No hay nada que me guste más que chuparle la verga a mi novio. A veces me da un poco de vergüenza, pero él ya sabe que me pone cachonda solo verle cuando se desviste. A veces estamos por fuera, en algún centro comercial y cuando me lo imagino desnudo con su pene erecto, me acuerdo como huele, como sabe, y me quiero comer su verga donde sea.
Ayer no pudimos vernos porque tuvo que viajar por trabajo. Yo me aburrí un poco y después de ver una peli, me puse a mirar algunas de las fotos que nos tiramos a veces cuando tenemos sexo. No fue sino ver esa verga y enseguida me puse muy cachonda. Cerré con seguro doble la puerta de mie cuarto por si alguien entraba, y decidí que iba a masturbarme con todas las fotos. Eso no lo logre, nada más con ver la primera empecé a masturbarme sola, con mis ojos cerrados.
Me gusta tocarme con los calzones puestos, los corro hacia un lado y me imagino que él lo hace y me pongo más caliente aún. Primero me acaricie las teticas y los pezones estaban bien duritos, me los pellizque bastante llegando al límite del dolor, pero estaba cada vez más excitada. Cuando corrí mi tanga, aunque ya sentía la humedad en mi vagina, no me imagine que estaba tan mojada.
Fue delicioso tocarme y sentir ese fluido viscoso que me permitió acariciarme mi clítoris de arriba hacia abajo, muy lubricada con uno, con dos y tres dedos, metiéndolos de vez en cuando en mi vagina, moviendo los dedos todos sobre la zona de mi clítoris mientras iba sintiendo que aparecía esa sensación de orgasmo latente…
Mientras me acariciaba pensaba en la verga de Antonio. Siempre está parada y es grande, me encanta chupársela, y sobre todo en la cabecita, porque lo hace gemir y estremecerse, y siento como las primeras goteritas de su semen llegan a mi boca. Me seguía tocando de manera deliciosa, imaginando esa verga caliente, cambiando la velocidad en que acariciaba mi clítoris, a veces más rápido o más lento, con más fuerza, con menos presión y hasta por momentos me tocaba mi culito…
Pensaba en Antonio y me acorde de la última vez que le hice un oral en su carro, con mucha gente afuera que si no éramos cuidadosos podían vernos. Me gusta chupársela y masturbarlo con las manos bien mojadas, luego comérmela hasta el fondo… Pasaron por mi cabeza todas las veces que cuando ya lo siento muy excitado, gimiendo y moviéndose, me como de nuevo su verga hasta que se viene y me llena la boca de su leche a chorros. Me gusta tanto como sabe su semen que me tuve que chupar mis dedos a ver como estaba sabiendo todo lo que salía de mi vagina, estaba muy muy mojada.
Después de chuparme los dedos no pude retener más mi deseo, involuntariamente mi cadera empezó a moverse como en vaivén, y sentí el orgasmo venir, largo y lento, con los ojos cerrados, muy mojada, y con la verga y el semen de Antonio en mi mente. Mi vagina comenzó a contraerse y pum, me vine con tanto placer que gemí y mi respiración se alteró.
Miré el reloj y conté las horas que faltaban para que llegara Antonio. Como voy por el al aeropuerto, se la voy a chupar en el carro y ya le mandé mi foto donde se vaya toda la humedad para que sepa la follada que le espera.