacerla correrse antes, para demostrar que aguantaba más y comía el coño mejor, mi contrincante sabía como hacerlo sus lamidas eran muy certeras parecía tener un conocimiento preciso para volverme loca de placer, pero abrir mis ojos tuve una idea.

Llevé mis manos a su culo y lo acaricié un poco, y después introduje uno de mis dedos en el interior de su culo, ella al sentirlo dio un pequeño brinco y dejo de comerme el coño y dijo:

–No me digas cariño que también sabes hacerlo por el culo, nunca lo hubiera imaginado, al final vamos a ser dos buenas amigas y compañeras de juegos.

Y después volvió a su tarea de comerme el coño, tener mi dedo dentro de ella aumentaba el ritmo de sus jadeos la estaba haciendo gozar más, pero la realidad se impuso ella lamia mejor que yo y me hizo correrme.

Pero yo no me conformé y seguí comiéndola en coño y moviendo mi dedo dentro de su culo, sus gemidos se fueron haciendo más intensos, ella dijo:

–Al final so zorra vas a hacer que me corra.

Esa era mi idea y seguí con mi ataque hasta que ella hizo un movimiento espasmódico y noté como se corría, tras ello ella se giró nuestros coños se rozaron mientras nos dimos un beso muy apasionado, fue en ese momento cuando oímos la voz de nuestro suegro que nos decía:

–Putas menudo espectáculo nos habéis dado Sonia y yo hemos echado cuatro viéndoos.

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