Siempre he sido muy abierto en temas de sexo, claro que soy heterosexual. Pero nunca me ha importado experimentar cosas nuevas con la chica que esté conmigo en ese momento. Lo que les contaré ocurrió hace ya algunos años.
A pesar de que había ya estado con muchas mujeres nunca antes ninguna de ellas quiso tener sexo anal conmigo, lo había intentado con algunas pero ninguna se decidía, pensé que algo mal estaba haciendo, pero en realidad la suerte no me acompañaba y las chicas que conocía no eran muy amantes de esta práctica sexual, algunas me decían que era algo asqueroso, otras que dolía mucho y otras simplemente decían que -esa parte no me la toca nadie-.
Pasado ya el tiempo y pensando que no podría probar lo rico que sería hacerle el sexo anal a una chica conocí a Lorena, vale decir que nos conocimos chateando por internet. Al principio todo era muy natural, nos escribíamos y nos hacíamos bromas en el chat, así también nos poníamos de acuerdo para hacerle bromas a otros usuarios. Hasta ese momento yo aún no sabía cómo era físicamente ella, pues en su perfil no había una foto, ni yo tampoco le había pedido ninguna.
Llegada ya la madrugada ella me pregunta si podía hacerle una llamada por teléfono, le dije que si, pues no era inconveniente ninguno, me pasa su contacto y le hago la llamada, contestó enseguida, al escuchar su voz me encantó; pues se escuchaba muy dulce como una niña.
Estuvimos hablando por mucho tiempo, mientras continuábamos haciendo bromas en el chat. Le pedí que me enviara una foto al pv y así lo hizo, para mí sorpresa al recibir la foto, pues era la de una muchacha muy linda, de una piel muy blanca, de ojos verdes y el cabello negro y muy largo. En ese momento le dije lo hermosa que era y que me gustaría conocerla personalmente, me dijo que no había problema en eso, que ese mismo día por la noche nos podíamos encontrar. Y así pactamos la hora y el lugar para vernos.
Pasé todo ese día muy ansioso esperando la hora para encontrarme con ella. Llegado el momento fui para el lugar donde nos encontraríamos, yo llegué primero y la esperaba, pasado unos 40 minutos llega ella. Al verla me estremecí completamente; mucho más hermosa a lo que había visto en la foto, ella 21 años y yo 25. Pasamos gran parte de la noche sentados en un parque conversando, pues era muy agradable hablar con ella. Ya tarde en la noche me dijo que debía irse, le comenté que estaba bien, caminamos hasta el lugar donde cogería un taxi. Cuando fue a montar en el taxi algo dentro de mi solo me dio el impulso y la besé en los labios, ella solo correspondió al beso y me sonrió mientras cerraba la puerta.
Al otro día por la tarde recibo una llamada de ella, le comenté que me encantó conocerla y que me gustaría mucho repetir la salida, ella me dice que también le gustó mucho y que precisamente esa noche estaba libre, le comento que yo estaba en el trabajo, pues tenía que trabajar toda esa semana día y noche, le digo si quería pasar por mi trabajo, me contesta que sí y le diera las indicaciones para llegar, así lo hice y me dijo que en aproximadamente una hora estaría allí.
Pasado ese tiempo me llama al móvil para decirme que se encontraba cerca y que la fuera a buscar. Al llegar donde estaba me recibe con un largo y apasionado beso en la boca. Le dije que podía acompañarme a mi cuarto ya que tenía tiempo para bañarme y descansar un rato.
Cuando llegamos a mi cuarto me sentía muy excitado de solo pensar que me encontraba solo ahí con esa chica tan hermosa y con un cuerpo tan perfecto, vale destacar que yo soy alto pues mido 1.85, ella es bajita aproximadamente 1.50, con unos pechos medianamente grandes y redondos, es delgada pero con un culito que se le marca espectacular, la miraba e imaginaba lo rico que se vería tenerla completamente desnuda entre mis brazos. Al parecer ella pudo notar mi excitación, pues se acercó a mi y mirándome con cierta picardía y rostro angelical a la vez puso su mano en el gran bulto que se marcaba en mi pantalón y me dice
-que rico está esto que tienes aquí
Yo la besé mientras con mis manos agarraba sus nalgas, las acariciaba y las apretaba.
