Afortunadamente se abrió una remodelación de la plaza comercial y tuvimos que trabajar para Liverpool. Ahí la conocí. De unos 50 años, chaparrita y delgada. Y como era jefa de piso pues siempre vestía de manera formal. Casi siempre de falda o vestido. Pero lo que más llamó mi atención es su olor. Traía un perfume delicado y tan rico que de solo olerla me hacía fantasear. Tenía un carácter super alegre y ya entrados en platica era muy sexosa. Por cuestiones del trabajo ella y yo empezamos a platicar y convivir. Supe que era divorciada y que tenía hijos ya mayores. Ella sabía que yo salía con alguien, pero no pareció importar al final.
Ella siempre salía de trabajar a las 9 de la noche y regularmente nos encontrábamos en la parada del camión. Así que empezamos a platicar aún mucho más.
En una venta nocturna me tocó dar apoyo y una persona del área de Ivet se sintió mal y fuimos a atenderla (cabe hacer mención que soy paramédico) y eso fue el detonante. Ese día salimos ya muy noche y me preguntó que como me iría a mi casa a lo cual le respondí que ya era muy tarde y no había transporte, quizá en algún hotel cercano. Ella muy amable me ofreció darme asilo a lo cual no me pude rehusar. Llegamos a su casa y era muy acogedora. De inmediato me ofreció un café o un vino. Obviamente escogí el vino y ella se sirvió otra copa. Platicamos un rato y me dijo que como nos acomodaríamos para dormir y me aventuré a decirle que hacía frio, que igual empiernados jajaja (me reí como para decir que era broma) y ella me dijo: Sin un besito, nada, ¿así nada más?
Yo: ha pues por besos no paramos.
Ivet: A ver, quiero ver si es cierto.
Presa ya del vino tome valor y me acerqué, la tome de la cara y acerque mis labios a los suyos, siendo muy grande mi sorpresa cuando me respondió el beso de una manera super apasionada. La empecé a desvestir en su sala y ella hacía lo propio. Se puso de rodillas sobre su alfombra, sacó mi miembro y literalmente lo engulló. Lo mamaba de una manera que se me antoja desesperada. Sentía el golpe de sus muelas en mi glande y su mano sujetando la base. Me percaté que con su otra mano se estaba masturbando hasta que se vino y me hizo terminar junto con ella. El semen escurría de su boca cayendo en sus deliciosas tetas. Unas gotas colgaban de sus pezones dando un aire de erotismo increíble. Sin dejar de mirarme tomo la leche derramada en su pecho con uno de sus dedos y se lo llevo a la boca hasta terminarlo por completo.
Me quede sentado, aun con taquicardia y ella se dio la vuelta poniéndose en 4 dejando sus nalgas y culo totalmente a merced de mi mirada. Recostó su cabeza y sus nalgas se abrieron aún más. Ella comenzó a tocarse de manera suave y delicada, pero era tan febril ver cómo se abrían sus nalgas y se dilataba su culito que no me pude contener. Mi verga se puso dura de nuevo, pero yo ya estaba hipnotizado por ese anito que me invitaba a devorarlo. Me puse justo detrás de ella. Puse mis manos sobre sus nalgas y sumergí mi lengua en su culo. En ese momento fue como si ella hubiera recibido una descarga eléctrica. Sentía como se erizaba toda su piel. Sentía sus arcadas y escuchaba sus gemidos. Eso m excitaba aún más, sentía en mi boca el palpitar de su ano y lo lamia con más pasión todavía.
Empecé a meterle dos dedos por su vagina y con otro dedo le masajeaba el clítoris. Sentía el temblor de sus piernas y de todo su cuerpo hasta que un chorro me lleno las manos y parte de la boca. De inmediato me giré y acariciaba de manera frenética con mi lengua su clítoris y su vulva llenándome toda la cara con sus jugos deliciosos.
Yo ya estaba demasiado excitado y no me pude contener. Me incorporé y me dispuse a meterle la verga por el ano. Fue increíble ver como no ofrecía ninguna resistencia. Sentía apretadito, pero tan delicioso y lubricado que no tarde mucho en venirme.
Después de eso nos quedamos dormidos sobre su alfombra hasta que el frio nos despertó. nos fuimos a su cama y puedo decir que dormimos como bebes.
Después de esa experiencia cada que nos veíamos en el trabajo intercambiábamos miradas deseando volver a estar juntos.
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Me encantaría conocer sus comentarios y valoración de mis relatos para saber si les han gustado mis experiencias.
Un abrazo para todos.