Pero antes de irme (leer relato: “Cómo empezó todo con mi vecina”) e incluso levantarnos del sofá, se notaba mi erección bajo el pantalón y le digo:
Yo: mira cómo me dejaste
V: jejeje pobrecito
Yo: si, agua helada me va a tocar ya que no quieres que pasemos de acá
V: la verdad vecino (acomodándose la ropa un poco y recogiéndose el cabello) es que no lo puedo dejar ir así
Yo: bueno, tu dirás (ella ya tenía una mano en mi pierna y se estaba poniendo de rodillas frente a mi)
V: le voy a dar un regalito, porque se ha portado muy bien Ud.
Acto seguido, bajo mis pantalones y bóxer y dejo libre mi pene… Ella sonríe y comienza a acariciarlo para luego llevarlo a su boca y humedecer con suavidad.
Tengo que confesar que muy pocas veces el que me hagan sexo oral me lleva a eyacular, sin embargo y sin que ella supiera al respecto, le dije: vecina hágame acabar y ojalá se lo trague. Me miró y me dijo: nunca me lo trago, pero haré el intento. Y desde ese momento me relajé y ella continuó usando sus manos y su boca traviesa en mi pene. Subía y bajaba, cambiando el ritmo, ensalivando y chupando. Le tomaba de la cabeza suavemente y hacia que se lo tragara lo más que pudiera y ella colaboraba, era una conexión muy rica, como si siempre hubiera sabido como me gusta y a su vez saber que le gustaba a ella que le hicieran mientras lo mamaba.
Pasados unos minutos de esa mamada, le aviso que estoy por correrme y sin sacárselo de la boca, viéndome a los ojos, asiente con la cabeza… Segundos después me tenso por completo y dejo que mi corrida le llene la boca y sin dejar caer una gota se retira lentamente y va al baño.
Yo me quedé sentado sin moverme y relajado por completo, no llegaría a mi departamento con los huevos llenos y calientes, sabiendo que no iba a poder descargar. Así que con una sonrisa y un respiro profundo allí estuve sentado hasta que ella volvió del baño.
Yo: que rico, tienes una boquita traviesa
V: que bueno que le gustó, no me lo puede tragar, sorry
Yo: no hay problema… me gustó mucho igualmente
V: a mi también, y gracias a Ud. por hacerme sentir lo que sentí, hacía mucho que no lo sentía
Yo: bueno, ya yo te dije! (haciendo referencia a lo que le había dicho del uso de mi boca)
V: (sonriendo pícara) si, lo tendré en cuenta.
Yo: cuando quieras
V: en serio?
Yo: si, claro… siempre que tu quieras, que los dos queramos
V: bueno, me gusta
Yo: y tu a mi, ya quiero la próxima vez
V: jajaja vaya a su casa que después nos metemos en problemas
Terminé de acomodar mis pantalones, lavado de manos y a mi departamento…
Lo recuerdo y me dan ganas de ir a tocarle la puerta para volver a coger con la vecina…