Quiero compartirles esta experiencia, seré muy breve. Vivimos en el municipio de Teoloyucan, estado de México, somos una pareja de 37 años, llevamos 15 años de casados. No somos modelos, pero puedo presumirles que mi esposa tiene un cuerpo deseable propio de su edad, sus piernas, sus pechos lucen bien cuando se viste sexy para salir o para ir a una fiesta familiar.
A ella le gusta mucho bailar en las reuniones familiares o en las fiestas. Les confieso que de hace algunos años para aca, podía ver como la miraban por la manera sexy en que vestía y alguien de la reunion la invitaba a bailar, eso me prendía y me echaba a volar la imaginación. Cuando teniamos sexo poco a poco le empece a meter la idea de que si le gustaria tener relaciones con otro hombre, a lo cual en las primeras veces ella me tomaba a loco y trataba de apagar el tema, pero despues iba accediendo a tal grado de que terminabamos fantaseando de que es lo que haría. Esto la verdad era muy raro porque solo tocabamos ese tema en la intimidad y en nuestra rutina diaria simplemente nos olvidabamos del tema.
En enero de este año tuvimos una pequeña reunión en casa de mis suegros, en la cual invitaron a varias de sus amistades. Les confieso que no soy de los que les gusta la bebida, pero si me gusta acompañar en la reunion tomando un par de cervezas. Esa ocasión la verdad me sentí muy incuido en el ambiente, mi esposa se vistió muy coqueta, con un vestido negro, zapatillas, se veía muy atractiva. Uno de los invitados era amigo de mis suegros, Se llama Joaquín, un viudo que vive en Cuautitlán Izcalli, mas o menos de 60 años, digamos que para la edad que tiene estaba muy bien conservado, tampoco era un modelo pero de alguna manera conservaba ese semblante de hombre fuerte.
Yo noté desde el principio que el trataba de ser muy agradable o gracioso con mi esposa, no me incomodaba porque la verdad no senti que la incomodara o que fuera grosero con ella, al contrario siempre se portó como un caballero. Eran como las 11 de la noche cuando ya solo quedaban mis suegros, nosotros y su Joaquín y algunos otros invitados que estaban en el patio practicamente borrachitos. Mis suegros tambien habian tomado bastante. Joaquín ya había sacado a bailar a mi esposa en varias ocasiones y yo ya me habia tomado unos 6 vasos de cerveza que para mi eso ya es mucho.
No pasó mucho tiempo cuando mis suegros se fueron a dormir, ya no habían invitados, solo quedabamos Joaquín, mi esposa y yo. Seré sincero, la verdad Joaquín me cayó muy bien, y para la fantasía reprimida que traia yo, fue el momento perfecto. Estabamos solos en la sala, empecé a hacerme el dormido. ya saben, el clasico borrachito que se va acomodando y que por ratos se despierta inconsciente solo para volverse a acomodar. Mi esposa tambien habia tomado un poco, pero creo que fue lo suficiente para perder cualquier limite.
Yo veía como Joaquín en momentos cuando bailaba con mi esposa bajaba sus manos a sus nalgas, y ella sonreía y le subía las manos pero sin incomodarse. A mi me excitaba todo ese momento, ese ambiente, quería saber hasta donde llegaría mi esposa. Con los ojos entrecerrados, trataba de no perder detalle a cada acto, Joaquín le susurraba al oido a mi esposa y ella solo reía discretamente, y en algun momento solo pude ver cuando el la empezo a besar en el cuello, ella simplemente se dejó llevar, asi estuvieron unos minutos entre besos y caricias que el le daba a mi eposa. Y de pronto, ella simplemente lo jaló de la mano, subieron las escaleras y se metieron a uno de los cuartos. La musica seguía en la sala y aproveche para disimular mi ruido al subir. No les miento amigos, en ese momento tuve un mar de sensaciones encontradas, sentía como me hervía la sangre entre celos, morbo, curiosidad, excitación, coraje… muchas sensaciones que no se como describirlas aún. Mi mente se prevenia a la escena que podía encontrar en aquel cuarto, cada paso sigiloso que daba era una tortura pues el morbo y la excitación de ver que pasaba era muy fuerte.
Ese cuarto no tiene puerta, solo una cortina, cuando por fin llegue a la entrada empece a asomarme poco a poco, el ropero que esta a la entrada me servia de escudo pero tambien me obstaculizaba la vista, me agache al suelo y como pude me asomé, no podré olvidar aquella imagen, la poca luz que llegaba de la sala podía permitirme ver como Joaquín besaba con desesperacion a mi esposa, una mano metida entre sus piernas, y la otra acariciando sus pechos, mientras yo trataba de no hacer ruido me tocaba el pene, estaba yo muy excitado tenia ganas de masturbarme, despues el se sentó en la orilla de la cama mientras ella se arrodilló frente a el y empezo a hacerle sexo oral, esa escena me prendió muchisimo. No conte los minutos pero fueron los suficientes para ver como mi esposa y Joaquín disfrutaban entre murmullos y jadeos, y despues pude escuchar como lo hiso llegar, creo que mi esposa se trago un poco de semen, porque ella cuando me hace sexo oral no se lo come, y se quita para que yo eyacule en cualquier parte, pero no se los traga pero por la posicion en que ella estaba deduje que se los comió.
Se van a reir de mi pero, en ese momento me dieron un poco mas de celos, porque mi esposa habia tenido una aventura sin antes proponermelo, porque de alguna manera habiamos planeado eso en nuestras fantasías. Como pude, me baje nuevamente a recostarme en la sala y desde abajo fingí despertar llamándola y buscandola. No tardó mucho cuando ella salió del cuarto ya con el vestido acomodado, tratando de disimular. Le pregunté que donde estaba, entre nerviosa me dijo que había acompañado a Joaquin al cuarto porque ya estaba muy borracho. Yo simplemente trate de disimular que no le di mucha importancia. Le di un beso y pude oler ese aroma, le dije que nos fueramos a dormir y nos fuimos al otro cuarto que esta al lado de donde estaba Joaquín. Yo estaba excitadísimo, le hice el amor como la primera vez cuando eramos novios, y entre murmullos le propuse que si le gustaría hacer el amor con Joaquín, y ella solo me dijo que yo estaba loco, que ya estaba borracho…
Pasaron dos meses para que yo le confesará que vi lo que había hecho aquella noche, pero eso se los contaré en otro relato, porque el momento de cuando se lo confesé la verdad fue muy excitante.
Gracias por leerme.