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Mi primera vez con otro, después de mi pareja
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Entrando en contexto.

Antes de entrar en tema, quiero poner en contexto que, los años que duré viviendo con mi pareja, siempre fui una mujer fiel, pura y solamente tuve ojos para mi pareja, pues, él era perfecto, todo lo que hacíamos en la intimidad me volvía loca y él fue mi todo durante muchos años. Simplemente lo veía perfecto.

En verdad, es una lástima que todo tenga siempre algo de malo, pues, en toda relación destinada a tener problemas, y, en cada hombre, no cabe duda que siempre existe la tentación de tener siempre más de una mujer; pues bien, eso fue lo que exactamente ocurrió en mi relación. Pero quizá, eso sea tema de otra historia.

Con la venida de los años y de que todo era realmente igual y que todo e vuelve predecible la relación se volvió monótona, para esto mi pareja e le ocurrió la idea de fantasear conmigo, pues, siempre me decía que yo tengo un cuerpo diferente, que, le encanta pensar en la posibilidad de yo estar con alguien más, a consecuencia de eso, cada que lo hacíamos el me pedía que yo pensara en alguien mas y pretendiera que esa persona me hacia el amor, para ser sincera al principio se me hacía algo muy tonto, pero al cabo de varias ocasiones, quizá, esa idea se fue sembrando en mí, pues después si me gustaba esa idea. Recuerdo muy bien que una vez haciendo el amor con él, me dijo que le gustaría ver cómo me lo hacía alguien más, obviamente me prendió la idea, pero no lo demostré, pues, eso era muy mío y de nadie más.

Como llegue estar con alguien más.

A decir verdad, nada de esto hubiera ocurrido, de no haber sido por la infidelidad de mi pareja, el hecho de estar con tantas mujeres y de descubrirlo filmándose con ellas, me hizo sentir tanto coraje, literalmente para mí ya estaba todo terminado, lo mande al carajo y dure dolida y decepcionado un par de semanas, el trataba de minimizar las coas para que yo pensara que no había sido tan malo, en esas semanas llegamos a tener sexo varias ocasiones y, mientras lo hacíamos me dijo que, «lo engañara, que él se lo merecía, que si yo me metía con alguien más él no tendría cara ni de reclamarme pues el en menos de 3 meses, había estado como con 5 o 6 mujeres diferentes» Esa vez me dijo, si lo haces con quien decidas, disfrútalo, nomás no me digas, porque prefiero darte permiso a saber que estas de cabrona a escondidas y ser un pendejo, por supuesto que en ese momento yo le dije que no, que no haría nada de eso.

Pasaron los días y yo estaba muy distante, aún estaba muy enojada con él, al punto de querer vengarme haciendo básicamente lo mismo y me acorde de lo que me dijo el que me si me metía con alguien, lo hiciera en secreto y fue ahí que me decidí… quería sentir lo mismo que él, porque yo jamás había esta con otro más que con él y tenía cierta inquietud y curiosidad.

Esa semana estuve en la universidad y un compañero tenía cierta atracción hacia mí, yo sabía que le gustaba y, a decir verdad, él no me era indiferente entonces una idea se me vino a la mente, si el sería el indicado para tener sexo conmigo

Una cosa que quiero puntualizar es que, en mi universidad yo era una de las pocas extranjeras conocidas, y eso hacía que para muchos fuera algo exótico, pues muchos querían saber de mí, pero al mismo tiempo no se atrevían a hablarme por ser extranjera.

Entonces, en esa semana empezó el coqueteo, empezamos a platicar, a salir con mis amigas, a comer juntos, etcétera, por supuesto no faltaban las miradas, los acercamientos «Imprudentes» y los roces que hacía que todo aquello fuera un poco más placentero, ciertamente, todos esos actos hacían que pensara fuertemente en él por las noches y, en cierta forma me hicieron decidirme a ceder a sus encantos, total, estaba viviendo sola en mi departamento, mi pareja se estaba en otra ciudad «donde vivimos» y pues, lo que pasara en mi departamento, se quedaba en mi departamento.

A la mañana siguiente muy temprano me desperté y «ya mentalizada y decidida» me bañé y me depilé toda mi vagina, «pues quería que él tuviera una excelente impresión de mi» me prepare un vestido sexy que tenía y quería que él me viera usándolo.

