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Transporte público, el secreto es saber como iniciar
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Ya tenía rato sin escribir y aquí estoy de nuevo, con nuevas aventuras que compartir con ustedes. Primero el intro de porque regresé al transporte.

No hace mucho inicie una relación con una mujer mucho menor que yo pero con ideas muy recatadas del sexo. Al principio todo era muy tierno y lindo pero al empezar a tener sexo más intenso ella fue dejando salir a esa mujer ávida de sexo y de experimentar muchas cosas. En su trabajo la pretenden varios hombres y como hay mucha confianza ella me cuenta de cómo la cortejan pero jamás llega a mas porque ella jamás me engañaría (eso dice ella) pero ahora cada que cogemos y ella está montada sobre mí, yo la agarro de la cadera o de una de sus deliciosas tetas y acerco mi otra mano a su garganta para sujetarla un poco, le encanta. Después tapo su boca con la palma de mi mano para que pueda gritar a gusto y siento su lengua como lame la palma de mi mano.

Siguiendo ese juego, aumento la penetración en ritmo y profundidad pero ahora juego con uno de mis dedos en su boca, primero rosando sus labios, como si fuera la cabeza de una verga, lista a ser devorada hasta que ella, sin poder aguantarse abre su boca y engulle por completo mi dedo y lo empieza a mamar como si de verdad fuera otra verga mientras la penetro más fuerte y rápido. Les pudo jurar que ella esta imaginando la verga de alguien más y está gozando de tener dos para ella sola. Mamando y siendo cogida. Por respeto a ella no le he propuesto nada ya que sé que se ofendería. Quizá en el futuro el tema salga y pueda cumplirle sus fantasías mas obscuras aun no contadas. Pero bueno, porque este intro? A partir de esa fantasía que veo en los ojos de mi mujer, no dejo de querer vivir cosas cargadas de adrenalina así que he regresado al transporte y siempre sucede…

En el tren ligero es el lugar mas fácil para poder intentar esta clase de acercamientos ya que no hay área exclusiva para mujeres, así que ya se podrán imaginar. Está todo a nuestra disposición. El secreto es saber identificar con quien se podría intentar. A veces van vestidas de manera provocativa o de jeans pero el secreto está en que se ponen en la puerta donde hay más hombres y se avientan dentro de la bola de gente cuando llega el tren. También hay que saber cómo acercarse, ya que hay mucho atascado que luego quiere apretarles las nalgas y pues es ahí donde hay problemas porque es demasiado molesto para ellas y ya no se logra nada. Otro factor es la imagen. SI vas limpio, bien vestido y no te ves morboso tienes más probabilidad. Yo lo que hago es tomar mi mochila, con las manos, discretamente la anclo a un dispositivo en mi cinturón para que pareciera que la agarro con las manos pero a la hora buena, llevo la mano completamente libre.

Hoy fue increíble ya que logré conectar con dos chicas en diferentes ocasiones. La primera era chaparrita, pero me llamó la atención que usaba falda negra pegadita, medias y un escote pronunciado. Desde que la vi busque de acercarme a un costado de ella y fingía estar viendo al fondo de la vía para ver si venía el tren. Hicimos contacto visual, una pequeña sonrisa y nada más. Ya había mucha gente así que cuando a lo lejos se anunció el tren todos nos empezamos a pegar hacia donde llegaría la puerta. Ella se puso justo frente a mi (cabe hacer mención que yo baje mi bóxer y tenía mi verga solo cubierta por el pantalón y ya semierecta con solo imaginar lo que estaba por suceder. A veces hago eso para aumentar las posibilidades.

