Me sacó de mi profundo sueño, el vibrar de mi móvil, en la mesilla de noche.
-Si? -respondí con una voz de ultratumba.
-Madre mía, que voz, -protestaron al otro lado. Como te pondrías anoche en la boda macho. Dijo Rafa mi jefe.
-Bueno, tampoco te creas, respondí.
-Que necesitas de mi? No me hagas pensar no soy capaz, protesté.
-Nada hombre, solo decirte que como el viernes te quedaste hasta muy tarde para terminar la obra, y han quedado muy contentos, te doy fiesta toda la próxima semana.
-Joder muchas gracias, la verdad que me has dado la vida así ya no vuelvo hoy.
-Creo que no voy a poder ni conducir. Le dije como pude.
-Ala Luisja, a dormir otra vez, bello durmiente. Chao. Disfruta
-Gracias Rafi. Colgué.
Abrí los ojos y asimile la vuelta a la vida, entonces fue cuando note que mi vejiga explotaría de un momento a otro. Maldije la cantidad de líquido que bebí la noche anterior.
Cuando me levante y pude ver la habitación, con la poca luz que entraba por la ventana, aprecié que más que una habitación de madre e hijo, parecía la de unos amantes en celo.
El sujetador tirado, mis pantalones por el medio, el vestido de mi madre encima de la mesita, las bragas llenas de mi lefa… Bueno parecía un campo de batalla.
Vi como mi madre estaba inmersa en profundo sueño todavía.
Fui al baño y vacíe mi vejiga, que gusto.
Pero el ruido de la cisterna despertó a mi madre.
-Bufff acertó a decir. Qué hora es? Me preguntó?
Mire mi móvil las 11:10 Ma, por cierto buenos días…
-Perdona mi rey, pero todavía estoy asimilando, si estoy viva… Ya no podías dormir más?
-Sí, pero me ha llamado mi jefe, y me ha despertado.
-Que quería? Que le pasaba un domingo a estas horas? Que tío, no te deja ni desconectar. Protesto.
-Bueno Ma, relájate esta vez era para darme una buena noticia.
-Que te va subir el sueldo? Río.
-No Ma, que me da fiesta toda la semana.
Los ojos de mi madre se abrieron de par en par. Pues nos podemos quedar aquí unos días más. Dijo muy contenta.
-Si Ma, eso había pensado yo.
-Voy a llamar a recepción para ver si tienen libre la habitación.
-Bueno… Dos buenas noticias nada más despertar, el día promete dijo muy contenta mi madre.
-Dos? Pregunté asombrado. Una es que nos quedamos unos días más a conocer Madrid,que tanto querías, pero la otra?
-La otra es que puedo menear las piernas… Reímos los dos a la vez.
Buena señal, se acordaba de lo de anoche, no estaba muy borracha. Pero tenía que seguir indagando si era consciente de lo que había pasado la noche anterior.
-Tienes resaca Ma?
-No cariño, solo estoy cansada, pero de resaca nada. Eso si ganas de mear muchas…
Y entonces se levantó, la mejor visión de lo que llevamos de día. Desnuda como la había metido en la cama, tras su primer orgasmo.
Pude ver que en las sábanas había un cerco blanco a la altura de su coño. Eso no era de la crema… Creo que mi madre, lubricó después del orgasmo… Pensé.
Fui a coger el teléfono de la mesilla para llamar a recepción quería saber si estaría libre la habitación.
Oía como mi madre vacía su vejiga y un ehh y esto? Salió de su boca.
No sabía porque lo decía, pero ya le preguntaré luego, me habían contestado en recepción.
-Buenos días soy de la habitación 715, me gustaría saber si podemos disponer de la habitación 4 noches más.
Me explicó que no, que lo sentía de verdad, había una feria muy importante de turismo en la ciudad y tenían el hotel lleno. Lo único que tenían libre, era la suite. Que si quería verla sin ningún compromiso. Me la podían enseñar. Que la dejaba reservada y si me gustaba, hacíamos el cheking sino pues nada.
-Está bien. En 20 minutos bajo a recepción. Muy amable. Le dije a la agradable chica de recepción.
Mi madre había vuelto del wc y estaba recogiendo el desorden de la noche anterior.
-Parece la ha habitación de unos novios en celo. Dijo muy risueña.
-Ma, que te ha pasado antes, que has dicho eh y esto? Le dije intrigado.
-Ah nada hijo, no sé, que mientras hacía pis, he echado como una especie de moco viscoso con un poco de sangre, y me ha extrañado, a ver si me va a volver la regla, dijo dubitativa.
