Nuevamente estaba soltera, había terminado mi última relación con un chico. Mi historial amoroso ya era de tres personas, dos hombres y una mujer. No había durado mucho con ninguno de ellos, pero sexualmente ya había probado y experimentado varias cosas, en especial con este último pololo (novio), cosas como: disfraz de policía, sexo en un parque y oral en el transporte público.
Era noviembre de aquel año, estaba en la universidad y durante todo ese tiempo, me había dedicado a estudiar y conocer gente del entorno universitario, pero nada de sexo.
Esos amigos que mencioné en un relato, ya no mantenía mucho contacto con ellos, seguían siendo mis amigos más cercanos pero con el tema universitario, todos estábamos ocupados en otras cosas.
Conocí un grupo de gente que consideré amigos, pero eran más bien “amigos de carrete” (fiesta), de esos que te comunicas con ellos para ir a fiestas. En este grupo había una chica… para esta ocasión la llamaré Emilia. Ella era bien alegre, le gustaba la fiesta, siempre tenía algún lugar donde ir.
Un fin de semana, Emilia me llama y me dice que la habían invitado a un carrete, ninguno de los demás del grupo podía asistir, por lo que fuimos las dos. Supuestamente era un carrete en donde habría mucha gente, pero no fue de esa forma, no llegó nadie, solo habían asistido dos personas más y el dueño de casa. En total éramos cinco personas, el dueño de casa que lo llamaremos Carlos, los invitados, Felipe, Sofía, Emilia y yo.
Al ser pocos en ese carrete, estuvimos en el living escuchando música, conversando, bebiendo y fumando marihuana durante toda la noche, la estaba pasando muy bien. En un momento de la noche, ya madrugada, Carlos nos propone un juego… En mi país se le llama la cultura chupistica, en resumen, es como una trivia, alguien pone un tema central y los demás sin repetir ni equivocarse deben seguir. Ej. Equipos de futbol como Barcelona… El resto debe seguir el tema. Bueno, al principio fueron temas divertidos, cosas científicas, marcas de auto, nombres de actores, etc.
Ya con varias rondas en el cuerpo, Emilia cambia las reglas del juego, el que perdía la siguiente, debía cumplir un reto… Todos aceptamos la nueva regla. Recuerdo que el primero en perder fue Carlos y Emilia lo reta a besar a Sofía. Nos reímos, pero con algo de tensión, era una risa nerviosa. Sofía al comienzo no acepto y se negaba, pero luego cedió ante nuestra presión y Carlos tuvo que besarla.
Besos para acá y para allá estuvimos un tiempo hasta que nuevamente, Emilia dice ahora empecemos con prendas… La verdad es que después de tanto alcohol y besos, el ambiente estaba algo prendido por decirlo de alguna manera.
Podría contar cada detalle de cómo nos íbamos quitando la ropa, pero lo más interesante viene cuando ya estábamos todos desnudos. Al estar en el living podíamos taparnos con la mesa de centro que era bastante grande. Yo estaba algo avergonzada por la situación, pero no voy a negar que, con el alcohol y la situación, estaba algo caliente.
Volviendo a la situación, estábamos todos desnudos y seguimos jugando, ya no teniendo prendas que sacarnos, ahora el perdedor o perdedora debía hacer algo… Felipe, por ejemplo, tuvo que ponerse de pie y contar 10 segundos antes de sentarse, sin taparse claro. Cuando lo hizo, entre lo avergonzaba que me sentía en ese momento, igual lo miré… No tenía su pene erecto del todo, también miré al resto como reaccionaba, Sofía le miraba su pene al igual que lo hacía Emilia.
A mi me tocó hacer lo mismo, me tuve que poner de pie 10 segundos, sin tapar ninguna parte de mi cuerpo, pero tuve tanta vergüenza en ese momento que tapé mi rostro, conté hasta 10 y me volví a sentar, estaba con el rostro enrojecido de la vergüenza.
Cuando ya todos nos habíamos puesto de pie una cantidad de segundos, el reto aumentó de nivel. La primera en perder en este nivel fue Emilia, que tuvo que tocarle el pene a Carlos. Ella no dudó y tomó el pene de Carlos con su mano derecha y luego la soltó a los pocos segundos. Carlos por supuesto ya estaba erecto y a nosotros a esas alturas, no nos importaba, ya poco y nada nos tapábamos.
Los retos en este nivel, implicaban tocar o besar partes del cuerpo. Una ronda en donde perdí, tuve que besarle los pechos a Sofía, luego a Emilia, y en la misma línea, ellas a mí. Tuve que tocar los penes erectos de Carlos y de Felipe, incluso tuve que hacerlo al mismo tiempo, jamás había sostenido dos penes al mismo tiempo.
Emilia siempre proponía retos de mayor nivel y ahora sin siquiera jugar, nos retó a Sofía y a mí, a chuparles el pene a Carlos o Felipe. Sofía se negó al igual que yo, pero le dijimos que, si lo hacía ella, nosotras lo haríamos después… Emilia se acerca a Carlos y Felipe, y nos dice “apuesto que no se atreven a esto…” y comienza a chuparle el pene a Carlos mientras sostenía con la otra mano masturbaba a Felipe, luego cambio de lugar, ahora le chupaba el pene a Felipe y masturbaba a Carlos. Yo miraba la cara de placer de ambos y me calentaba, miraba la cara de Sofía que estaba al lado mío y también tenía una mirada de placer.
