Tienes curiosidad por saber de qué va este relato, el título te ha llamado la atención, pero te puedo decir que no va a ser un relato cualquiera, va a ser un relato diferente, que quizás pueda crear un cambio en ti, y que veas cuáles son tus verdaderas necesidades. Sabes que no voy a presentarme, ese halo de misterio, hará que por ahora te quedes, intentado descubrir quién soy realmente, pero quizás, a medida que avanza el relato, tus motivos para quedarte sean otros, y al final, descubras algo nuevo de ti.
Seguro que estás sentada en la silla pegada a tu ordenador, con este relato delante de ti, creándote poco a poco la necesidad de seguir leyéndolo, pero antes de continuar, me gustaría que me hicieras un favor, y es que cojas unas cosillas de tu casa, para que esto te resulte más… interesante. Coge una cuerda larga o unos cordones de zapatillas, unas pinzas que pueden ser de la ropa, y algún objeto alargado que meterás dentro de ti. Mm eso ya te gusta más ¿no? Pues corre, ¡ve!, tenemos todavía mucho por delante.
¿Ya estás de vuelta? ¿Has corrido mucho a por los objetos? Bueno tu respiración levemente agitada me lo está diciendo, pero tranquila, que esto no ha hecho más que empezar. Quiero que te desnudes ahí mismo, frente al ordenador, no te vayas a ningún sitio, quiero ver bien ese cuerpo que tienes, con sus bonitas curvas, estarás preciosa desnuda, y dispuesta para mi, sin tanta ropa de por medio. Hazlo ahora.
Me gusta lo servicial que eres, ya te has desnudado para mi, con la ropa interior incluida, y quizás sientes un poco de vergüenza, al quitarte todo para un desconocido, que poco a poco se está metiendo dentro de ti. Siéntate de nuevo, y acaricia tu pecho, lo has hecho bien y esa es tu recompensa. Apoya las piernas encima de la mesa y ábrelas bien para mi, que yo disfrute de esa vista tan preciosa que me estás proporcionando, y toca la parte interior de tus muslos, con leves caricias, disfruta de esa sensación, de ese preámbulo. Da diez azotes a tus muslos, ¡ahora! Parece que te ha gustado, veo que tú coño empieza a brillar un poco más, lo estás disfrutando, pero quiero que disfrutes un poco más. Acaricia levemente tu clítoris, que está empezando a hincharse, y requiere nuestra atención, haz círculos sobre él, un poco más, un poco más, un poco más… ¡Para! Espero que no te hayas corrido perra, porque si no me harías enfadar.
Seguro que ahora tienes una lucha interna pensando ¿pero quién es este, quien se cree que es para llamarme perra? Soy a quien te estás entregando, y por mucho que luches, tu cuerpo no miente, y el que te haya llamado perra, solo te ha calentado más, y quieres que continúe por ese camino, que explore tu humillación. Ahora vas a atarte las tetas, no me importa si están por separado o juntas, pero quiero que las ates fuerte, que cojan ese tono moradito que tanto me gusta, y si no quedan así, repítelo hasta que lo hagan, más te vale no defraudarme, tengo mis esperanzas puestas en ti.
Ese tono me gusta, veo como poco a poco ya van cogiendo color, pero ahora tus pezones estarán muy sensibles, y no queremos que tengan envidia de tus tetas, así que coge esas pinzas que preparaste antes, y pinza tus pezones. ¿Te duele perra? Sé que puedes aguantar, y que ese coño se está mojando más, lo estás disfrutando como la perra que eres, pero no te preocupes, que vas a seguir disfrutando. Vuelve a acariciar ese coño de zorra que tienes, que sea despacio, todavía no tienes permiso para correrte. ¿Quién quién soy para decirte eso? ¿Para controlar tu orgasmo? Pues soy quien te tiene en una silla, con las tetas atadas, los pezones pinzados, las piernas abiertas, y pidiendo que continúe.
Quien te diría que estarías así, mojada, y enganchada a mí, ¿qué pensaría la gente si te vieran así? Pero eso no importa mi perra, porque a mí me gustas más ahora, entregada. Bájate de la silla perra, y pon lo que hayas cogido para meterte en el coño en ella, da un beso a la pantalla, en respeto hacia mí, y siéntate de golpe, quiero que te entre hasta el fondo, y que comiences a saltar como una puta, que sé que te encanta. Abre esa boca y saca la lengua como las perras buenas. No pares de saltar, quiero oírte gemir para mí, que supliques que te dé más, dilo en voz alta, ¡Más alto!
Ahora quiero que cojas tu móvil y te hagas una foto, que salga bien tu cara de perra, para que así recuerdes este momento. Siéntate en la silla, apoya las piernas en la mesa, bien abiertas, y vuelve a metértelo en el coño si te lo has sacado, y hazte otra foto, donde se te vea bien, quiero que las guardes, para recordarte siempre este momento, y todo lo que lo has disfrutado.
Di en voz alta lo que eres, di lo perra y lo necesitada que estás, más fuerte, que te oiga todo el mundo. Ahora fóllate ese coño de puta que tienes, y a la vez te dad pequeños azotes en el clítoris, y cuando lleves cinco, lo masturbes también hasta que te corras como la guarra que eres.
Ahora tienes la respiración bien agitada, el sudor del esfuerzo recorre tu precioso cuerpo, y tu coño lo has empapado con tus flujos de perra. Mmm que sucia eres, pero me encantas así. Hazte una pequeña foto para tu colección, donde se vea tu cara y como te has corrido, y que esto te encanta. Quita eso de tu coño, las pinzas y las cuerdas. Quiero que me des las gracias por el placer que te he dado perra.
Por ahora me despido de ti, pero nos volveremos a ver, espero que lo hayas disfrutado mi perra, hasta pronto.