Desde que empecé a tener relaciones y con los 5 chicos con los que mantuve relaciones formales (novios) mis pies fueron protagonistas, incluso con mis relaciones esporádicas.
Tengo que decir, que los hombres y las mujeres, me comentan que tengo unos pies muy bonitos y excitantes, con una talla de calzado muy normal 39 europeo.
Hace unos años, tuvimos una pequeña crisis de pareja, decidimos hacer algo para salvarlo o estropearlo, pero acabar con ello, la idea era ser un poco más liberales y en un momento dado el estar con otras personas, pero eso os lo cuenta mi esposo.
Un día apareció mi amiga Lourdes en nuestra casa para pedirme que le prestase unas bailarinas blancas, como buenos fetichistas, dispongo de un montón de calzado y por supuesto se las deje para el compromiso que tenía.
Lourdes es una chica muy guapa y tiene unos pies perfectos, los cuales le encantan a mi marido.
Cuando se marchó con ellas, Carlos me comentó lo caliente que le parecía el saber que luego me las pondría yo, además por el bulto de su pantalón y porque se pasó los dos días siguientes preguntando cuando me las devolvería su excitación era muy grande.
Decidí intentar hacerle un pequeño regalo a Carlos y hablé con Lourdes del tema, (las dos somos bixes, aunque no tenemos muchas relaciones con otras chicas) y ascendió a ayudarme.
A los dos días Lourdes, apareció en mi casa como yo la dije, con mis zapatos puestos y solicitándome que le prestara unas sandalias planas, por supuesto que ascendí a dejárselas, se quitó los zapatos y se puso las sandalias, lucían sus pies preciosos, Carlos se sentó para disimular su excitación, en ese momento la recrimine que sus uñas no estaban pintadas y que mi amiga tenía que ir impecable con esas sandalias.
Le dije
– quieres que te las pinte?
– que bien, pero me darás también un masaje?
– claro
Carlos estaba como ido, se puso un cojín delante de su pantalón, siempre me decía que una fantasía suya era verme tocar y que tocase los pies otra chica
Me dijo Lourdes:
– luego te las Pinto yo a ti
– vale, del mismo color
Se quitó las sandalias y me puso sus pies en mis piernas.
-que suaves y bonitos tienes los pies, dan ganas de besarlos
-los tuyos también son preciosos y seguro que suaves.
Me quité la bailarina y le puse uno de mis pies en su mano.
-también son para besarlos
-si quieres hacerlo?
-lo mismo te digo
Empecé a besar su pie, mientras Carlos miraba la escena alucinado y dio un suspiro cuando Lourdes empezó con el mío.
Me empecé a animar y saqué mi lengua, la metí entre sus dedos uno a uno, después chupé sus dedos.
– ahora te toca a ti
– sabes que me estoy excitando?
Empezó a chuparme los pies.
– Carlos, quieres probar? dijo Lourdes
Le tendí la mano y lo sentamos entre medias de las dos, le puse mi pie izquierdo en la cara y Lourdes el derecho y con los otros empezamos a frotar su entrepierna, que estaba totalmente abultada.
Él nos besaba, lamía y chupaba como loco, en un momento dado, note como mi pie, se mojaba con un líquido caliente.
– bueno Marta, ahora sigues tu
– claro, te tengo que pintar las uñas
Cuando las tuvimos pintadas las dos volvimos a la carga con Carlos.
Después nos dio las gracias a las dos y nos pidió repetir otro día, como algunos saben, yo le suelo conseguir a mi marido, de vez en cuando, algunos pies diferentes a los míos.
Os iré contando.