Este es mi primer relato, soy Omar, un joven de 22 años con un cuerpo normal casi delgado, aunque mis piernas son algo gorditas.
Hace unos meses tuve una discusión con mi familia por lo cual decidí irme de casa, mi amigo Daniel con quien hemos compartido durante años me propuso vivir juntos en su departamento mientras que podía encontrar otro lugar para quedarme.
Daniel tiene 24 y desde los 20 comenzó a trabajar y ser independiente, esto era agradable, ya que, me sentía muy cómodo viviendo allí.
Durante un fin de semana nos pusimos a beber un poco de whisky cuando comenzó a hablarme sobre la situación de nuestra convivencia.
-Mira… No te lo tomes a mal, pero vas a tener que buscar un empleo pronto, estoy corriendo con muchos gastos y aunque seamos amigos, deberías aportar algo. – Me dijo mientras servía los tragos.
-Dani, he buscado, pero nadie quiere contratarme, he buscado hasta el cansancio y no he podido encontrar nada…
-Se que estas buscando trabajo, pero en serio, he tenido que pagar muchas cosas últimamente y necesito que me ayudes con eso.
-Te lo juro, haré todo lo posible por ayudarte como tú me ayudaste a mí.
Al terminar un par de vasos y con la botella a medio vaciar, me propuso una apuesta mientras sacaba una baraja de póker.
-Hagamos una apuesta, jugaremos a quien saca la carta más alta, si ganas, no tendrás que buscar empleo durante 2 meses más, pero si yo gano, esos 2 meses que prometí, tendrás que hacer todo lo que yo te diga…
Me miro con una cara risueña por el alcohol y yo en mi evidente borrachera solamente accedí por el lujo de no hacer nada durante 2 meses.
-Perfecto jajaja juguemos entonces.
Revolvió las cartas y las extendió en la mesa, al hacer esto sacó su carta y la volteo para que la viese, era un 8 de corazones, una carta no muy alta, tenía mi oportunidad.
-Bien, entonces serán 2 meses sin buscar trabaj…
Al elegir mi carta y voltearla me di cuenta que era un 3 de diamantes, mi cara cambió de pronto y Daniel solo se largó a reír mientras tomaba las cartas.
-Bueno amigo, parece que yo gane, asi que harás lo que yo diga durante 2 meses, descuida, no seré ningún dictador ni nada jajaja espérame un poco, voy a buscar algo.
Mientras se levantó me serví el último vaso de whisky, estaba atónito, ahora tendría que obedecerle por 2 meses pagando mi apuesta.
-Comenzaremos hoy, asique vamos al baño. – Me dijo llevando algo en la mano que no podía distinguir bien.
Al llegar al baño y algo mareado por el alcohol, me dejó lo que parecía una jaula de castidad de color rosa, con una llave solamente.
-Te vas a poner esto, y cuando estés listo vas a salir y me vas a mostrar que lo pusiste donde debe ir. Búscate un tutorial en algún lado si no sabes cómo se usa jajaja.
-Espera, N-no haré esto, ¿por qué tengo que hacerlo?
-Porque perdiste una apuesta conmigo y porque si no lo haces, vas a tomar tus cosas y te iras ahora mismo de aquí, te espero en la mesa.
Al cerrar la puerta me dejo temblando de miedo, me sentía confundido, me sentía extraño y vulnerable en ese momento. Rápidamente busque como poner la jaula y cuando lo hice, salí a mostrarle a Daniel para que diera su visto bueno.
-Ya está listo…- Dije avergonzado al ver mi pene encerrado en esa cosa rosa.
-Se te ve muy bien jajaja ahora dame la llave.
Le entregue la llave y la guardo en sus pantalones mientras que sacaba otra botella para seguir bebiendo.
Durante toda la noche hizo como si nada ocurriese y yo me sentía muy incómodo con esa cosa puesta. Pase la noche pensando en que había hecho y que sería mejor pedir hacer otra cosa en lugar de esto.
A la mañana siguiente me levante y Daniel no estaba, pero había una nota en la mesa que decía: "Salí a comprar unas cuantas cosas, cuando vuelva ten algo listo para comer".
Si les gusta o quieren saber como sigue esta historia háganmelo saber, denle apoyo a este relato y tendrán la segunda parte muy pronto amores.