Hola a todos, os voy a contar de la mejor manera posible el trío más reciente y más inesperado que hemos hecho mi esposa Julia y yo a día de hoy.
Un sábado había quedado con mi amigo Juan, para venir a casa para pasar la tarde jugando unas partidas al Fifa, mi esposa en ese momento estaba trabajando y con el paso del tiempo se hizo hora de que llegara del trabajo, mientras tanto mi amigo y yo perdimos la noción del tiempo jugando a la consola hasta que alrededor de las 20 h llegó mi esposa, cansada y abatida después de una jornada muy “cansativa” en su trabajo.
Nos saludó y mientras se fue a dar un baño, él y yo seguimos jugando hasta que salió mi esposa Julia de la ducha y nos preguntó que si quería hacía la cena para que cenáramos, ella a todo esto salió de la ducha con un pantalón cortito para estar por casa con media nalga salidota con su culo grandote y redondito, y una camiseta de tirantes que por los lados se la salían casi las tetas no muy grandes pero bien redondas, mi amigo le observé que como todo hombre, pues se le fue la mirada en ella a la que salía de la ducha y fue a la cocina.
Tengo que destacar que ella conoce a Juan, pero nunca tuvieron trato por circunstancias del trabajo y familia nunca hemos tenido tiempo de quedar, aparte Juan estaba saliendo con una chica con la que yo tuve en su día alguna aventura, y ella eso también lo sabe.
Con todo esto, sabiendo que no le iba a agradar a mi esposa la visita de Juan, ni por asomo se me paso por la cabeza que terminaríamos en un trío.
Una vez terminada la cena, los tres nos pusimos a hablar de la vida, y me sorprendió que ella estaba siendo muy amable con él, de pronto les deje a solas para tomarme una ducha rápida y salir con Juan a tomar algo en el bar más cercano y despedirle, pero no fue así, cuando salí de la ducha ya vestido para salir y todo, me les encuentro los dos muy cercanos y riéndose mucho hablando de la novia de Juan, la chica con la que tuve en su día alguna aventura, yo me quedé asombrado y decidí preguntarles de que estaban hablando. Y Julia, mi esposa me dijo:
-Estamos hablando de qué tal esta Juan con Fulanita, porqué tú también te la follaste en su día, verdad?
Entonces yo me quedé sin palabras porqué Juan eso no lo sabía, no me quedó de otra que afirmarlo, a lo que Juan contesto:
-Bueno, ya te la devolveré algún día, la vida da muchas vueltas
Entonces Julia giró la mirada intensamente hacía él, pensando yo que le contestaría algo grosero, fue todo lo contrario.
-Ah si? Y cómo se la piensas devolver y con quien, Juan? -le preguntó Julia a Juan
-Pues contigo, y así quedamos en paz -dijo riéndose a lo que enseguida contesto que lo decía de broma, pero Julia ya excitada le contestó que ojalá no fuera broma lo que acababa de decir Juan.
Entonces yo le dije a Juan que si él se atrevería a follarse y complacer a mi bichota como yo la llamaba a mi esposa Julia, entonces quedó un momento de silencio, a la vez muy morboso y excitante, nos quedamos mirando los tres, y acto seguido Juan dijo:
-Por mí… me encantaría, se la ve preciosa y tiene un culazo y tetazas que me llevan excitando un buen rato. -Exclamó Juan
Entonces Julia, que es muy lista, se levantó y como de sorpresa dijo que se iría a la cama.
-Bueno chicos, yo me voy a ir a la cama que estoy muy cansada porqué veo que no os decidís -se levantaba exclamándole Julia a Juan mientras me guiñaba un ojo.
Entonces Juan y yo nos fuimos a la cocina, para despertarnos de esta realidad tan ficticia por así llamarlo, mientras fumábamos, entonces yo le dije;
-Juan, te soy sincero, hemos tenido experiencias con otros hombres e incluso con una pareja, pero nunca llegué a imaginar que pudiera suceder contigo, pero me estoy excitando de pensarlo, qué hacemos, ¿te ánimas? -le dije a Juan.