-Va Ma, eso será por lo de anoche.
-De lo de anoche tenemos que hablar tú y yo por cierto, se apresuró a decir.
Madre mía ya empiezan los arrepentimientos, pensé para mis adentros. Adiós, se acabó aquí el juego.
Pero mi madre cambio de tema radical. Qué te han dicho en recepción?
-Que hay una feria en la cuidad y que la habitación no está disponible, pero que tiene una suite.
-Voy a darme una ducha rápida e iré a verla le respondí.
-Bueno cógela, me ordenó. Valga lo que valga yo no quiero volverme a casa sin conocer Madrid. Además otros hoteles también estarán llenos.
Mientras que yo me preparaba, ella se pudo a recoger y hacer las maletas, de una manera u otra en un par de horas teníamos que abandonar esa habitación
Subí con la amable chica de recepción a la suite.
Quede sorprendido con el tamaño cuando la chica abrió la puerta.
Mira el sofá se hace cama, puesto que sólo hay una cama, tiene una puerta corredera que puede hacer las estancias independientes. Dijo la joven chica.
-Ah perfecto, me resulta un poco violento dormir con mi madre mentí.
-Por eso le decía, caballero.
-Pase que le enseñaré la otra estancia de suite.
Cuando la chica corrió la puerta, se abrió ante mi el paraíso. La habitación tenía un jacuzzi para dos personas, una cama de 2×2. Mi cabeza se puso a imaginar lo que allí podía hacer con mi madre, mientras la joven seguía con el tour.
-Ya pero sabe, le dije el único problema que le veo es que no tenga la bañera tapada. Me da vergüenza ducharme delate de mi madre. Seguía intentado despistar a la joven.
-No se preocupe aquí, tiene ducha y bien grande cerrada con su puerta donde está la taza del WC.
Era perfecta…
-Está bien nos la quedamos. Afirmé. Sin preguntar ni el precio.
-Pasen cuando quieran por la recepción y hacemos el cambio.
Entre en la habitación, mi madre ya se había vestido, había recogido todo. Las maletas ya estaban listas. Tenía muy buena cara, está guapísima, se había puesto una de esas mallas negras que compramos, se marcaba la silueta de su nuevo tanga. Me la hubiese comido allí mismo.
Hicimos los cambios pertinentes en la recepción y subimos a la suite.
-Que grande, que maravilla, si tiene hasta jacuzzi dijo mi madre, y que cama más grande, vamos a dormir en ella como reyes. Me dio el primer morreo del día, que me gustó mucho.
Dejamos las maletas y mi madre comenzó a sacar la ropa y ponerla en el armario. Hijo, creo que es hora de hablar de lo de anoche.
-Ma, con el estómago vacío, yo no puedo hablar. Le protesté, quería ganar tiempo. No quería tener esa conversación con mi madre sabía que le habían llegado los remordimientos…
-Vale pediremos algo al restaurante y que nos los suban. Se le ocurrió
A los pocos minutos, teníamos unos cafés y unos dulces, en la habitación. Los devoramos rápidamente. Que hambre tenías no Ma?
-Si. Respondió, lo de anoche abrió mi apetito.
Sabía que no había más salida y que no podía retrasar más la conversación.
-Hijo lo de ayer creo que no está bien.
-Que pasa ma tienes remordimientos?, te sientes culpable? Le pregunté decaído.
-Déjame hablar cariño, protestó. Digo que no está bien. No creo que esté muy bien visto, que un hijo le haga una paja a su madre, hasta correrse como una loca.
En esos momentos, se me vino el mundo encima. Aquí acababa mi sueño… by by.
-Quiero que sepas que no tengo el más mínimo, remordimiento, dijo muy segura, mientras mis ojos se abrían como platos de las palabras que salían de la boca de mi madre. Ni me siento culpable.
Fue alucinante, me encantó, aunque no esté bien. Apuntó.
-Ma, somos dos personas adultas, mayores de edad, no hacemos nada malo. Ni hacemos mal a nadie. Nadie ha obligado a la otra persona a hacer algo que no quisiese. Somos dos personas disfrutando de sus cuerpos.
En ese momento, vino la imagen de mi padre a mi cabeza. Bueno Ma, igual si hacemos daño al alguien.
-Como? Pregunto mi madre sorprendida. No veo por dónde vas.
-Jo, que igual sí que podemos hacerle mal a papá. Dije un poco triste y sintiéndome culpable.
