En este relato quiero contar lo mucho que disfruté el ver a mi esposa follando con otro hombre.
Mi nombre es José, tengo 28 años y mi esposa es algo menor que yo por 3 años. Todo inicio cuando nuestra relación afrontaba por un mal momento, atravesábamos por una crisis marital muy fuerte y fue en ese momento que decidimos buscar diferentes maneras de que nuestra relación no acabara. Una de esas maneras fue el experimentar experiencias nuevas con terceros, la verdad fue lo único que nos funcionó a tal punto que nuestra relación desde ese entonces se solidifico mucho.
Hablamos de realizar un trio ya que esa era una fantasía que tenía hace mucho tiempo, ella accedió si lo hacíamos con otro hombre, un trio HMH ya que ella no se veía en ese entonces experimentando con otra mujer. Iniciamos la búsqueda del candidato adecuado la cual no fue fácil, la mejor, manera fue buscar en páginas por internet, después de mucho tiempo dimos con un hombre de mí misma edad, bien parecido, Diego es su nombre. Con el tuvimos muchas conversaciones por redes sociales, lógico teníamos que conocernos muy bien, antes de cualquier encuentro, en el momento que ya había demasiada confianza entre los 3 decidimos darles rienda suelta a nuestros deseos.
Nos encontramos en un bar de la ciudad en la que vivimos, nos tomamos un par de cervezas y aunque muy nerviosos decidí tomar iniciativa y les propuse el dirigirnos a un motel el cual estaba al lado del bar donde estábamos. Ingresamos y aunque muy nerviosos los 3 iniciamos una conversación muy amena, como yo sabía que mi esposa estaría muy nerviosa, ya previamente al encuentro yo le había dicho que debería de hacer ella para romper el hielo. Hablamos unos 5 minutos en la cama y después ella se dirigió al baño de la habitación donde se pondría una lencería muy ligera que yo le había comprado para este día.
Mientras ella se encontraba en el baño, nosotros nos disponíamos a desvestirnos y quedar solo en ropa interior y acostarnos en la cama dejando en la mitad un espacio para ella. En ese momento ella sale del baño y how sorpresa, estaba preciosísima, ella mide 1.60 aproximadamente, piel trigueña y muy buen cuerpo, tiene una súper cadera que es uno de sus mejores atributos, su cola es muy generosa y firme y sus senos no son inmensos, pero tiene buen buenos y bellos senos.
Ella salió con su lencería negra del baño, se paró muy muy sensual en la puerta y nos dejó admirarla por unos minutos mientras muy sensual, aunque tímida nos seducía, a Diego se le veían las ganas por mi esposa en sus ojos después de que la vio en lencería. Seguido a eso ella se dispone a acostarse en medio de los dos, los nervios que se les notaba en sus rostros eran inevitable, así que nuevamente tome la iniciativa y empecé a besar a mi esposa al tiempo que le decía a Diego que la podía acariciar a su antojo, mientras le daba un beso a mi esposa le dije que nos tocara a los dos al tiempo y que besara a Diego. Ella accedía a todo lo que yo le pedía, aunque en ese momento todavía estaba nerviosa, esos nervios desaparecieron en ella cuando toco por encima de nuestra ropa interior nuestros penes, ya en ese momento inicio mi esposa a mostrarnos lo puta que podía ser y eso me encantaba.
Esa noche hubo demasiado sexo, donde hicimos de todo lo que se imaginaran, el disfruto más de ella ya que mi fantasía era verla follada por otro hombre, tengo que decir que jamás había visto a mi esposa tan excitada y sentí que disfrutaba más del pene de Diego, eso lo único que me generaba esa mas placer ya que era inevitable en no darse cuenta que gemía más fuerte cuando él le metía su pene y sus dedos. Era toda una rutina, él la penetraba y le besaba sus senos mientras ella me practicaba sexo oral, después cambiábamos. Así duramos unas dos horas donde le logre contar a mi esposa unos 6 orgasmos. Estaba tan excitado que no aguante más y estalle, seguido a eso me dirigí a la regadera y tarde como unos 3 minutos, cuando volví habían apagado la luz y se percibía en el ambiente una sensación de que se habían olvidado que yo estaba ahí, así que muy silenciosamente me quede en la puerta observando como mi esposa me mostraba una faceta que nunca había visto en ella. Después de algunos 10 minutos el llego y pararon, ella quería más así que en ese momento me vio y me llamo a la cama, él se fue para la ducha y yo seguí ahí dándole mis envestidas hasta que ella llego y se tendió en la cama.
Descansamos unos 10 minutos y volvimos a retomar la pasión, ella nos chupaba el pene con unas ganas que jamás había visto en ella, así seguimos un rato hasta que le pedí a el que llegara por dentro de ella, el hizo su mayor esfuerzo hasta que pudo volver allegar, cuando saco su pene, se notaba la cantidad de semen que le escurría a ella de su vagina, esa escena fue la más morbosa que pude tener en toda la noche y me dieron unas ganas tremendas de introducirle mi pene ahí mismo, sentía como mi pene resbalaba con el semen de Diego y eso me excito tanto que solo tarde como 3 minutos hasta que llegue nuevamente, esta vez también por dentro de ella.
Esa ha sido la escena más excitante que he visto en toda mi vida, verla a ella no poder más, verla tendida en la cama rendida y con sus piernas temblando, sudando como nunca y llena de semen de dos hombres diferentes al tiempo. Esa ha sido la mejor escena de mi vida, que jamás olvidare.
Recuerdo mucho el rostro de pasión que tenía mi esposa, en su rostro se notaba una mirada de lujuria que jamás había visto en ella, el ver como me agradecía en cada embestida que le daba Diego, eso fue lo más excitante para mí.