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Pajas entre amigos
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Quiero comentar que esta es mi primera vez escribiendo un relato, sin embargo, es 100% real y necesito compartir esta experiencia con otras personas. Cabe decir que cambiare los nombres de los personajes para mantener el anonimato.

Me presento, me llamo Benjamín, tengo 24 años, soy un moreno de 1.75 cm y de cuerpo robusto unos 95kg, siempre creí ser heterosexual, aunque tenía este bichito de la curiosidad por saber que se sentirá el tocar otro pene o estar con un hombre. Mi curiosidad fue creciendo y era alimentada por las conversaciones con mi amigo, él es Carlos, al igual que yo nuestras medidas corporales son muy similares tanto en altura como peso, pero el en su caso es de tez más clara.

Con Carlos somos amigos de la universidad, estudiamos juntos y muchas veces nos íbamos juntos de la U a su departamento ya que él vive solo y yo pasaba por su casa para conversar o tomar alguna copa.

En el trayecto siempre conversamos sobre cosas relacionadas a sexo u hombres y las cosas que nos gustaría probar alguna vez con otra persona de nuestro mismo sexo, esto bajo la luz de que ambos éramos heteros supuestamente.

Una de esas muchas conversaciones concluyo en que el me comento que se excitaba demasiado cuando bebía alcohol, y le daban ganas de besar a otros hombres a lo cual yo le respondí que me pasaba algo similar, ese día sentí que algo cambio entre nosotros ya que hubo un extraño aire a coqueteo en esa conversación y al llegar a su departamento estábamos tan calientes que el me ofreció ver pornografía. Esta vez fue algo decepcionante ya que si bien estábamos excitados y la pornografía estaba de fondo no hicimos nada más que sobar nuestros bultos sobre el pantalón sin hacer algo más.

Luego de este suceso pasaron un par de semanas, y se realizó una de esas tantas juntas entre amigos universitarios en el departamento de él, donde nos quedábamos a dormir luego de beber toda la noche. Aquel día hubo mucha gente en su departamento la cual se quedó a dormir así que cuando él se fue acostar, yo ya excitado pensando en que ese día definitivamente pasaría algo entre nosotros lo seguí a su habitación, le pregunte si podía dormir con él y compartir cama ya que no había más espacio para descansar.

Me arme de valor y al notar que ambos estábamos medio ebrios le pregunte si estaba caliente y quería besar a alguien, acto seguido me respondió que sí y yo le dije que podíamos besarnos, en este punto nos miramos y en silencio mientras sentíamos nuestra respiración acelerarse nos besamos, sentir el calor de sus labios, la humedad de su saliva y el movimiento de su lengua me llevo al cielo, pensaba como no habíamos hecho esto antes si habíamos pasado tanto tiempo solos en su departamento.

Estaba tan excitado que no aguante más y mientras nos besábamos, baje mi mano a su bulto, lo tocaba con cuidado o lo apretaba para sentir su dureza, sin embargo, nuestra suerte no fue tan buena y una amiga de nosotros entro a la habitación. Por suerte nos separamos en el momento justo así que no sospecho nada, pero nos preguntó si podía dormir con nosotros y solo nos quedó aceptar.

En este punto ella se recostó en el suelo y nosotros en la cama, yo mientras esperaba a que ella se durmiera seguía sobando el paquete de Carlos, me encanto sentir esa sensación de dureza en su bulto por lo que le quite el cinturón y simplemente metí mi mano para sentir su pene. Ambos tenemos un tamaño similar más bien promedio, pero eso no impidió que disfrutáramos de aquella noche.

Era el primer pene que tomaba entre mis manos, nunca olvidare la sensación del calor que exhalaba ese pene y lo duro que se sentía, por lo cual lo seguí masturbando. Lo que me gusta del pene de Carlos es que lubrica demasiado por lo cual dejo mi mano llena de su liquido el cual obviamente me lleve a la boca para saborearlo, era un poco salado pero delicioso.

Luego de esto ambos nos quitamos el pantalón y la ropa interior con cuidado de no despertar a nuestra amiga, para seguir con nuestra deliciosa masturbación donde juntamos los glandes de nuestros penes y nos masturbamos así de frente mucho tiempo. Incontables veces sentí que estuve a punto de venirme, pero lo detenía ya que sino dejaríamos todo sucio.

No sé cuántas horas pasaron, pero dormíamos y despertábamos para tocar nuestros penes toda la noche, en una de esas ocasiones yo me di vuelta y el intentaba penetrarme, sentir ese pene mojado sobarse con mi culo fue una sensación increíble, pero comenté anteriormente nuestra suerte no era la mejor, y nuestra amiga se levantó al baño por lo que tuvimos que parar nuestra deliciosa aventura nocturna y finalmente dormir.

Esto fue triste ya que al otro día despertamos como si nada hubiera sucedido y nunca más volvió a suceder algo entre nosotros ya que él se alejó completamente de mí. Carlos si lees esto no sabes cuanto extraño tu pene y disfrutar nuevamente para poder terminar lo que hicimos.

Muchas gracias por leer mi primer relato espero les haya gustado tanto como yo lo viví, pueden escribirme a mi correo si gustan, es [email protected].

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