Mientras él muerto de risa pero de la nerviosa, me contestó:
-Joder, pues si lo dices así yo también estoy cachondo y pienso en follarme a tu mujer como Dios manda, mira como la tengo -Dijo Juan
En ese momento, él se sacó su vergota negra grandota y muy gruesa que me excitó todavía más al verla e imaginarla dentro de la boca o coño de mí esposa… Entonces sin dudarlo le invité a la habitación y allá qué fuimos los dos.
Al entrar a la habitación estaba a oscuras y penetrando una pequeña luz de la ventana todavía del caluroso verano, yo me acerqué a ella, que estaba tumbada de lado y me puse de frente a ella a besarla y tocarla, cuando Juan estaba de pie al lado de la cama y con la vergota a fuera tocándose.
-Mi amor, te vamos a dar verga los dos hasta que te llenemos de leche, quieres? -La dije.
-¿Si? Follarme los dos mi amor, quiero vuestra leche -Dijo Julia.
En ese momento Juan se desnudó y se tumbó en la cama junto a ella por detrás, dejando a Julia en medio de ambos, fue en ese instante cuando él la empezó a besar y tocar por detrás y los gemidos de Julia sé revolucionaron, acto seguido se volteó hacía él y empezó a besarse muy cariñosamente con él y agarró su vergota con su mano, él juntó a mí la tocaba por debajo metiéndole los dos unos cuantos dedos y haciéndola mojar enseguida.
Yo en ese momento me levanté de la cama viendo como él se ponía encima de ella restregándole su vergota en su coño muy mojadito, besándose muy apasionadamente y ella agarrándole de la cintura empujándole hacía ella, Juan no tardó en bajarse y comerla el coño, a lo que yo me dispuse a ponerla mi verga en su boca mientras él la comía el coño, ella me chupaba la polla a mí.
-Ufff, Juan, para que no quiero chorrear, me encanta como me lo estas comiendo, méteme la verga ya!! -Exclamó gimiendo medio bien con mi verga en su boca Julia.
Mi amigo obedeció sus órdenes, se levantó y se puso al lado contrarío a mí, y la dejó la enorme vergota encima de su cara, gruesa y venosa, Julia soltó mi verga de su boca, para meterse parte de la verga de Juan.
Después de una mamada con mucho líquido en su boca y verga, Juan la levantó y la puso a cuatro patas, metiéndole sin condón su vergota enorme dentro de ella, la agarró fuerte del culo y empezó a chocar contra ella tan fuerte que se quedó Julia sin respiración de lo excitada que estaba a la vez que veía como salía un chorro enorme de su coño por las penetradas ricas que le estaba dando mi amigo Juan.
Al rato de follársela en cuatro patas, Juan se tumbó en la cama y él se dispuso a comerle la vergota, dejando su culo en cuatro para mí, y yo con todas las ganas empecé a lamerla por detrás con esos ricos líquidos que dejó ella y mi amigo de su vergota, después de lamerla el coño, me dispuse a penetrarla, a lo que ella con la verga de Juan en la boca me dijo:
-Por favor cariño, no me la metas que quiero montarme en la verga de Juan -me dijo Julia.
Y yo como buen cornudo me senté en un sillón del dormitorio y más encantado que nadie empecé a observar lo que más me gusta, ver a mi esposa coger con otro y yo masturbarme, y así fue cuando ella dejo de comerle la verga, se levantó y se puso encima de él a cabalgarle rico, menudos sentadones se dio Julia encima de él, hasta que agachó su cabeza hacía la suya y empezarían a besarse de nuevo apasionadamente mientras ella le movía el culo encima de su verga que poco a poco le salía el liquidillo blanco se su verga.
Así mirándoles me saqué la leche tocándome viendo cómo ellos llegaban a correrse los dos a la vez, mi amigo Juan dejo un buen montón de leche dentro de ella…