-Si hombre hijo mío, al que más, dijo en tono sarcástico… Mira Luija tu padre pasa más de 320 días al año fuera de casa, como bien te dije ayer tu padre era una persona muy fogosa, estaba siempre caliente, a cualquier hora quería tema, y me vas a decir tú, que después de tantos años fuera de casa, no se conoce, todos los club de España? Que crees que siempre me ha sido fiel? Perdona, cariño pero No.
Papá sí que sabe que es un orgasmo, aunque a mí no me lo haya dado nunca.
Me vas a decir hijo que se tiraba dos meses incluso tres, sin echar un polvo, sólo masturbándose?
Pues no hijo, pues no.
Te voy a decir una cosa que nunca he dicho a nadie. Una vez en su ropa salió, un resguardo de pago con tarjeta de un club en la carretera N-232. No creo que sería mi la primera ni la última que iba a alguno.
Tenía razón mi madre, que persona joven y fogosa podría aguantar dos meses sin untar el churro. Yo me moriría. Entendí, que mi madre, tenía razón. Yo también creo que hubiese caído en las garras del placer…
Me dejó de remorder la conciencia. Seguro que le había puesto los cuernos a mi madre más de una vez, ya ahora ella, se los pondría a él.
Bueno hijo, déjate de discursitos, y por favor haz que tenga otro orgasmo como el ayer, por favor me muero de ganas de volver a sentir esa sensación. Probe en mis propias carnes como era un orgasmo, he entendido porque la gente es capaz de cualquier cosa por tener uno, entendí porque pierden la cabeza… Fue LO MÁS. Dijo mientras se pegaba a mi y nos fundimos en un buen beso con lengua…
Madre mía como había cambiado esta mujer. No me lo podía creer.
Comencé a acariciar ese precioso cuerpo, sin dejar de besarla, le quité la camiseta, apareció un precio sujetador que resaltaba sus preciosos pechos. Se lo quité y toqué sus tetas por primera vez, estaban duritas, sus pezones empezaron a ponerse más duros, y aproveché para mordisqueárselos. Un gemido salió de la boca de mi madre, ahh qué gusto sigue mi amor esto también me gusta. Se los apreté con mis dedos y seguí besándola. Hay que ver que bien daba los besos con lengua. Bajé sus ajustadas mallas, y se quedó solo con el tanga de encaje y transparencias que habíamos comprado el día anterior. Qué imagen más bonita.
Ella no sé si estaría cachonda ya, pero yo estaba como una chimenea…
Seguí un poco más el toqueteo de su cuerpo, la besé, volví a chuparle los pezones, ahora ya estaban duros como piedras. Toqué su coñito por encima del tanga y le frote un poco. Metí mi mano en el precioso tanga, acaricie su precioso y carnoso coño, mi sorpresa fue que mi madre lo tenía algo lubricado, pero poco. Creo que había puesto a funcionar otra su maquinaria sexual interior, que tantos años llevaba parada.
Bajé el tanga y la tumbe sobre el sofá. Seguimos comiéndonos a besos, seguía jugando con sus pezones. Volví a tocar su delicado coño, había lubricado un poco más. Moría de ganas por comerle el coño, pero quería esperar un poco más. Lo bueno se hace esperar. No le podía dar todo el primer día.
Cuando comencé a acariciar su clítoris.
Los gemidos era lo único que se escucha en la habitación. Ahh no pares mi rey. Ah ah ah me matas, me encanta, es la mejor sensación de mi vida ahhh ahhh.si si sí Más quiero más sigue sigue.
Por lo que más quieras no pares, por favor, no pares me suplicaba,
Ma, no decías que esto no estaba bien?
El que no va a estar bien vas a ser tú, como pares de hacer lo que me estás haciendo con esos mágicos dedos.
Estoy, cachondaaa, resopló.
Metía mis dedos en su húmedo coño, mientras con la otra mano, jugaba con su clítoris…
Tras un buen rato de placer, mi madree ordenó que parase… Ahh ahh decía con la respiración agitada… Buff qué bueno madre mía qué gusto como, he podido estar 40 años sin descubrir esto… Madre mía quiero más… Decía con su agitada voz.
Parecía una jovenzuela, cuando pierde la virginidad y descubre lo que se siente, le gusta tanto, que quiere estás todo el día follando. Pero mi madre tenía ya una edad… Bueno Ma, no sirve abusar que luego no te vas a poder ni sentar… Reímos los dos.
Mis huevos iban a reventar, espere a ver cómo reaccionaba mi madre, pero no se movía, estaba en una nube.
