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Primera vez y terminé enamorado de un negro maravilloso
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Fui de vacaciones a Estados Unidos, específicamente a Miami, primera vez en ese país.

Soy bisexual moreno de 170 cm y bien trabajado de gym, piernón y nalgón, algo que le atrae mucho a ambos géneros.

He tenido pocas experiencias con hombres, más que nada cachondeo y masajes o mamadas acordadas mediante internet a algunas transexuales bonitas vergonas, me encanta mamarla y que me chupen el culo, cosa que siempre me han pedido en esos encuentros.

Llegue al hotel frente a la playa, íbamos 2 primas y yo quien supuestamente iba cuidándolas invitado por ellas, nos adelantamos al mar y estuvimos ahí el primer día, al siguiente día en la mañana sobre la alberca ellas se adelantaron y yo las seguí, las vi fascinadas con un negro descomunal de alrededor de 195, mega negro, mega musculoso y en un traje de baño corto que marcaba unas nalgotas y un paquete increíble, al llegar él de reojo me vio, específicamente mis nalgas y piernas, cosa que me puso demasiado nervioso pues él fue demasiado evidente. Estuve tomando unas cervezas y me fui a la playa con mis primas, después regresamos al hotel, ellas se vistieron para ir de fiesta, se veían espectaculares, pero decidí no acompañarlas por haber tomado un poco, salieron temprano debido a que antes querían comprar cosas en los establecimientos de ropa. Dormí alrededor de 2 horas y baje a la alberca a las 5 de la tarde, el calor caía aun a plomo y el bronceado hacia su efecto cuando una voz gravísima sonó detrás de mí.

– Esta solo este camastro (Lo dijo en un español con acento centroamericano)

– Oh! si, adelante (Dije sorprendido y nervioso al ver quien era)

Se acostó dejándose solo el bañador blanco tipo brasileño que le marcaba ese paquete descomunal y dejo su musculoso cuerpo al sol, era una poesía verlo tumbado junto a mí, yo podía contemplarlo pues llevaba lentes oscuros y afortunadamente estábamos en un lugar algo discreto.

– Si seguimos aquí vamos a terminar con la piel bastante quemada (me dijo sacándome de mi apreciación a su cuerpo) sería recomendable ir al vapor, ayer fui y es demasiado agradable y bueno para la piel. Vamos (dijo de forma imperativa a lo que solo dije un “SI” bastante sumiso, lo seguí con algo de pena a cierta distancia, viendo su espalda ancha y ese culo gordo y redondo moviéndose a cada paso, era una mole).

Entramos y se despojó de toda la ropa poniéndose una toalla alrededor, logre ver esas montañas que tenía como nalgas y sus poderosas piernas, avanzo y se sentó en un lugar del vapor que estaba para nosotros solos, me dijo – ven siéntate aquí – indicando un lugar cerca de él, lo hice nervioso sin quitarme el bañador. Estuvimos unos 3 minutos ahí sentados, cuando en un movimiento note que algo aparecía debajo de su toalla, una barra oscura, gruesa y hermosa a pesar de estar morcillona, me puse muy cachondo, él, con lentes también, parecía no inmutarse, de repente poniendo la mano sobre mi muslo que pareció darme un choque eléctrico me dijo – anda, agáchate y cómetela, sé que lo estás deseando – lo dijo mientras haciendo a un lado su toalla se deslizó un poco sobre la banca como recostándose más, puso ambas manos tras su cabeza, abrió sus piernas dejando sus muslotes gruesos sobre la banca y su barra de carne colgando gruesa y brillosa por el sudor que emanábamos en el vapor. Como hipnotizado me hinque frente a él, tome con una mano su muslo gruesísimo, con la otra esa barra negra apuntándola hacia arriba, retire el prepucio dejando libre la cabeza morena brillante de su pene y agache mi cabeza para lamer la punta.

