Esperando a que mi prima durmiera en algún momento dormite cuando desperté la televisión ya estaba apagada, me enderecé y Lucero ya dormía, estaba de espalda hacía mi lado y su gran culo al borde de la cama, no pude aguantar más y con calma puse mi mano sobre ella tocándole el culo.
Suavemente empecé a acariciarle, para ese momento ya tenía la verga bien dura.
De pronto hizo un movimiento y me asusté creyendo que se levantaría, regresé a acostarme, tardé mucho tiempo en poder dormir estaba agitado hasta sudé un poco no creía que hubiese agarrado las nalgas a mi prima.
A la mañana siguiente me desperté temprano y bajé al poco tiempo también bajo mi prima tenía miedo que se hubiese dado cuenta de anoche y me delatara con mis padres así que gran parte del día estaba algo temeroso, pero mi prima actuaba normal como si nada hubiese pasado.
Así que supuse que no se había dado cuenta. Yo ansiaba que la noche llegara, después de cenar Lucero dijo sentirse cansada y que iría a dormir yo disimulé y me quedé con mis papás abajo hasta que ellos también se fueran a dormir ya una vez en el cuarto entre despacio.
Ella dormía cerca del borde de la cama, pero estaba cobijada, me acosté y empecé a meter mi mano entre la cobija muy despacio y poco a poco fui sintiendo las nalgotas de Lucero cual fue mi sorpresa es que no traía nada puesto de pronto se movió y me asusté y recosté rápidamente.
Se movió hacia la orilla de la cama boca arriba con los pies al borde y se descubrió la cobija hasta su vientre dejando al descubierto su gran culo mi corazón estaba acelerado que me levante y senté observando sus piernas abiertas mostrándome una vista increíble. Me acerqué a su entrepierna y empecé a tocar su vagina estaba bien gordita y abultada, despacio con mis dos manos fui abriendo sus labios al mismo tiempo que veía como parecían pegados por una espesa miel, al estar tan cerca el aroma de su sexo me llamó a probar su rica miel pasando mi lengua y comiendo entre sus labios.
Inesperadamente echó sus piernas hacia atrás y con sus manos se abrió las nalgotas dejando descubierto su ano.
Claramente fue una invitación a probar, no pude resistir y bajé mi lengua probando su rico culo bañado de rica miel.
Yo tenía la verga tan dura y venosa que ya no sentía mi propia erección, me puse de pie y empecé a pasar la verga de arriba abajo entre sus labios enmielados.
Lucero no se quitaba la cobija de encima, aproveché para tomarla de las caderas y empecé a cogerla con cada embestida pujaba más y más.
De pronto metió su mano y empezó a tocarse el ano, entonces supe que quería sentir más, cuando se la saque tenía le verga blancosa y cremosa, la tomé con mi mano y la penetré por el culo, sentía como le empujaba todo por dentro igual terminé dentro de ese gran culo.
Después de que se la saqué, la dejé con el ano un poco abierto mientras ella apretaba y soltaba, mi leche escurría de su interior.
Lucero se descubrió la cobija mientras me miraba fijamente, agitada, yo no sabía que decir y ella me dice -límpiame!!!
Entonces supe que todo estaba bien jajaja.
Al siguiente día mis tíos vendrían por Lucero y antes de irse me llevó al cuarto, se acercó y me agarró los huevos! y me los apretó diciendo “tenemos que vernos otra vez”.
Por supuesto que seguimos viéndonos, pero ahora en habitaciones de motel.