En el 2018 estuve soltero por mucho tiempo, entre que me masturbaba y veía porno, me nació el interés y morbo de saber que se sentiría tener relaciones sexuales con un hombre, no solo cogerlo sino también ser cogido. Por lo cual empecé a hablar con un chico gay que yo conocía desde hace años, charlamos y nos llevamos muy bien, poco a poco lo fui conociendo y le comenté que quería experimentar y él me dijo que deberíamos de ir a un motel en el centro de la ciudad, le comenté que me parecía bien y así fue.
En ese entonces yo era un chico gordito, no más de 1.65 y moreno, él es alguien más alto de 1.75, moreno, con un cuerpo un poco marcado.
Me sentía muy nervioso pero aún más excitado, la cita era a las 4pm, yo llegué poco antes porque siempre me ha gustado ser puntual, cuando llegó me sentí totalmente excitado, tuve una pequeña erección tengo que admitirlo, rentamos el cuarto unas 3 horas y nos metimos juntos. En cuanto entramos al cuarto nos besamos con mucho deseo, era la primera vez que besaba a un hombre y era muy rico, sentir esa barba rasposa era delicioso.
Nos desvestimos poco a poco y entonces me acosté boca abajo con mi culo al aire, el me dio un rico beso negro que me gustó mucho, después me volteó para besarme, se puso lubricante y procedió a meterme uno por uno los dedos en mi ano, debo admitir que la sensación de tener un dedo en mi ano me gustaba demasiado, mientras lo hacía me besaba y dentro de mi yo solo pedía que ya me cogiera. Cuando menos me di cuenta ya había metido sus 5 dedos dentro de mi ano, jamás me sentí tan satisfecho en mi vida, procedí a chuparle la verga, era un pito negro, grueso y muy rico.
Luego procedió a metérmela y se sintió delicioso porque su verga estaba gruesa.
Me cogió durante más de una hora porque él no quería venirse ni yo quería dejar de disfrutar esa verga que me estaba comiendo, me puso en varias posiciones, misionero, perrito, me nalgueo y me hizo suyo. Al final se vino dentro de mi, debo admitir que fue algo que me gustó muchísimo, después nos vestimos, nos despedimos con un rico beso y cada quien se fue a su casa.
Aunque después perdimos un poco de contacto de vez en cuando hablamos para vernos y coger, en su casa, en la mía, en un motel, fue una experiencia que me gustó.