Una vez más en la universidad empezaron nuevamente los coqueteos, las pláticas, etc. Hasta que le dije que tenía muchas ganas de tomar y me propuso que fuéramos a mi departamento a tomar y, con una mirada coqueta pero evasiva, le dije que sí, no tienen idea como latía fuertemente mi corazón, de saber que algo prohibido estaba sucediendo, de saber cómo esto, a pesar de que estaba mal, me volvía loca por dentro.

Ese día, salimos temprano de la universidad, nos fuimos al estacionamiento por el carro, y nos fuimos a un Oxxo a comprar cerveza, realmente no necesitamos tanta, con un 6 de cerveza fue suficiente, pues yo no tomo mucho, ya en mi departamento, comenzamos a platicar (por unos 40 minutos aproximadamente) sobre mi vida, mi relación con mi pareja, los problemas que tenía, y como era de esperarse, empezaron las preguntas privadas, preguntas que jamás un hombre me había hecho, entre las cuales me pregunto que con cuantos había tenido sexo, a lo que le contesté “Solo con mi pareja” estoy segura que eso realmente le excitó, pues, finalmente la fantasía de él se estaba haciendo realidad; estar solo en mi departamento, con una extranjera, tomada y haciendo preguntas de sexo, pude ver como se prendía mientras hablábamos, por el tono de su voz y por el tipo de preguntas que me hacía, al punto de él hacerme preguntas y yo hacerle preguntas similares.

Finalmente, ya oscureciendo y con la luz apagada, llegó el momento en el que me confesó que estaba loco por mí, que le excitaba demasiado verme y que le fascinaba verme el trasero, que no se resistía, al punto de yo estar tomada, eso me empezó a excitar y por supuesto el coqueteo empezó a ser más intenso, hasta que me pidió que si podía verme parada y lo hice, me pidió, que me diera una vuelta para verme bien y lo hice, en ese momento, me abrazo por la espalda «confieso que eso me prendió en seguida, y no puse ninguna resistencia» me empezó a besar el cuello, mientras me acariciaba suavemente, mi estómago y apenas rozaba mis caderas, pero poco tiempo pasó, para que las caricias se hicieron más intensas, y empezó a subir su mano a mis senos, al mismo tiempo la otra entraba debajo de mi pantalón tocando mi intimidad por encima de mi ropa interior «yo sabía que todo eso era muy malo, tenía una especie de sentimiento entre parar lo que estábamos haciendo o dejar que siguiera sin parar… «eso solo incrementaba el deseo y la excitación» mi respiración se incrementó drásticamente, hasta que al fin, puso su mano debajo de mi tanga y empezó a acariciarme lentamente en círculos, yo estaba tan excitada, que fue evidente que estaba súper mojada que comenzó a quitarse la camisa y a bajar su pantalón; acto seguido me bajo mi pantalón con todo y tanga hasta las rodillas, sacó su pene y lo deslizo entre mis nalgas, rosando mi vagina, eso simplemente hacía que lo deseara más y que quisiera que me penetrara ene se momento, hasta que comenzó a penetrarme lentamente.

Era evidente que el tamaño de su pene era más grande que el de mi pareja «aún puedo recordar la excitación que me provocó» y así empezó a hacerlo, yo parada frente a la mesa y él detrás de mi haciéndomelo, los pensamientos volaban dentro de mi cabeza, pues, finalmente estaba teniendo sexo con otro hombre que era realmente grande y me lo hacía con un gran deseo, después, me tomó del cabello y me agachó a la mesa, después me tomo de mis caderas y comenzó a hacerlo más y más profundo, pero a un ritmo calmado, pero firme, lo que me causaba una gran excitación «quiero puntualizar que, había hecho el amor muchas veces con mi pareja, pero, jamás me habían cogido» lo digo con esas palabras porque fue entonces cuando el empezó a decirme palabras fuertes, palabras realmente fuertes que, normalmente me ofenderían, pero que en ese momento me llegaron a gustar.

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“¿Te gusta puta? ¿Te gusta la verga? ¿Te gusta que te trate como una puta? ¡Tienes un culote! ¡Quiero que gimas puta!”

