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Conozco a una madura en redes sociales
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Todo comenzó en la pandemia, yo me encontraba en mi sala masturbándome cuando me llegó una notificación de Facebook, donde una señora me mandaba una solicitud de amistad, vi sus fotos y aunque no era lo mejor de lo mejor se veía bastante bien, principalmente me fascinaban sus tetas, que se veían muy grandes, estaba un poco llenita, pero eso no impedía que deslumbrara sus tetas siempre con un gran escote.

Acepté su solicitud y comenzamos a hablar, ella me decía que se había equivocado, que me confundió y por eso envió la solicitud, pero yo le quise seguir haciendo la plática, hasta que en cierto punto se tornó caliente. Ella me preguntó si yo dormía desnudo, a lo que yo le respondí que si (esto era falso jaja) ella me dijo que era muy rico, poco a poco se fue dando la situación hasta que logré que me mandara foto de sus tetas y efectivamente, eran unas tetas muy grandes y ricas, en cuestión de horas tenía las tetas de una desconocida.

Acordamos un encuentro en el metro chabacano, dio la hora y la vi llegar, realmente espectacular, traía un escote que con solo verla se me puso muy dura, la vi y lo primero que hice fue besarla, ella me respondió el beso y sentí como me puso su mano en el abdomen cerca de mi muy duro pene, intentamos platicar pero simplemente no podíamos dejar de besarnos, así que me dijo que no soportaba más y me llevó de la mano a un hotel cercano, entramos y como una fiera se lanzó sobre mí, me comenzó a besar en los labios, después en el cuello y comenzó a darme pequeñas mordidas que dolían muy rico, yo empecé a besarla y a tocarle esas hermosas tetas que se cargaba, le subí el vestido y me llevé la grata sorpresa de que llevaba una tanga de hilo dental.

Comencé metiéndole un dedo, pero ella me pedía más, así que metí un segundo dedo mientras ella me quitaba la ropa, yo quería verla desnuda así que le quité el vestido y el brasier, la deje solo en tanga, la recosté en la cama y por fin se la pude meter. Entraba sin problemas, ella estaba muy mojada y a gritos me pedía que se la metiera, se la clave hasta el fondo y solo podía escuchar lo rico que gemía. Comencé a metérsela más y más rápido, estuvimos así un buen rato hasta que me dijo que no soportaba más y se vino en mi muy rico, era tal mi excitación que inmediatamente me vine adentro de ella, lo que provocó que gimiera aún más tanto que le empezaron a temblar las piernas.

Ambos quedamos recostados en la cama, fatigados pero con una satisfacción enorme, ella me dijo que tenía tiempo que no disfrutaba de esa manera el sexo, me dio un beso y me llevo al baño para darnos una ducha.

Estando ahí me pidió que se la volviera a meter y eso hice, estuvimos en el hotel casi 4 horas haciéndolo muy rico, al final quedamos recostados en la cama viendo porno y platicando sobre la vida como si fuera lo más normal del mundo.

Nos vestimos y salimos del hotel rumbo al metro, nos dimos un beso de despedida muy apasionado y nos pusimos de acuerdo para volver a vernos.

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