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La mamá de mi cuate
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Hace algunos años, cuando estaba cerca de cumplir los 18,  un buen amigo mío, invitó al grupo de amigos a un vecino suyo, al que aceptamos sin problema, vivía con su mamá, una hermana menor y otro hermano mayor, nos empezó a invitar con frecuencia a su casa, su papá vivía en USA y tenía videojuegos de moda así como algunas novedades electrónicas de la época.

El día de su cumpleaños 18 le organizaron una fiesta en una casa de descanso con alberca, hicieron carne asada, había cervezas y otros licores, en ese entonces yo sólo bebía cerveza.

La fiesta inició temprano y por la tarde ya no había hielo, entonces la mamá del festejado me dijo si la podía acompañar por unos hielos porque empezaba a oscurecer y no veía bien de noche, me preguntó si sabía manejar, le contesté que sí y me dio las llaves, nos subimos al auto, me dirigí a la gasolinera, (No había Oxxos en aquellos años).

En el camino hablamos cosas sin importancia, tanto que no las recuerdo, al comprar el hielo, pagó también unas cervezas y me preguntó si quería, acepté y de regreso bebimos una, antes de llegar me pidió que me detuviera, de pronto empezó a llorar, yo me quedé sin saber qué hacer ni qué decir, se disculpó conmigo y me comentó que su esposo era un hijo de la chingada, destapó otra cerveza y encendió un cigarro, me empezó a preguntar si ella se veía linda o si me parecía fea o gorda, la verdad es que estaba muy guapa y buenísima, no se lo dije así, sólo atinaba a decir que no era fea, tenía una blusa de tirantes sin manga y una falda de manta abajo de la rodilla, de piel bronceada y cabello rizado castaño.

Empezó a llorar de otra vez, se disculpó nuevamente y me pidió que la abrazara, yo para ese momento ya tenía una erección que inició desde que me preguntó sí la veía fea o no, tenía un par de tetas riquísimas, que sentí cuando me abrazo, inesperadamente empezó a besar mi cuello hasta llegar a mi boca.

Para ese momento yo estaba que no lo creía, excitado al máximo, pegó su cuerpo al mío aún más, subió su falda me tomó una mano y la puso sobre su muslo, con la otra mano tomó mi paquete y lo empezó a frotar, seguramente vio mi excitación se separó un momento y me dijo que estuviera tranquilo que respirara hondo, yo pensé que todo terminó ahí porque bajó del auto, pero no, me pidió que me pasara para atrás, así lo hice al igual que ella.

Una vez atrás me preguntó que si era mi primera vez, le contesté que no, pero con una mujer mayor sí, ella con una sonrisa que aún recuerdo me dijo que sería mi maestra, me preguntó si había hecho un cunnilingus jajaja fue la primera vez que escuché el término (ella se encargó de que me quedara muy claro y nunca lo olvidara), seguramente mi cara de what le causó gracia y me dijo que después me enseñaría, inmediatamente tomó mis manos y las puso sobre sus tetas preguntando si me gustaban, yo me estremecí, y contesté con un débil sí, las movió en círculos y se dirigió a mi falo erecto, bajó mi short y empezó a lamer y chupar, yo seguía con mis manos torpes en sus tetas y pezones, después de un instante no pude más y eyaculé sacando mi pene de su boca, pero salpicando sus manos que uso como recipiente, me dijo que no había problema que me tranquilizara, después de limpiarse con kleenex y hielo tomó de nuevo mi pene flácido en ese momento y empezó a subir y bajar a lamer.

No tardé mucho en tener otra erección, acomodó los asientos, me acomodó a mí y se subió a mi verga, sentí su interior húmedo y caliente, era una sensación deliciosa, subía y bajaba a diferentes ritmos, en momentos paraba, ponía mis manos en sus nalgas y me decía que las apretara, que besara sus tetas, me besaba también la boca moviendo la lengua de una forma increíble, finalmente sentí como me mojó yo pensé que se había orinado y me la quería quitar de encima, pero empezó a moverse más rápido y con más fuerza me jaló hacia sus tetas y siguió un poco más hasta que me vine de nuevo, se quedó abrazada a mi por un instante y me dijo que tenía muchas cosas que enseñarme, después supe que no sé había orinado y muchas cosas más, ese fin de semana fue increíble e inolvidable!!!

Su hijo y yo no pasamos de ser cuates, nunca llegamos a ser amigos, así que no hay culpa!!!

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