Hace ya algún tiempo me encontraba de paseo en Cartagena, una de las ciudades de nuestra costa caribe colombiana, estaba con mis hermanos y unos primos, en el hotel conocimos un grupo de personas que viajaron desde otra ciudad colombiana, entre ellos había una venezolana que ya llevaba un par de años viviendo en nuestro país. Esa mujer me llamó la atención desde que la vi, rubia, de ojos verdes, pequeñita y con un cuerpo que atrapaba miradas… La verdad me gustó bastante.
Comenzamos a hablar y a compartir todos, pero yo me fui acercando a charlar con la protagonista de esta historia, nos caímos bien y empezamos a conocernos mejor, lo bueno es que el viaje era de 5 días y había tiempo de sobra para conocerla y mirar que podía pasar.
Al día siguiente nos encontramos todos en la playa, tomando unos cocteles deliciosos que el hotel ofrecía y seguimos hablando, cada vez más cerquita y más cerquita… hasta que terminamos besándonos, obvio todos se dieron cuenta y comenzaron a molestarnos, pero ninguno tenía compromisos y un “amor de verano” a nadie le cae mal. Parecíamos novios jajaja, pero nada serio.
Al día siguiente en la noche por mera coincidencia jugaba nuestra selección de Colombia con la selección de su país y empezamos a molestar acerca de los resultados del partido y ella me dijo que hiciéramos una apuesta, lo cual sonó bastante interesante; le pregunté acerca de que apostábamos y me dijo “si me equipo gana usted me da lo que yo quiera y si su equipo gana yo le doy lo que usted quiera” y me dijo “no es nada de dinero ni nada material…” y después me dijo “no se preocupe que igual usted conmigo lo va a pasar muy rico…”, mi imaginación comenzó a volar y le dije que sí.
Llegó la noche, estábamos todos en el bar del hotel viendo el partido, ella y yo nos molestábamos el uno al otro con la apuesta, pero al oído porque nadie sabía… finalmente el partido quedó 1–1, ninguno ganó, entonces decidimos que ambos pagaríamos la apuesta, nos fuimos para su habitación la cual compartía con otras 2 amigas, pero además que ya lo tenía planeado porque nunca llegaron.
Entramos y comenzamos a besarnos muy apasionadamente y comenzamos a acariciarnos, le quité su blusita y le levanté su faldita y comencé a acariciarle su cosita por encima, luego le bajé su ropa interior y me arrodillé y le di una buena chupada en esa cosita, a lo que ella respondió con una mamada deliciosa, después la acosté sobre la cama y empecé a penetrarla muy suave y luego un poco mas rápido.
Luego me acosté boca arriba y ella se sentó encima de mí y comenzó a cabalgarme la verga sin detenerse, eso fue delicioso le pedí que parara y la puse en 4 y empecé a darle con muchas ganas hasta que sentí venirme y lo derramé todo sobre su hermoso culo.
La apuesta fue saldada, pero al día siguiente también pudimos estar solos y lo hicimos otras 2 veces.
Luego del viaje no la volví a ver, vivimos en ciudades diferentes, pero si hablamos mucho, nos mandábamos fotos y hacíamos locuras por cam. Ella al tiempo volvió a su país y poco a poco fuimos perdiendo contacto, pero la apuesta quedó saldada.