Había pasado un año desde nuestra aventura con la amiga de Belén y su pareja. Durante ese tiempo, habíamos tenido conversaciones sobre lo ocurrido aquella noche de locura, y aunque algunas cosas aún no se habían discutido en detalle, había quedado todo claro y en orden. De hecho, no podíamos evitar fantasear de vez en cuando con aquel encuentro.
A pesar de que mi pareja y Cathy no se habían visto desde aquel día, mantenían contacto a través de mensajes. La semana pasada, finalmente acordaron reunirse para tener una conversación pendiente. Belén salió a encontrarse con Cathy y luego de algunas horas me envió un mensaje preguntándome si estaba de acuerdo en que Cathy se quedara en nuestro departamento. En resumen, Cathy estaba pasando por un mal momento debido a su reciente ruptura con Emma, su pareja en ese entonces.
Yo: "¿Quieres que la consolamos?"
Belén: "No seas tonto, está triste. Ha llorado varias veces, así que no creo que tenga la mente puesta en cosas sexuales".
Yo: "Era una broma, me lo imaginaba. No hay problema en que se quede".
Esa noche, tanto mi pareja como yo habíamos salido por separado, pero acordamos encontrarnos en un lugar determinado con el fin de llegar juntos al hogar. Al llegar al punto de encuentro, saludé a mi novia y luego abracé a Cathy, su semblante dejaba notar su tristeza. Era evidente que ambas habían estado bebiendo.
Como la vez anterior, decidimos llamar a un Uber y, durante el trayecto, Cathy nuevamente se quedó dormida apoyada en mi hombro. Al llegar a casa, ella manifestó tener ganas de ver una película, comentando que le costaba mucho dormirse en el último tiempo.
Belén, debido al cansancio, decidió que viéramos la película en la cama. Al ser principios de diciembre, no estaba seguro de cómo vestirme para que Cathy no se sintiera incomoda, así que opté por usar un short y una polera, sin ropa interior. Cathy, la amiga de mi pareja, se acostó después de mí, llevando puesta una polera larga (al igual que mi pareja). Finalmente, Belén se unió a nosotros, quedando Cathy en medio.
Conforme la película avanzaba, el cansancio se apoderaba de todos y poco a poco nos fuimos quedando dormidos. Observé a mi pareja ser la primera en caer en un sueño profundo, y yo mismo me encontraba al borde de dormirme. En ese instante, Cathy se acercó y me susurró suavemente si podía abrazarla. Entre el estado de somnolencia, extendí mi brazo y ella acomodó su cabeza en mi pecho.
Poco a poco, me fui durmiendo. Sin embargo, minutos más tarde, las ganas de ir al baño me despertaron. Al darme cuenta de que la película había terminado, busqué el control remoto para apagar la tv. En ese momento, noté que Cathy aún estaba dormida, con su mano debajo de mi polera y reposando sobre mi pecho.
Belén se despertó y se levantó para ir al baño. Al regresar, no pareció agradarle la situación en la que nos encontrábamos. Decidí despertar a Cathy y también me dirigí al baño. Al regresar, vi que mi pareja ocupaba mucho espacio en la cama y opté por dormir en el sofá.
Una vez acomodado en el sofá, noto que Cathy se levanta y se dirige al baño. Pasaron algunos segundos, regresó y se acercó a mí y me dijo: "no quiero que te quedes aquí durmiendo en el sofá por mi culpa", me dijo en voz baja.
Yo: "No te preocupes, no hay problema".
Cathy: "Perdóname, me hubiera gustado venir más animada".
Yo: "No tienes que disculparte por nada. Espero que esta salida te esté ayudando a distraerte".
Cathy: "Sí, gracias a ustedes. ¿Puedo abrazarte?".
Yo: "Claro".
Cathy se sentó a mi lado en el sofá y me abrazó durante varios segundos. "Qué rico hueles", me susurró al oído. "Me recuerdas a aquella noche de locura".
Ella me da un tierno beso en la cara para despedirse, el cual curiosamente fue bien cerca de mi boca. Sin embargo, antes de irse baja su mano para tocar mi pene sobre el short y me dice: “no creas que no he pensado en ti”.
Yo: “me hablas a mi cierto? jaja”
Cathy: “mmm si también jeje, he soñado con probarlo de nuevo”.
