En cierta ocasión, después de haber llegado de una fiesta en donde mi ex novio se puso, como de costumbre, hasta el tope de borracho, me insistía mucho en que me volviera una hotwife; inclusive, llegamos a casa y al querer hacerme el amor, no pudo porque su verga simplemente no se le paro. Pero no dejaba de decir lo mismo.
En lo personal, no había yo escuchado ese termino, pero buscando en Internet entendí a que se refería el término; en pocas palabras, quería que me volviera prácticamente una puta con quien él quisiera.
Al principio me dio mucho coraje porque se me vinieron muchas cosas a la cabeza, una de ellas es que, seguramente algunos de sus amigos tenía así a su esposa y que por eso a veces llegaba a la casa sin ganas de coger; en fin, también pensé en vengarme y dije, bueno, eso es lo que quieres? pues eso vas a tener una puta que te ponga los cuernos en tu propia casa.
Pasaron los días y en cierta ocasión que fuimos al centro, le pedí que me llevara a una bonetería, que quería comprarme algo coqueto. Llegando a la tienda le pedí a la señorita que me atendió que me enseñara unos coordinados de ropa interior, unas pantimedias y otras cosas más.
En los días posteriores busqué dentro de mi guardarropa, y no encontré como que muchas prendas que me sirvieran para hacer algo como lo que mi ex novio quería. De tal forma que algunos vestidos los llevé con un sastre así como algunos pantalones, tanto de mezclilla, como otros de vestir, para que me los dejara lo más cortos y ajustados posible.
Antes de que comenzara la pandemia, mi ex novio tuvo una reunión en donde, justamente su jefe los había mandado traer, ya que, como estaban solicitando las autoridades del gobierno, iban a cerrar las oficinas de su empresa, pero ellos tenían que seguir laborando a distancia. Dicha reunión se prolongó y ese día, yo estaba preocupada porque la situación en todos lados se veía algo caótica. Mi ex novio me habló por teléfono cerca de las 10 de la noche y me dijo, por favor, prepara algo de cenar, voy con algunos compañeros de trabajo, estamos organizando la forma en cómo vamos a trabajar. Bajé a la esquina por unos tacos y les preparé café y también compré unas piezas de pan.
Casi daban las 11 de la noche cuando mi ex novio llegaba a la casa con 4 de sus compañeros de oficina. Entraron a casa y de inmediato cenaron lo que yo había comprado, uno de ellos le pidió a mi ex que si podía traer unas cervezas, y como en el edificio donde vivimos, en la parte de abajo hay un súper que está abierto toda la noche, bajó y trajo tres six´s.
Cuando se terminaron esas cervezas, bajaron por una botella de tequila y refrescos; ya para ese momento, habían dejado todo el trabajo en la mesa y se dedicaron a beber. Por supuesto que yo me fui a mi recamara, pero no podía dormir por el desastre que traían; pero en especial mi ex novio, a él se le había subido el alcohol más rápido que a los demás.
En el departamento tenemos dos baños, uno que es de uso común, pero en la recamara tenemos el baño personal. Y cada vez que mi esposo iba al baño, no iba al que está en la sala, iba al de la recamara, y cada vez que iba, se veía más borracho. Yo estaba viendo una película y en una de esas se me acercó y me dijo al oido, prepárate con algo muy sexy, porque ahorita que se vayan estos cabrones, te quiero coger. En mi molestia se me ocurrió decirle, y no quieres que ellos también me cojan? Uyyy, parece que le encendí la mecha, y lejos de enojarse, hizo una cara de niño de felicidad, como cuando les dan un juguete nuevo. Entonces me dice, pues prepárate, báñate y cámbiate para que nos acompañes; y comenzó a reír.
Llena de coraje por su respuesta, pensé, pues ahora vas a ver. Que me meto a bañar, me depilé bien las piernas, me perfume. Cuando salí del baño busque una tanga roja, me puse unas pantimedias de color natural, busqué un vestido corto de los que recién había llevado a arreglar, me maquille y me puse unas zapatillas altas. Al mirarme al espejo y darme la vuelta para verme por detrás, sólo por pararme de puntitas, creo que se me podían ver las nalgas cubiertas por las pantimedias; la tanga ni se apreciaba, pues había quedado dentro de mis nalgas.
En la siguiente vez que entró mi ex novio, al verme casi se va de espaldas. En seguida vi cómo se le paró la verga por encima del pantalón. Y todavía me dice, no piensas salir así, verdad? Sin mediar palabra, abrí la puerta y salí a la sala; todos se quedaron callados al verme vestida así, y lo único que se me ocurrió decir, no se preocupen, así le gusta a mi esposo que ande por la casa, espero que no les moleste… Fui a la cocina por una taza de café y regresé a la recamara. Mi esposo estaba sin palabras.
Entró rápidamente al baño y al salir, solo dijo, pues ya que estás así, acompáñame. Me tomó de la mano y me senté junto a él en la sala, en medio de todos ellos. Sin recato alguno, yo me senté cruzando inmediatamente ambas piernas. Sabía que al cruzarlas, dejaría ver mi parte íntima y ellos estaban al pendiente de mis movimientos.
Nos propuso mi esposo que fuéramos a la mesa y sacó sus naipes, comenzaron a jugar mientras tomaban la copa. Mi silla quedó cerca de uno de ellos que se llama rolando. La verdad es que no perdió oportunidad y en un movimiento muy natural, bajó su mano y la puso en una de mis piernas, obviamente nadie se dio cuenta. Comenzó a acariciarme y a apretarme la pierna; subió su mano hasta mi entrepierna, queriendo meter su dedo en mí, pero no pudo. Eso me encanto.
¡¡¡Saludos y besos…!!!