Una vez que Emilia terminó de hacerle sexo oral a Felipe y Carlos, nos dice “ya les toca”. Nos reímos, miré a Sofía y le dije que lo hiciera ella primero, pero el resto comenzó a decir mi nombre. Los dos chicos se acercaron a mí, yo de rodillas junto a dos penes, Emilia y Sofía comenzaron a decir mi nombre, animándome a que lo hiciera, yo me reía, estaba avergonzada, pero acepté, tomé los dos penes… Las chicas gritaban, yo riendo miré a Carlos que estaba a mi derecha y metí su pene en mi boca, lo chupé un segundo, no más que eso, giré e hice lo mismo con el pene de Felipe. Me levanté y señalé a Sofía, era su turno. Ella con una vergüenza similar a la mía, también lo hizo, habíamos cumplido el reto de Emilia.
Carlos reta a Emilia que me la chupara a mí, yo acepté, me senté en el sofá, abrí mis piernas, ella se acerca de rodillas y comienza a chupar mi vagina. Extrañaba mucho la sensación de que una chica me hiciera sexo oral, debo admitir que sentir la lengua de Emilia en mi vagina, hacía que me calentara mucho, tanto que comencé a gemir, pero tapaba mi boca por vergüenza. Mientras Emilia me practicaba sexo oral, miraba en donde estaban los demás… Carlos y Felipe estaban a los extremos del sofá, se estaban masturbando, o más bien, tocándose. En tanto Emilia y yo seguíamos en lo nuestro, ya no había vergüenza, ya no importaba quien estaba mirando o qué estuviera haciendo.
Emilia se detiene y se acerca a mi cara, con una mirada cómplice nos besamos y nos sentamos una al lado de la otra, siempre tocándonos, mientras Sofía de rodillas le estaba chupando el pene Felipe. Era todo increíble, no podía creer que eso estuviera pasando. Esto no terminó ahí, ya que Carlos había traído preservativos. Lo veo ponerse uno y se sienta a un lado de Emilia, ella se sube arriba de él y comienzan a cabalgarle. Yo sorprendida y caliente miraba sus caras de placer, los pechos de Emilia moverse. Me gustó tanto la escena que comencé a tocar sus pechos y al mismo tiempo la besaba, era difícil hacerlo al ritmo en que ellos se movían. Emilia gemía mucho, parecía una actriz porno con sus gemidos. Por otro lado, cerca de la mesa de centro, estaba Sofía a cuatro patas y Felipe dándole. Me apoyé en uno de los brazos del sofá, en donde tenía vista de las dos parejas, oírlos gemir a los cuatro, verlos tener sexo, me tenían muy caliente en ese momento.
Miro que Emilia se acerca a mí, abre mis piernas y comienza a hacerme sexo oral, ella en cuatro y Carlos metiéndoselo. Emilia lo hacía tan bien que me hizo acabar.
Después de ese orgasmo que Emilia me hizo tener, tenía apoyada mi cabeza en el brazo del sofá y veo a Felipe acercase a mí, toma su pene e intenta meterlo en mi boca, yo no lo negué, comencé a chuparle el pene, esta vez sin la vergüenza de antes, ahora lo estaba haciendo bien. Chupaba la cabeza, pasaba la lengua por el tronco y miraba su cara de placer.
Era tanta escena diferente de sexo grupal, que mientras yo le hacía sexo oral a Felipe, Sofía y Emilia por otro lado estaban besándose y Carlos observaba toda la situación. Felipe quita su pene de mi boca y toma un condón de la mesa, lo abre y comienza a ponérselo… Yo me levanto y apoyo parte de mi cuerpo en el respaldo del sofá dando la espalda. Siento como Felipe toma mi cintura e introduce su pene en mi vagina y comienza a darme. Poco a poco me va dando más duro, siento como su pene entra y sale, como mi vagina se expande cada vez que el mete su pene. En eso, frente mío, aparece Emilia y Carlos… Ella toma el pene de Carlos y lo introduce en mi boca. Era primera vez que chupaba un pene mientras otro hombre estuviera dándome.
Felipe toma mi cintura fuerte y me da muy fuerte, pero disminuyendo la velocidad, había acabado dentro mío, en el condón… Saca su pene y se sienta exhausto en el suelo. Giro para sentarme en el sofá y Carlos se dirige donde Sofía. Miro a Emilia, ya éramos cómplices, con una mirada, sabía que tocaba en ese momento. Cruzamos nuestras piernas y comenzamos a rozar nuestras vaginas. El sentir su vagina junto con la mía, su clítoris rozando el mío era demasiado excitante, me gusta el pene y que me lo metan, pero el roce de la vagina era el doble de placentero. No pasó más de un minuto y ya había acabado de nuevo. Ahora era Emilia y yo exhaustas junto a Felipe, los tres sudados y desnudos. En tanto Carlos seguía teniendo sexo con Sofía, mientras nosotros los mirábamos, sin decir nada. Pasaron unos minutos y Carlos acabó dentro de ella, también en el condón. Me levanté del sofá, tomé mi ropa y me dirigí a la habitación de los padres de Carlos, me tumbé y aún sin creer lo que había pasado en esa casa, me dormí.
Al día siguiente, al despertar, al lado mío estaba Emilia y Felipe desnudos durmiendo, Carlos y Sofía durmieron en otra habitación. Después de una ducha rápida, comimos algo en la mañana, nadie dijo nada acerca de lo que había pasado, yo me despedí de todos y me fui a mi casa, aún no podía creer que había participado en una orgía.