Para poner paños fríos al momento, se pone de pie y se va a la cama con Belén. Mientras la veo alejarme me doy cuenta de que antes de entrar a la habitación se quita la ropa interior dejándola en el piso. Eso me sorprendió bastante.
Luego de unos 5 minutos escuché algunos ruidos que llamaron mi atención, me levanté lentamente a mirar. Empujé la puerta con suavidad y cuando por fin tengo ángulo de visión, veo a Cathy masturbando a mi polola.
Con Belén habíamos fantaseado muchas veces lo ocurrido aquella noche, y principalmente la había hecho reconocer más de una vez lo caliente que le ponía su amiga. Es más, varias veces le pregunté si quería repetir y en nuestra fantasía nunca dudaba en darme un “sí”.
En un momento, Cathy se quita la polera quedando desnuda, se sube sobre Belén, pone sus tetas sobre la cara para ser devoradas por ella desesperadamente. Luego, le quita la ropa e inmediatamente baja a comerle la vagina, Belén la tomó de la cabeza, mientras su amiga hábilmente le daba placer con su lengua.
Por mi parte continuaba mirando escondido y me masturbaba lentamente para no ser detectado.
En un momento Cathy fue a buscar su bolso, el cual estaba a un costado de la cama. Belén encendió la luz pequeña y vio que su amiga sacaba un tremendo consolador doble.
Cathy: “amiga mira, quiero que lo usemos más adelante”.
Belén: “lo has usado antes?”.
Cathy: “claro, que sí”.
Para mi sorpresa y antes de que probaran suerte con su amigo de goma; mi polola le pidió a su amiga que se pusiera en 4 y comenzó a disfrutar de su vagina. Desde mi posición tenía un plano privilegiado de la raja de Cathy y como era invadida por los dedos y boca de mi pareja. Le metió suavemente dos dedos mientras iba succionando y jugando con su lengua, primero en su vagina y luego en su ano. Pasaron varios minutos en esa pose mientras Cathy gemía e intentaba decir palabras entrecortadas, a continuación, tomó con una mano la cabeza de mi pareja para empujarla contra su vagina.
Cathy: “hazlo más fuerte, estoy apunto”.
Belén aceleró el ritmo y mientras introducía dos dedos en su interior, con los dedos de la otra mano le frotó el clítoris. Después de algunos segundos Cathy dio sus gemidos finales y acabó de manera furiosa. Sin perder tiempo fue a besar intensamente a Belén, luego bajó a comerle los senos, sus pezones estaban como rocas.
Cathy siguió bajando hasta la vagina de mi pareja, apretaba sus labios vaginas hasta llegar hasta a su clítoris. Pasaba su lengua lentamente. Después, comenzó a meterle dos dedos mientras Belén la seguía atenta con la mirada.
Belén: “probemos tu juguete”, le dijo con la voz entrecortada a su amiga.
Su amiga estiró su mano, mi pareja instintivamente se dio vuelta. Cathy le metió el consolador lentamente, y mientras iba entrando le aprovechó de pasar la lengua por el ano, cosa que Belén disfrutó mucho, cuando notó que la vagina de mi polola ya estaba bien adaptada al juguete, Cathy se dio vuelta y también se metió el consolador por el otro extremo, al darse vuelta me vio de inmediato, pero no detuvo su labor. Ambas chicas quedaron en 4 con el dildo introducido en sus vaginas, así iban cambiando cada cierto rato, hasta que sincronizaron sus movimientos. Me puse de pie, me acerqué a su a amiga y puse mi pene en su boca, ésta la abrió y lo comenzó a chupar con muchas ganas, además puse mis manos en su cabeza, corrí su cabello y empecé a follar su boca cada cierto rato. Se notaba que tenía muchas ganas de chuparlo. Belén se dio cuenta inmediatamente, pero siguió disfrutando del momento, después de un rato fui donde mi pareja y le follé la boca a ella.
Cathy se quitó el juguete de su interior y se puso al lado de mi polola y comenzó a decirnos: “me toqué tantas veces pensando en ustedes”.
Belén: “nosotros también lo hicimos”.
Cathy: “me di cuenta cuando por fin me probaste la vagina, lo hiciste muy rico”.
Belén: “tenía muchas ganas de hacerlo, la tienes rica amiga”.
Cathy: “estuvo muy rico, pero también tengo muchas ganas de otra cosa”.
