Hola, me llamo Marcos y esta historia ocurrió cuando iba la universidad de Valencia a estudiar matemáticas. En mi clase éramos todo chicos menos 5 chicas, entre las cuales había 2 hermanas llamadas Marta y María. Marta era una chica alta no muy guapa de cara, buen tipo pero muy plana. María por el contrario era la chica más guapa de la universidad, con un culo bien marcado por sus leggings y unas tetas que parecían estar bien puestas. Aunque no hablan mucho conmigo, detecte que eran bastante estudiosas y poco festivas.
Un día me fijé que Marta pidió ir al baño, lo cual me extraño mucho puesto que en esos momentos el baño de chicas estaba cerrado y deberían ir a la cafetería lo cual costaba un tiempito. Sin embargo para mi sorpresa Marta vino enseguida. Al día siguiente María pidió ir al baño, y como yo estaba curioso por lo que sucedió el día anterior la seguí. Mi sorpresa fue rotunda cuando la vi entrando al baño de chicos. En ese momento mi pene se puso en erección y se me ocurrió pensar si tal vez estaba esperando a algún chico allí. Entre y no había nadie, sólo una cabina del baño a medio cerrar. Entonces se me ocurrió bajarme los pantalones y hacer como que entraba con el móvil a meat, mientras en realidad había puesto el modo cámara y comencé a grabar un video. Abrí la puerta de la cabina y, como hacía que caminaba con el móvil distraído, golpee la boca y nariz de María con mi pene mientras iba grabando todo. Entonces me hice el sorprendido mientras María daba un grito estando sentada en la taza semidesnuda. Yo no apartaba mi pene de su cara, así que lo tuvo que hacer ella.
-¿Qué haces, maldito guarro? Déjame mear
– guarro yo? No te he visto, no imaginaba que una chica entrara al baño de chicos y no se fuera siquiera a cerrar la puerta
– el baño de chicas está cerrado y me dan miedo los pestillos. Vete que quiero mear, guarro
– lo siento, pero prefiero estar aquí y esperar a que termines. Rápido, no vaya a ser que no me contenga y vaya mi meada a tu cara.
En ese momento supe que me había pasado, pero el hecho de que me llamar guarro varias veces hizo que me pusiera agresivo. Mientras hablaba, simulaba que escribía con alguien mientras en realidad estaba grabando todo. Sin embargo, ella acabo por darse cuenta.
– que haces con el móvil? No me habrás grabado verdad? Dámelo, dámelo ahora mismo.
– no, no es una grabación. En ese momento corte el vídeo, pero el sonido me traicionó y María escucho el típico sonido que se produce cuando cortas un video
– no me lo puedo creer, miserable. Dame el móvil ahora mismo.
Note que se estaba poniendo nerviosa y le dije:
– bueno voy a otra taza a mear. Y me salí al pasillo de los baños.
Ella en ese momento se levantó pues le preocupaba mucho que tuviera una imagen suya desnuda en mi teléfono. Pude apreciar toda su belleza desnuda y se me puso el pene en tal erección que estuvo a punto de explotar. Cogí mi móvil rápidamente y le saque una foto donde aparecía desnuda excepto por las tetas que obviamente no se las había desnudado para mear. Vino hacia mi corriendo y como yo era unos 10 cm más alto que ella no fue difícil para mí elevar el móvil para que no lo cogiera. Acto seguido, ella empezó a arañarme y pegarme y yo hice lo mismo en su culo desnudo. Entonces, ella viendo que no lograba nada dijo: voy a hablar con el director. Ella volvió a la taza a por su braguita que se le había caído al levantarse cuando le saque una foto por detrás en la que se veían sus nalgas desnudas y rojizas porque se empezaba a notar el azote y los arañazos. Entonces le dije:
– haz lo que te pido y borraré los vídeos. Vete a hablar con el director y los subiré q Internet.
