Hola me presentó soy un joven de 20 años (18 en la historia), Delgado, pequeño de menos de 1,70 y con unas ricas nalgas. Esto ocurrió en las vacaciones de 2019 en donde estuve de visita al campo de mi tío, solos él y yo, mi tío es un hombre muy distinto a mi alto, fornido, moreno y con unos huevos cargados de leche predicho de estar viudo más de 10 años y por supuesto no desaprovecha la oportunidad de desquitarse de lo putita que es su sobrino.
A la historia:
Tras un caluroso y arduo día de trabajo en su campo Carlos estaba agotado y sólo quería tomarse el día bebiendo su cerveza, para su suerte su amante le habría preparado su cena y alistado una fría cerveza para relajarse mientras mirada sudorosamente su televisión y a su sobrino limpiar la mesa y alistar el baño y posteriormente la cama para su querido tío.
Carlos si mediar palabras terminó su plato y se dirigió al baño para limpiarse toda la mugre que tenía de paso preparando su enorme y jugosa verga tras terminar se aproximó hacia su cuarto en donde se encontraría a su sobrino con las piernas y el culo desnudos, su agujero estaba abierto producto de tener a sus manos agarrando sus nalgas para tenerlas lo más abierta posible. La parte superior del cuerpo estaba recostada contra la cama mientras las caderas y la cola estaban en lo alto permitiendo una perfecta vista para su mucho.
Como era de esperar del serio hombre de acercó a su sobrino para proceder a lamer ese hoyo que tanto ansia ser profanado, el ano comienza a dilatarse producto de los intensos movimientos de la lengua del tío que tras llenarle de saliva a su sobrino como si de vaselina se tratase decide posarse atrás del joven para que con sus propias manos agarra las nalgas e ir penetrando el rosquete prohibido, suavemente el hombre va clavando más y más al fondo a su nueva esposa provocando leves gemidos en ella dichos movimientos se van intensificando y sin preocuparse por los gesto de dolor del joven.
El acto sigue en esa posición con el tío profanado a su sobrino quien con el tiempo sólo suelta ruidos de placer acompañados de agradecimientos a su tío por convertirlo en su nueva pareja, para finalizar el agujero del joven es llenado de la espesa y caliente leche del semental que ahora lo posee y juega con su cuerpo cuando se le plazca.
Esto fue uno de los recuerdos que tengo con mi tío Carlos hay otros encuentros más explícitos pero por el momento comentó sólo este, gracias por leer.