Estaba en la gloria con ese morenazo dándome su barra de carne tan bella, nunca había chupado el pene de un negro, si bien si me había tocado comerme una verga muy grande que conseguí por internet, pero ésta era diferente, negra, brillosa, dura, mediría unos 20 centímetros, lamí la punta, pase por todo su tronco ensalivándolo lo más que podía, lamí sus huevos que llevaba sin bello alguno, subía y bajaba por sus huevos, tronco y punta del pene, en la posición en que estaba alcanzaba a bajar con mi lengua hasta su ano sudoroso el cual lamí con mucho gusto, él se acomodó para que siguiera dándole placer, bufando a ratos y tomando con una mano mi cabeza guiando sin brusquedad mis movimientos, solo siguiéndolos, era riquísimo, estaba en el paraíso intentando con todo darle placer a este macho, su sabor me impregnaba, el sabor de su culo y verga – Dale putito cómete este chocolate como bien sabes – me calentaba lo que me decía, estaba en éxtasis – Vas a ser mi nena todas estas vacaciones, chupa putita anda, uff que rico – yo estaba en la luna como hipnotizado, adorando cada milímetro de su hombría, con mis manos tocaba su abdomen y pecho sudoroso que resbalada delicioso con el sudor, duro, musculoso, era un adonis hecho persona y lo tenía para mí. Escuchamos el ruido de una persona intentando entrar pero nos vio y eso seguro lo alejo del sauna. – Ufff que rico mariconcito, ahora ella ya sabe que eres un tragapollas, cuando te vea solo recordará tu boquita comiendo polla de macho – Me recalentó lo que me dijo aunque en cierta forma me preocupo, el detuvo mi mamada, me dijo que me levantara, me acerco a él, agarro con sus manotas mi culito moreno lampiño separándolo, me dio besos en el abdomen y pecho, se levantó me beso en los labios y me dijo- anda, ve para tu cuarto y te sigo, te voy a coger- obedecí sin chistar rojísimo, sudado, excitado y con el sabor de su verga en mi boca. Me sentía tan cachondo como nunca en mi vida y me dirigí mansito hacia mi habitación con el negrazo siguiéndome mirándome el culo a distancia prudente.

Una vez que llegamos abrí la habitación, a lo que el entro con brusquedad y decisión detrás de mí, se abalanzó frenético besándome, lamiéndome el cuello, aventándome a la cama mientras arrancaba mi traje de baño, sometiéndome me puso boca abajo, hizo que parara mi culo y hundió su lengua larga y gruesa pasándola por todas mis nalgas y mi culo, parecía lengua de vaca la que usaba para saborear cada milímetro de mis nalgas, me sentí en la gloria y no podía dejar de hacer ruidos extasiado diciendo que era delicioso, mientras él solo atinaba a chupar y lamer con frenesí, mientras decía que adoraba mi cola redondita de puto. Después de un rato paro y se puso boca arriba diciéndome – Anda nena, chúpame la verga de nuevo, déjala bien mojadita de tu babita – a lo que obediente y extasiado inicie nuevamente a comerme su vergota que apuntaba hacia arriba, estaba maravillado, le decía que amaba su verga, a lo que el sonriendo satisfecho me decía que era para mí y que yo era su puta particular, lo que me hacía sentir especial.

Aunque esto era hermoso, lo que venía delante me emocionaba sobremanera, sabía que ese negrazo semental no pararía hasta tomar mi hombría, rebajarla hasta el suelo y hacerme su nena sumisa por siempre con su barra negra incrustada en mi anito aun virgen, aunque a esa altura ese mismo anito estaba deseoso de ser entregado y yo de ser la nena de mi macho musculoso y negro. No tardó en darme la orden, me dijo que parara y me pusiera boca arriba, acomodo una almohada bajo mi cadera, levanto mis piernas y las separo y nuevamente hundió su lengua maravillosa en mi culo, nalgas, huevos, verga, me dio la mejor mamada del mundo, sentía su lengua y labios gruesos y me tenía como mantequilla con el ano palpitando de gusto, mientras lamia mis nalgas y el canalillo que va de ano a huevos, sentí un dedo húmedo entrando, creo que se había puesto cremita en él, no sé cuándo pues sentía una consistencia fría y agradable, estaba en el paraíso, sentí como su dedo entraba más, no sin resistencia, pero que era vencida por la maravilla se sexo oral que recibía al mismo tiempo, cuando acorde ya tenía todo el dedo dentro, a los que él dijo – Mira putito como te comes mi dedo completo, así te voy a meter toda mi verga para que ese culito por fin tenga dueño, nunca vas a olvidar mi verga en tu culito de hembra.