B: “Quieres que te lo meta Eric?”.
C: “siii, no he dejado de pensar en eso desde esa vez, la quiero toda adentro”.
B: “amor, méteselo. Se que lo quieres, lo fantaseamos muchas veces, hazlo ahora”, me dijo Belén.
Sin decir nada acosté a Cathy, me subí sobre ella, metí la punta de mi pene y pude sentir el calor que emanaba su cuerpo y como prácticamente su vagina estaba escurriendo. Luego subí sus pies hasta mis hombros, y se lo empecé a meter profundo, pero lentamente. Ella estaba con los ojos blancos y su boca abierta. No decía nada, pero por su expresión nos dábamos cuenta como ella disfrutaba.
Subí poco a poco la intensidad de mis embestidas, mis bolas chocaban contra su trasero mientras mi pene muy duro se abría paso en una vagina bastante apretada, el palmoteo de las penetraciones se escuchaba por todos lados.
Belén: “fuerte amor, lo necesita”.
La sometí con todas mis fuerzas, el sudor caía de mi cuerpo. Cathy seguía con los ojos blancos y la boca abierta, luego comenzó todo su cuerpo a temblar y me dijo: “no pares por favor”.
La sentimos acabar escandalosamente mientras se abrazaba de mí. Después nos confesó que ese había sido uno de los orgasmos más fuertes que había tenido en mucho tiempo.
Mi pareja me besó mientras Cathy se fue acomodando a nuestro lado y de momento se dedicó a observarnos. Belén se puso en 4 y puso su cabeza en la almohada, la penetré así mientras la tomaba muy fuerte de sus caderas, esa pose le encantaba de sobremanera. Su amiga levantó su cabeza para besarla, estuvieron en eso algunos momentos, por lo que tuve que bajar la intensidad de la penetración.
A continuación, Cathy se puso debajo de Belén para comerle las tetas. Eso le gustó mucho a mi polola, por lo que yo subí la intensidad nuevamente, pero cuando su amiga la notó casi lista, se puso en un 69 con ella, mientras yo la penetraba. Cathy comenzó a jugar con clítoris de mi pareja y Belén no aguantó más, acabó con un fuerte gemido.
Mi pareja fue al baño, mientras Cathy quedó acostada de espaldas con su cabeza colgando. Por lo que fue casi natural que se lo metiera nuevamente por la boca. Llevo una mano a su clítoris y la otra a sus pezones, por mi parte le metía todo el pene hasta llegar con mis bolas hasta casi su nariz, pensé que con eso acabaría, pero, en ese mismo momento regresó Belén y se acomodó para darle sexo oral a su amiga.
Guie a mi pareja para poder lamerle el clítoris al mismo tiempo que ella se lo chupaba a Cathy, la puse de lado, abrí sus piernas y metí mi cabeza entre ellas, le dije “haz lo mismo con Cathy para que la sigas chupando”. Belén entendió el mensaje, al igual que su amiga, la cual hizo exactamente lo que yo esperaba que hiciera y comenzó a meterse mi pene en su boca. Para explicarles bien, quedamos en un perfecto triángulo de sexo oral. Donde yo le daba placer con la boca a mi pareja, al mismo tiempo en que ella le daba a su amiga, y a la vez Cathy me comía el pene. La escena era la perfección y así estuvimos varios minutos. A decir verdad, hace bastante rato que ya no daba más y le dije a Belén: “¿se lo echo todo en la boca a Cathy?”. Pregunta que fue respondida por su amiga “lo quiero todo, me lo tragaré”, nos dijo. No la hice esperar, y sin perder detalle de como mi polola le daba con todo a la vagina de su amiga fui tirando varios chorros calientes de semen hasta la garganta de Cathy, que luego de acabar siguió mamándola como si nada y luego de unos segundos dijo: “estaba tan rico”.
A continuación, nos pusimos de pie y nos fuimos a refrescar, volvimos a la cama, hablamos y reímos del asunto varios minutos, hasta que nos dormimos.
No sé cuánto tiempo habrá pasado, estaba profundamente dormido, pero mi sueño fue gratamente interrumpido por la boquita deliciosa de Cathy, que me lo chupaba sin apuro al lado de mi pareja. Aún era de amanecida y cuando ellas notaron que estaba despierto, se besaron intensamente con mi pene casi entremedio de sus bocas. A continuación, su amiga se subió sobre mí y puso mi miembro duro dentro de su vagina.