Se abrió la puerta y de inmediato entramos a presión, busque no despegarme de ella y después de varios empujones y codazos de los pasajeros logré mi cometido. Solté la mochila y aproveche el movimiento y empujones y deje que mi mano reposara de manera discreta sobre el borde superior de una de sus nalgas para ir semblanteando si ella me daría entrada de tocarla. Acerté!!! No hubo ninguna reacción. Sentí esa tela suave de su falda y esa firmeza de su nalga así que mi verga comenzó a crecer y a ser notoria y como ella estaba pegada a mi evidentemente sintió como el bulto creció y mi sorpresa fue mayor cuando en un frenon del tren ella se acomodó y mi miembro quedo completamente recargado en su pierna pero sus nalgas quedaron a mis disposición.

Ella se frotaba en cada movimiento con su pierna y fue cuando puse mi mano abiertamente sobre ambas nalgas, las empecé a acariciar lentamente, suave, en momentos mi mano quedaba justo entre sus dos nalgas y dejaba que mi dedo medio bajara acariciando el borde hasta casi llegar a su culito. Pude sentir el borde de su tanga, de sus medias, y ella se seguía frotando con su pierna. En una estación bajó algo de gente pero ella no se movió de donde estaba y al entrar todas las personas obviamente nos empujaron y ahora se acomodó de nuevo y mi verga quedó justo entre sus nalgas, ella no dejaba de frotarse y empujarse hacia atrás, deseaba subirle la falda y penetrarla justo ahí, pero algunas personas se empezaron a dar cuenta y hubo que ser mas discretos.

Un par de estaciones más adelante, me aventuré un poco mas. Bajé mi mano y subí un poco su falda, solo para poder tocar ese culito tan delicioso. Logre mi cometido. Cuando ella sintió mi dedo entre sus nalgas las abrió un poco y me regalo el mejor obsequio… Sentí su humedad, lo mojada que estaba. Mi dedo quedo lleno de ese néctar tan delicioso. A la siguiente estación baje del tren y no pude hacer otra cosa que oler y probar ese manjar. La cosa es que quedé aún mas excitado.

Tome de regreso a la estación donde me encontré a esta chica para ver si conseguía algo mas. Aún era hora pico y podía seguir intentando.

Llegando a la estación, me fui de adelante hacia atrás para ver si veía algo pero nada asi que me quede parado cerca de la puerta para ver si tenía suerte de regreso y entraba alguien medio apretada pero la suerte me sonrió de nuevo. Una chica venia caminando entrando al andén y viendo donde pararse para ingresar. Pantalón de mezclilla pegadito, blusa ligera, hermosa piel blanca y unas nalgas que se perciban grandes y deliciosas. Mi sorpresa fue que se paró justo a un costado mío. De nuevo contacto visual, una leve sonrisa y a hacerse el disimulado. Cuando llegó el tren a pesar de los empujones no logramos subir (lo hice de manera intencional) asi que quedé justo a un costado de ella para esperar el siguiente vagón. Cuando éste llego entramos a empujones y por poco me alejan de ella pero me mantuve firme y quede justo a sus espaldas.

De inmediato acerque mi mano y misma técnica que la anterior. De igual manera no vi ninguna respuesta y decidí ir un poco mas lejos. No podía esperar tanto. Ya estaba super caliente y en mi pantalón ya se notaba la manchita de que mi verga estaba goteando mucho. Como íbamos espalda con espalda, me fue muy fácil posicionar mi mano justo en medio de sus nalgas y no me equivoqué, estaban deliciosas. Grandes y firmes, redonditas. Y ella me dejo seguir. Fui tocándola de manera un poco mas descarado y creo ese fue mi error porque mi mente ya estaba nublada. Pasaba mi mano de una nalga a la otra, de arriba hacia abajo, reposándola justo a la altura de su culito y quería poder tocar su vagina por atrás pero siento que ya fue demasiado invasivo. No dijo nada pero se bajó en la siguiente estación.

Durante esta incursión no dejaba de pensar en mi mujer montándome y mamando la verga de alguien mas y eso me ha tenido tan excitado que ya deseo que llegue la tarde para ir al metro y buscar alguna otra chica que esté deseosa de dejarse acariciar.

Mi mail es [email protected] por si quieren compartirme sus experiencias o intercambiar consejos.

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