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Todos estos comentarios solo hicieron más que prenderme como loca, pues, jamás me los habían dicho y el hecho de que estaba haciendo algo realmente prohibido, el tamaño de su pene y, las palabrotas que estaba usando, no hizo más nada que excitarme como nunca. Después, me volteó, me quitó totalmente mi pantalón, y me subió a la mesa, me abrió las piernas y comenzó a hacerlo realmente despacio, podía sentir cada centímetro de su pene entrando en mí, hasta que comenzó a subir la intensidad de lo que hacía al hecho de hacerlo fuertemente, mientras me besaba y me acariciaba mis senos; después, me acostó sobre la mesa y puso mis piernas en sus hombros y comenzó a hacer lo mismo, no voy a negar que yo no podía mantenerme en silencio, pues tanto era lo que sentía, tan excitada estaba, que no gemir era realmente imposible, comencé a gemir un poco fuerte, pero pausadamente, total, nadie nos escuchaba en mi departamento.

Llegó el momento en que yo deseaba sentirlo y abrazarlo, por lo que nos fuimos al cuarto, y le dije que tenía una sorpresa para él, nos fuimos al cuarto, me metí al baño y me puse el vestido sexy que quería mostrarle, cuando me vio supe bien que moría de deseo por mi pues me cargó y me recargó sobre la pared y empezó hacerlo de esa forma, posteriormente, me llevó a la cama y empezó a hacérmelo en misionero mientras me abrazaba y yo lo besaba apasionadamente, realmente me entregué a él, también me puso de perrito, comenzando lentamente y después más fuerte, tomándome de mis caderas y después me acariciaba mis pechos y después me acariciaba atrás mientras me penetraba, después de lado, de cucharita, de cucharita con una pierna levantada, en fin muchas posiciones, en las que básicamente me faltaba el respeto pero, que yo no ponía ninguna resistencia; sin exagerar, fue una de las mejores «cogidas» que me han dado, pues, duramos alrededor de 2 horas y media haciéndolo.

Después, él se sentó en la cama, de forma que quedo recostado y me pidió que lo montara, a lo que accedí sin pensarlo, mientras lo hacía yo me movía atrás y adelante mientras el con su mano me acariciaba mi ano, mientras que con su boca me besaba mis senos; todo esto al mismo tiempo. Me sentía realmente complacida, ya que, también se me venía a la mente que, hacia una semana simplemente era un compañero de universidad al que le gustaba y, en ese momento estaba siendo tocada y besada en toda mi intimidad, y lo que lo hacía más placentero, era que, nadie más sabia más que nosotros solamente. Así duramos como 10 o 15 minutos aproximadamente, al cabo de ese momento, nunca dejó de dedearme atrás mientras me lo estuvo haciendo, y me preguntó que, si quería sentirlo por atrás, a lo que acepte. Me dijo «Ponte de perrito Putita» y sin pensarlo lo hice, me dijo «ábrete las nalgas» y lo hice, acto seguido, comenzó muy lentamente a intentar penetrarme con su pene tan grande que tiene, al principio me dolió un poco, era solo cuestión de tiempo para que ese dolor se convirtiera en placer, placer que lentamente me empezó a dar. Así empezó por un rato, pero después empezó a acelerar el ritmo, y empezó una combinación de querer que parara y el de querer que me diera más duro, en ese momento, empecé a gemir más fuerte de lo que normalmente lo hice en todo ese tiempo, él se excito realmente por la forma en que lo hacía, «quiero hacer mención que en este momento que acabo de escribir esto, me excita un poco el recordar, el cómo me tenía, el imaginar desde otra perspectiva, como me tenía de perrito, bien abierta, y el montándome por detrás, sin duda, algo realmente excitante» de un momento a otro, comenzó a gemir, diciéndome que se estaba viniendo dentro de mí y así fue, se vino dentro de mí, pero por atrás

Finalmente, cuando volvimos a la realidad asimilé con más claridad lo que acababa de ocurrir, y comencé a vestirme rápidamente, él hizo lo mismo, pero de forma más rápida porque ya era algo tarde y él tenía que irse, y se vistió y se fue muy rápido.

Y así fue mi primera experiencia, algo que jamás imagine que llegaría a hacer, que lo hice y que me llego tanto, que llegue a repetirlo varias veces más. Pero aquello es otra historia que se puede plasmar en otro artículo como este.

Si llegaste hasta este punto, te lo agradezco, y espero tus comentarios no morbosos al respecto, si quieres que continúe escribiendo mis experiencias en artículos como este estaré contenta de plasmarlo mientras lo recuerdo.

Allie Nowak

Mi telegram: t.me/allienowak.

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