Ya ella había desabrochado mi partañuela y tenía mi pene afuera, lo masturbaba, en eso se arrodilla frente a mi y me comienza hacer un oral, se sentía espectacular, se notaba que tenía mucha experiencia. Mientras nos besábamos y a la vez nos desvestimos fuimos hasta la cama; ya sin nada de ropa abro sus piernas mientras le voy besando sus tetas, su vientre, bajo a su vagina y se la beso, podía sentir lo mojada que estaba y como chorreaba un delicioso jugo de ella, sin detenerme mientras con mis manos voy apretando sus tetas y jugando con sus pezones paso mi lengua por sus muslos y regreso a su vagina está vez para con mi lengua saborearla completa, chuparla, retiro una de mis manos de su pecho y me ayudo para abrir sus labios vaginales y con mi lengua encontrar su clítoris, lo podía sentir en mi boca, ella con sus manos presionaba mi cabeza y con movimientos de su cadera hacía que fuera más fuerte la manera de yo pasarle la lengua por aquella deliciosa y jugosa vagina. En un movimiento se voltea y se pone de perrito apoyando su pecho en el colchón, podía ver su hermoso culito muy cerca de mi cara entregándose por completo, en solo un instante comienzo a pasar suavemente la lengua por sus nalgas y llegando hasta su vagina y subiendo en un solo movimiento hasta su culito, la sentí exclamar un gemido y con voz muy apagada dijo -asi sii, por favor sigue-. Continúe con aquel beso negro que me parecía estar en el mismo cielo, mientras trataba de introducir toda mi lengua en su interior con mis manos apretaba sus nalgas contra mi cara.
Tomé un preservativo que previamente había puesto bajo la almohada y me lo coloqué, cuando me dispongo a meterle el pene en su vagina me dice -por ahí no-, para mí sorpresa, mete la mano en su cartera y de ella saca un pequeño frasco de lubricante y me lo entrega, lo tomo y dejo caer unas gotitas en su ano, con un dedo voy esparciendo el lubricante haciendo pequeños círculos, voy introduciendo poco a poco mi dedo índice hasta que entra completo, se sentía muy apretadito, cuando ya sentía que el dedo entraba y salía con facilidad comienzo a meterle dos dedos hasta sentir que se había dilatado lo suficiente, pongo la cabeza de mi pene en la entrada de su culito y lo voy metiendo, entraba poco a poco, la podía sentir gemir y de a poco se le escapaban pequeños gritos. Cuando había logrado ya meterlo casi completo ella comienza hacer movimientos de sus caderas, miré sus manos y apretaba fuertemente las sábanas y las llevaba hasta su boca para apagar sus gemidos, verla en esa posición y escuchando como gemía más me excitaba, haciendo que comenzara a darle envestidas más fuertes. Podía ver cómo ya todo mi pene entraba y salía con facilidad. Saco todo el pene y lo tomo con mi mano y lo volví a meter y así lo fui repitiendo hasta sentir como aumentaban sus gritos y llega al orgasmo, yo aún no había acabado y le pido que me dejara echarle la leche dentro de su culo, me dijo que sí solo asintiendo con la cabeza me retiro el preservativo y se la vuelvo a meter en el ano, está vez se sentía todo tan calentito y rico, hasta que al fin siento como estallan chorros de leche dentro de su culo, por un momento solo me quedé así, disfrutando aquel delicioso momento. Me acosté a su lado y nos abrazamos, mientras acariciaba su cuerpo ella me decía que la única manera en que disfruta del sexo es cuando le hacen un anal. Ya pasado un tiempo fuimos a bañarnos juntos, en la ducha repetimos el sexo, está vez disfruté de su deliciosa vagina.
Después de ese día fueron muchas las veces que pude disfrutar de ese rico culito.