– ella me suplico que no lo hiciera, y me dijo que haría todo lo que le pediría. Entonces le dije desnúdate ponte a cuatro patas y mira hacia la puerta. Si veo que vuelves la mirada, subiré los vídeos. En vez de rechistar, simplemente lo hizo. Ver su coño a 4 patas y esas nalgotas rojizas hizo que me pusiera a 100. Le saque otra foto y le dije:
– levántate y chupámela. Ella no rechisto y obedeció. Se puso de rodillas y comenzó a mamármela. No me lo podía creer, la chica más guapa me la estaba chupando, aunque lo hacía torpemente. Daba lamidas pequeñas sobre mi glande sin mucho entusiasmo por lo que decidí yo llevar el ritmo y comenzar a penetrar su boca. Cada empuje que daba notaba como mi polla tocaba el fondo de su garganta y ella tenía pequeñas arcadas. Entonces me salió la curiosidad de si sería virgen o no y le dije que se levantara y se pusiera a 4 sobre el lavabo. Ella lo hizo, y cuando se dio cuenta de que estaba a punto de penetrarla me suplico que no lo hiciera. Me dijo:
– por favor soy virgen, no lo hagas. Además no tienes condón.
– quieres que borre los vídeos? Pues calla puta, y reza que no me corra sin querer en tu coño.
Comenzó a penetrarla y ella gritaba como una loca.
Mis embestidas eran cada vez más profundas y comencé a azotar su trasero. En ese momento me encontraba en la gloria, teniendo sexo con la chica más guapa y con el culo más apetecible. Ella gritaba como una loca y le dije que callara o nos podrían, y le puso mi mano en su boca. Entonces empezó a salir un poco de sangre y descubrí que en verdad si era virgen. No pare y seguí follando su coño hasta que estaba a punto de correrme y saque mi pene. Entonces le dije que ya quedaba menos y que llamara a su hermana Marta por el móvil y le pediría que trajera mi mochila. Ella así lo hizo y la conversación fue un poco larga pues supongo que Marta estaba sorprendida de que tuviera que traer miochila. Sin embargo, así lo hizo y se quedó en shock cuando vio que María y yo estábamos completamente desnudos. Le expliqué la situación a Marta porque si lo hacía María se pondría a llorar y lo suavicé un poco. María no rechisto porque solo quería que borrara los vídeos.
Para mi sorpresa, Marta de repente se desnudó y me confesó que haría todo cuánto quisiera pues siempre le había gustado, y que tenía ganas de follar. Aunque me encantó y sorprendió lo que dijo Marta, hubiera deseado que hubiera sido María la que me hubiera dicho eso pues era más guapa, aunque Marta también tenía Buen tipo al verla desnuda. Entonces le pedí a María que sacara el consolador con arnés que tenía en la mochila para este tipo de ocasiones y comenzará a penetrar a Marta mientras me chupaba el pene. María se quedó en shock al tener que penetrar a su hermana pero Marta la convenció.
Estaba claro que Marta era toda una puta y no era virgen. Marta empezó a chupármela y lo hacía increíblemente bien. Daba la midas por todo el tronco y se metía mi pene hasta la garganta. Mientras tanto, María se puso el arnés y comenzó a dar embestidas torpes sobre su hermana. Marta gemía de placer mientras su coño se veía perforado por su hermana. Estuvimos unos cinco minutos cuando yo mandé cambiar los roles y que María se sentará sobre Marta con el arnés. Lo hicieron y me estuve pajeando un buen rato viendo a las dos hermanas follar cuando me uní y rápidamente penetré a María por el culo. Esta grito y me dijo:
– guarro por favor, déjame, me duele! Ahhh
– vuelve a decir eso y subí los vídeos. Sus palabras en verdad me habían excitado y subí el ritmo de mis embestidas. Ella había comenzado a llorar de dolor con la doble penetración pero a Marta y a mí nos dio y seguimos perforándola. Fue genial ver a María siendo follada por su hermana y por mi, suplicando que paráramos. Estuvimos casi 10 minutos metiéndosela a María hasta que preparado para correrme la saque. Entonces vi su ano rojizo y dilatado lo que me excito tanto que casi me corro de una. Sin embargo, conseguí resistirme y puse a María de rodillas. Había llorado y eso me excito para correrme en su cara. Le obligue a chuparme los cojones mientras me pajeaba hasta que un gran chorro blanco salió de mi pene e invadió la cara de María. Con la cara tan guapa que tenía, estaba echa un asco, se le había juntado las lágrimas con el semen que cubría toda la cara y le resbalaba por las mejillas y los labios. Marta chupo parte del semen y beso a María en la boca para compartirlo. Entonces, se limpiaron y cuando estábamos a punto de salir borre los vídeos como había prometido y Marta dijo:
– esto hay que repetirlo, que hoy yo no he sentido tu pollón dentro de mi.