Ese hombre sabía que decir, me tenía a su merced, solo atinaba a disfrutar, gemir y decir que si a todo, que era de él, que lo amaba llegue a decirle, estaba en otro mundo. El negro siguió con lo suyo, mamándome toda la zona mientras sentía su dedo entrar y salir cada vez más rápido y sin dolor, lo giraba por dentro sacándolo y metiéndolo, me sentía realizado, pero llego el momento en que se elevó, me pidió sostener mis piernas contra mi pecho abriéndolas, embadurno su tiesa verga de crema blanca y la dirigió con hombría hacia mi anito que ya estaba bien trabajado, sentí su verga masajeándome la zona, me sentí tieso a mas no poder de mi verga, nunca había experimentado eso, fue maravilloso el masaje que daba por toda la zona deteniéndose en mi culo y presionando poco a poco – Te la voy a meter así, de frente para que veas quien es tu hombre y la verga a quien le perteneces – así fue cuando sentí que se abría paso algo inmenso, no podía soportar las sensaciones, el dolor, la intensidad y como me sentía abierto, invadido, pero también estaba maravillado viendo ese negrote con su pecho musculoso y amplio tomando y elevando mi culo redondo con sus manotas mientras su verga entraba más y más partiéndome de dolor.

Pero la imagen del hombre era tan maravillosa que enamorado soportaba lo que el avanzaba, un de repente sentí que trono algo y también a su vez algo topó, eran sus huevos y llore del gusto, estaba sin aliento, él sonrió y dijo – ya te la comiste toda mariconcito, resultaste tragón mi amor – a lo que dije – si papi, soy tuyo – apenas me salían las palabras, el saco la mitad de su pene despacio como indicándome que lo viera, volvió a untar crema y me la dejo ir nuevamente con cuidado pero sin parar, y así la saco como 5 veces lento y la metió con autoridad sin apresurarse, sentía morir del grosor, era demasiado, él lo hacía disfrutando mi rostro, dejándome ver todo el recorrido y como entraba esa barra en mi anito, nunca imagine que pudiera albergar una barra de esas dimensiones en mi primera vez, estaba feliz de darle a mi hombre esa satisfacción y sentirme una nena completa, con la verga de su hombre en el fondo del su vientre.

Paso un rato que para mí fue intensísimo mental y físicamente, mi negrazo empezó a bombear más duro, tomo mis tobillos y con movimientos amplios de su pelvis empezó a metérmela con más y más rapidez y fuerza, su tronco era largo y grueso por lo que a pesar de ello podía contemplar la entrada y salida de ese monumento de verga que colgaba entre sus piernas poderosas, estuvo asi varios minutos contemplando como tomo mi hombría partiéndola y haciéndome una nena, después de varios minutos cogiéndome así, mientras miraba mi culo invadido y mi rostro suplicante, soltó mis piernas y se dejó caer hacia mí con su verga hasta el fondo de mis entrañas, me beso, me abrazo como un oso, como una bestia abalanzada sobre su hembra, inmenso y grueso todo su cuerpo, sentía como me abarcaba completamente, como su cuerpo sudoroso y resbalaba en mí, como mis piernas en automático estaba abiertas para recibirlo, aunque sabía que si lo hubiera deseado no hubiera podido cerrarlas por tremendo tronco y el grueso de su cuerpo sobre el mío, me empezó a bombear mientras seguíamos abrazados y besándonos, a ratos me decía cosas como bonita, nena, putita, que era su hembra, su culito, etc., me sentí amado o amada, en ese momento no tenía identidad, solo era de él, lo que él quisiera que fuera para él, eso era y nada más, era un culito abierto y dispuesto para su macho, eso era, la persona más feliz del mundo.

Siguió abrazándome bombeando, mi placer era infinito, estaba en el cielo, de repente mi negrote empezó acelerar y bufar como toro, estuvo si cabe dándome cada vez con más ritmo y tensión durante 2 minutos calculo, en los que gemía, bramaba, empujaba, sudaba y parecía que mi cuerpo era un muñeco de trapo para placer de él, hasta que sentí como explotaba algo riquísimo en mi abdomen, creo que fui yo que estaba extasiado, chachondisimo, después como olas de placer sentí lo mismo pero en mis entrañas, como estas se llenaban de él, de su esencia, de su liquido cálido y abundante, el negro me apretó con fuerza sofocándome del placer, abrazándome con mi culo abierto y lleno de leche caliente, estuvo así con espasmos durante un buen tiempo, donde salían chorros de su verga inundándome, leche que no podía contener dentro mío por la abundancia y que sentía salir de mi ano abriéndose paso por el tronco de mi amante, derramándose en hilos de esperma sobre mis nalgas, nalgas abiertas por ambas manos de mi negro mientras el resto de su cuerpo descansaba totalmente sobre mi como una mole, es el momento más maravilloso que he sentido en mi vida, fue mágico.