Cathy montaba con mucho deseo, acerqué su cuerpo al mío y me comencé a comer sus deliciosos senos que se movían al mismo ritmo de sus caderas, que iban de atrás hacía adelante a toda velocidad. Belén sacó la almohada que estaba en mi cabeza y me dijo que me bajara un poco, se subió sobre mí y además de ser montado por Cathy, tenía todo el gran trasero de mi polola en mi cara. También por los ruidos se escuchaban como se besaban y se comías las tetas entre ellas, sin duda era el mejor despertar.
Después de un rato ellas cambiaron de posición, Belén se montó sobre mi pene y Cathy se sentó sobre mi boca. Noté a Belén muy caliente en un momento y me di cuenta como poco a poco se acercaba al orgasmo, levanté mi pelvis, ella se tomó de los hombros de su amiga y comenzó a acabar. Sentí un calor abismal sobre mi pene. Luego de haber acabado, se salió y le dijo a su amiga: “móntalo, es todo tuyo”.
Cathy se metió nuevamente mi pene, esta vez lleno de los fluidos de mi polola y empezó a moverse de adelante hacía atrás, sus tetas me tenían vuelto loco, pero tenía que aguantar. Además, comenzó a frotarse el clítoris mientras estaba arriba. Al mismo tiempo que se frotaba se sacó mi pene y lo fue acomodando en su ano, ambos estábamos muy lubricados, por lo que fue algo sencillo para ella de hacer, una vez bien acomodada comenzó a menearse con mi pene duro dentro de su culo al mismo tiempo que se frotaba el clítoris. Belén regresó luego de ir al baño y sólo atinó chuparle sus ricos senos. Luego Cathy nos dijo: “quiero intentar algo”.
Con mi verga adentro de su ano se giró lentamente dándome la espalda, y le dijo a mi pareja, “méteme el consolador por la vagina por favor, quiero doble penetración”. Mi pareja lo hizo inmediatamente, su amiga puso sus ojos en blanco y se quedó en silencio, con movimientos lentos y cortos se fue acercando al orgasmo, hasta que finalmente comenzó a acabar con fuertes gemidos y algunos gritos. Que caliente era su amiga, estaba cumpliendo seguramente todas sus fantasías acumuladas.
A esa altura yo no daba más y se los hice saber. Les pedí arrodillarse en el piso, me masturbé varias veces y empecé a tirarles todo mi semen directamente a sus bocas.
Nos volvimos a dormir. Al despertar a la mañana me fui a duchar en soledad, pero a los segundos entró mi polola, se tardó muy poco tiempo en ducharse, me lo chupó algunos segundos y se fue. Luego entró Cathy, jabonó su cuerpo de manera muy sensual, puso mis manos es su cuerpo y me dijo “ayúdame, es más rico así”. Metí los dedos a su vagina y luego con su cuerpo ágil ella se subió sobre mí, yo la tomé del trasero y se fue acomodando mientras entraba mi pene en su vagina. La apoyé contra la pared y me la fui follando así, al mismo tiempo en que ella me besaba. Después se salió, bajó a mi pene y me dijo: “Belén me acaba de decir como dejarte loco”. Me lo chupó con todas las ganas de sacarme la leche, estuvo algunos minutos así y la verdad debo decir que entre lo deseosa que estaba ella por chuparlo y lo que le había dicho mi pareja de cómo me gusta precisamente que me lo hagan no quise aguantar más, los primeros chorros fueron en su boca y el resto en su cara, el cual ella se fue esparciendo por todo su delicioso cuerpo hasta llegar a sus deseadas tetas. Fue muy excitante el momento, se enjuagó y se fue.
Al salir de la ducha, ellas estaban preparando el desayuno, comimos y fuimos a dejar a Cathy hasta la parada, en la tarde conversamos sobre lo ocurrido y acordamos en que no había problema de compartir estas aventuras, siempre y cuando no afectara nuestra relación.
Con el tiempo Cathy volvió a salir con hombres. Ella nos dijo que lo importante no era el sexo de su pareja, sino la persona en sí misma.
Todo lo ocurrido con su amiga fue una experiencia inolvidable que nos hizo descubrirnos mucho más como pareja.