Baje mi pantalón y mi ropa interior, yo también quería tener mi orgasmo y que se me relajase mi dura polla.
Quedé desnudo. Mi madre miraba mi polla, pero no se atrevía a tocarla. Tócala Ma, no muerde le dije. Yo también quiero que me hagas gozar.
Me la cogió con su mano derecha, hazme una pajilla que si no voy a reventar, le di un buen beso con lengua. Mientras acariciaba mi durísima polla.
Cuando decidió, hacerme mi ganada paja, apretaba mi dura polla con mucha fuerza, tuve que decirle que aflojar la presión de la mano, me dolía. Cogí con mi mano, la suya y comencé a subir mi piel de arriba abajo. Solté mi mano y la dejé hacer, pero mi madre no tenía experiencia haciendo pajas. No seguía el ritmo, sus bajadas era muy bruscas, tuve que decirle que lo dejase o me haría daño.
Mi pobre madre, se vino abajo. Quería verme disfrutar igual que yo le había hecho a ella.
Espera Ma, fíjate cómo lo hago yo y aprende.
Mira Ma, no hay que apretar mucho, hay que subir despacito. Arriba y abajo, abajo y arriba y cada vez vas subiendo el ritmo… Ves? De vez en cuando hay que girarla, con suavidad…
Déjame cariño quiero volver a probar y que tengas un orgasmo de mi mano. Volvió a coger mi durísima polla, esta vez sin apretar tanto, y empezó los moviendo lentos. Fue aumentando el ritmo hasta que sentí, unos pinchazos en mis huevos y salió de mi polla cantidades ingentes de lefa, que caían por todos los lados. Al final me gustó la paja que me hizo mi madre. Aprende rápido.
Nos quedamos relajados los dos en el sofá de la suite, que tantas alegría me iba a dar. Esto, no había hecho más que empezar.
Tras unos minutos de silencio y relajación, nos fundimos en un buen beso, mientras mi madre jugaba con los pelos de mi pecho, yo lo hacía con sus duros, pezones.
Sabes hijo?, He vuelto a ver cómo mi coño ha abandonado el dique seco, he vuelto a lubricar, no como cuando tenía 20 años, pero mi coño vuelve a tener vida. Creo que no hará falta nunca más lubricante…
Lubricante? Le pregunté asombrado. Ma, no dijiste que tú y yo nunca follaríamos?
Su cara cambio… La pille fuera de juego…
Eh a ver, acertó a decir. Nosotros no vamos a follar. Lo decía para cuando lo haga con tu padre.
Pero a ver Má, si dices que tú con papá nada. En qué quedamos. Tras mis preguntas estaba acorralada, cual ratón entre dos paredes…
Hijo vamos a prepararnos y salir a conocer Madrid. Que es lo que yo quiero.
Sí Ma, pero no has respondido a mis preguntas. No podía dejar escapar el ratón ahora, jeje
A ver hijo, lo he dicho sin pensar, pero lo que si
Que he pensado, es que tú y yo nunca y digo nunca, vamos a follar.
Yo sabía que sí, la conocería…
Por cierto rey, me podías hacer un cunnilingus.
Me pilló de sorpresa total…
Ahora Ma? Pregunte.
Sí. Respondió con total rapidez.
Le haría esperar, sabía que lo quería probar por lo ya lo tenía seguro, así que la dejé, con la miel en los labios…
Ma, vete a darte una ducha y prepárate que son las 14 y vuelvo a tener hambre.
Vamos a ver Madrid que ya tendremos tiempo de cunnilingus… Eres una impaciente. Paciencia.
Aceptó, no muy convencida por mi respuesta pero la acató.
Mientras que ella se duchaba, Fui al armario a escoger su ropa. Me encanta…
Para la ocasión, le prepare una mini falda que habíamos comprado el día anterior, con unas medias negras con unos lacitos y detalles rojo, liguero. Unas bragas pequeñas, blancas con puntillas y transparencias, un sujetador a juego, una blusa blanca semi transparente y una americana. Estaría preciosa.
Hay que ver qué buena compra hicimos ayer… pensé.
Salió de la ducha, envuelta en su albornoz. Vio la ropa encima de la cama y preguntó. Y esto cariño?
Es la ropa que me gustaría que te pusieses hoy.
Aceptó sin dudar un segundo.
Me preguntó, si iría en chándal.
No Ma, también me arreglaré. Con un bellezon, así uno no puede ir de cualquier manera…
Fui a ducharme.
Continuará…