Sentí como mi macho respiraba profundo y acelerado, satisfecho, cómo relajo su cuerpo y se mantuvo un rato como de 5 minutos sobre de mí, con su verga aun dentro, un poco más relajada pero aun sin perder del todo su dureza por lo que mi anito seguía invadido de él, aunque ya más relajado. Nunca imagine que tener un culo moreno y tan lindo me pudiera traer este tipo de experiencias tan maravillosas, estaba fascinado y feliz sin medida.

Pensaba dormir con mi macho sobre de mí y feliz, pero de repente el salió de dentro mío sintiendo un vacío terrible e inmenso, pero paso rápido cuando él se incoó sobre la cama, se agacho y empezó a lamer mi culo, nalgas y verga limpiándola de los restos de su propia leche que se había derramado y juntado con la mía, en ese momento empezó a lamerme el abdomen y verga que también tenía mucha leche derramada, tan extasiado estaba y sumiso que seguro me vine más de una vez, recordé las sensaciones y como me vine cuando él me tenía con las piernas abiertas y lo veía de frente a mi hincado, o sea que no solo fue cuando estuvimos abrazados, así siguió chupándome todo logrando otra erección en mí, siguió con su trabajo hasta que me vine a chorros nuevamente con un espasmo, me volteo como si de una muñeca se tratara, me puso boca abajo con el culo abierto y siguió chupándome limpiándome y lamiéndome, volvió a untarse de crema la verga tiesa de nuevo y la metió de una sin contemplación, solté un grito que debió escucharse 3 cuadras a la redonda y así me bombeo nuevamente entre de perrito y acostado boca abajo, como parando la cola, así estuvo bombeándome sin mentir como 15 minutos donde no hablábamos solo sudábamos y gozábamos, él gozaba viendo como su verga se habría paso en mi culito destrozado.

Mientras sostenía la carne de mis glúteos redondos, escupiendo a la entrada de mi culo, dándome nalgaditas y separando con sus manos mis nalgas y yo solo sintiendo mis entrañas destrozadas, como me venía nuevamente manchando el colchón y mi abdomen, mi pecho, así bombeo y bombeo hasta que nuevamente acelero sus movimientos viniéndose por segunda vez en mi interior, otra vez fue mágico, otra vez se separó lamiendo mi culo y toda la zona limpiándome con una hombría, era un cerdo lascivo y delicioso mi negro, dejo de lamer y se tumbó junto a mí abrazándome y cayendo los dos en un dulce sueño lleno de satisfacción y magia, la mejor cogida de mi vida y fue como puto sumiso por primera vez.

Está de más comentar lo que paso los demás días en la playa, diario me cogió más de una vez los siguientes 3 días que estuve de vacaciones, fui su puta e hice lo que él me ordeno todo el tiempo, incluso le presente a mis primas que también gozaron de su mástil negro, pero no estaba celoso, sabía que esto era un sueño y que ese negro podía tener el culo que quisiera, mis primas descubrieron mi bisexualidad, pero estuvieron agradecidas, a mí me cogió 4 días, a ellas solo 2, pero esto dio paso a mas aventuras con ellas en donde disfrute de sus cuerpos que están muy bien sin mentir, y así esas vacaciones fueron las más mágicas y reveladoras de mi vida, ahora mi sexualidad es más plena y busco de vez en cuando una buena verga para disfrutar, aunque al día de hoy recuerdo a mi negro como el mejor amante del mundo, cosa rara, tengo su teléfono y después de 3 años no lo he vuelto a buscar, creo que la distancia para mí significa mucho, además que no quiero convertirme para siempre en su puta, algo que pasaría si lo vuelvo a buscar, prefiero vivir feliz con mi novia, disfrutándola como siempre lo hago pues es maravillosa en todos los sentidos incluido en la cama, gozando de mis primas a ratos, sea con una, con ambas o con amigos que invitan para compartir sus vergas, o simplemente por internet consiguiéndome machos pitudos. Mi novia no tiene que enterarse, la amo plenamente como a nadie y eso nunca cambiará, solo mi negro tendría la capacidad de hacerme dejarla, pero eso no sucederá.

Fin

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