Por fin, después de 2 años pudimos juntarnos para la cena de empresa. Yo, soy Mayte, tengo 49 años y trabajo en una notaría y como os estaba contando, después de restricciones y demás, este año haremos cena de navidad.
En la empresa somos siete personas todas chicas hasta la Notaria y yo soy la mas joven ji ji ji. La verdad es que no estoy nada mal de cuerpo, está mal que lo diga yo, pero me cuido y hago fitness. Soy rubita rizosa, 1,66, de piel blanquita, unas buenas y firmes tetas naturales y un culito bien puesto. Bueno, total que me depilé bien mis partes y demás, me vestí; medias negras, tanguita negro y un vestido corto de tirantes negro.
Cenamos en Casa Paco, y después ya un poco contentillas fuimos a tomar una copa al “Davis” un local allí cerca, había cola para entrar, pedían PCR y la cola iba lenta.
-Madre mía ¡¡cómo está el negro de la puerta!! ja ja jaja, quien lo pillara… -Decía Sonia, de 62 años a gritos.
-pues yo nunca lo hice con un negro ji ji ji
Nos reímos todas.
-pues no sabes lo que te pierdes ji jiji
-no sabes lo que es follar hasta que no pruebas un pollon de esos ja ja ja
-No será para tanto ji ji (dije yo)
Por fin llegamos a la altura del mazas negro, menudo paquete tenía, nos entró la risa a todas, el negro nos echó una mirada fulminante y a mi concretamente me miro de arriba abajo, acojonaba pero a la vez me excitaba me imaginaba guarradas.
Empezamos a tomar copas, yo creo que fueron 5 o 6 rondas de gin-tonic, las mas mayores se fueron marchando y quedamos Tere y yo.
-Tere, yo me voy que estoy fatal
-Yo me quedo
-Ok, bajo al baño y me voy, nos vemos.
Tere se había encontrado con unos amigos y se quedó. Bajé al baño, hice pis, me arreglé un poco y salí era un pasillo oscuro.
De repente en la oscuridad vi unos ojos blancos, era el mazas negro, me agarró de la mano, me metió para el almacén y me empujó hacia la pared.
-¿Que ?, que haces, déjame…
Había cogido mi mano y me la había puesto en su paquete, era durísimo y grandísimo, seguí tocando me atraía y además estaba cachonda y mojada. Su gigantesco y experto dedo ya estaba jugando con mis jugos.
-¿Quieres saber lo que es la polla de un negro?, ya que no lo sabes eh rubita cachonda?
Me quede muda, no sabía que hacer estaba cachonda y a vez muy asustada y esa mezcla me ponía más cachonda todavía.
No sé cómo ni cuándo ni por qué, pero yo tenía en mis manos, porque en una no cabía, una enorme, venosa, negra, brillante y preciosa polla, su capullo era marroncito y perfecto apetecía comérselo.
-Baja y chupa rubia a ver como lo haces…
No tuvo que repetírmelo, en aquel momento, yo ya estaba cachondísima y necesitaba saber lo que era un negro. Olía diferente, fuerte, como cuero, me excitaba ese olor, Era muy grande, bastante más que la de mi marido supongo que serían 25 cm.
Tenía que hacer mucho esfuerzo para meterla en la boca, así que empecé a lamer su glande por todas sus curvas, así estuve disfrutando un buen rato hasta que me la metió en la boca, casi a la fuerza, solo entraba el capullo, abrí la boca todo lo que pude y empezó a follarme la boca contra la pared, sujetándome del pelo y de rodillas. De las comisuras de mi boca colgaban babas y líquidos seminales, para mi en aquel momento deliciosos…
Estaba muy cachonda un negro me usaba a su antojo y eso me estaba gustando…
Mucho, muchooo…
Cuando se cansó de follarme la boca, me levantó y me dio la vuelta, me puso contra la pared, me levanto el vestido y me arranco el tanga de cuajo, reconozco que eso me dejo cachonda no, lo siguiente…
Me separó un poco las piernas torpe y bruscamente y buscó con su polla mi ardiente chocho y me la metió hasta el fondo, estaba tan mojada que entró a la primera.
¡¡¡Joderrr!!! eso sí, eso era otra cosa “ese pollón” llegó tan, tan a fondo que nunca ninguna polla había llegado antes bufff… Me mojo las bragas cada vez que lo recuerdo, me sentía llena de polla, nada más que me la metió me corrí como una cerda.
-Aghhh, ahiiiis joderrr ahhh ummm….
-¿te gusta rubita?, ¿te gusta cómo te folla el negro?
-¡¡Ahhh, si joderrr mucho…!!
No podía evitar gritar estaba siendo follada por un ser superior, nunca había sentido así…
-¡¡No grites joder!! que nos pueden oír.
Me tapó la boca con sus dedos húmedos y grandes llenos de babas y líquidos que yo empecé a lamer, luego me metió un dedo en la boca y empecé a chupárselo como si fuera su polla, y comenzó a taladrarme fuerte y con ritmo era un experto.
Me estuvo taladrando como un animal casi 20 minutos, perdí la cuenta de mis orgasmos casi no podía tenerme en pie del temblor de piernas, pero que placer ¡¡Joderrrr, que polvo!!
Se corrió como un animal, dejándome el coño y los muslos llenos de leche y temblado de placer…
-Espero que te haya gustado rubita, cuando quieras más polla aquí estaré, ahora límpiame bien la polla…
Obedecí, le limpié la polla con mi lengua hasta sacarle brillo e intenté chupársela de nuevo, era preciosa y me tenía embelesada.
-Tranquila rubita, ya me la chuparás otro día, además me falta follarte ese culo blanquito… ja ja ja, me llevo tu tanga, que los colecciono je je je… -Me decía mientras me golpeaba con su pollón ya flácido en los papos.
Salí de allí como pude sin bragas y empapada de líquidos, llegué a casa, me duché y me acosté, estaba destrozada, un mandingo me había echado el polvo de mi vida Jesuuus…
Por la mañana, desayuné y ya sola en casa busqué en mi bolso un cigarro. Al abrirlo me encontré, joder ¡¡el calzoncillo del negro!! con un papel y su número de teléfono, instintivamente me lo llevé a la nariz.
Ummm olía a su polla, fuerte a macho… ufff, lamí y olí esos sucios calzoncillos mientras me masturbaba pensando en lo que la noche anterior me había dicho “me falta follarte el culo…”
Creo que continuará…
El amante Andaluz 2021