Todo comenzó a principios de curso, sabíamos que había venido una profesora nueva al instituto pero aún no sabíamos quién era, todo el mundo decía que estaba muy buena y que no es la típica profesora que tienen todos los institutos, al llegar a clase, una mujer pelirroja nos dio los buenos días a mis amigos y a mí, al verla, los dos nos quedamos fijamente mirándonos, me quedé bloqueado, sin saber ni qué hacer ni que decir.
Nos fuimos a clase, llegábamos tarde al abrir la puerta de la clase allí estaba ella, nos dejó entrar amablemente y me senté en un pupitre, mientras se presentaba, se llamaba Amparo, había llegado recientemente a la ciudad y era el primer año que daba clase a chavales de 18 años.
Nada más sentarme, no pude evitar fijarme en el escote que llevaba, al verla, mi cabeza empezó a pensar “que buena está, debo de estar soñando o en el cielo” entonces me di cuenta de que tenía las piernas ligeramente abierta, podía ver claramente que debajo de la falda roja de tela que llevaba y de los pantis no llevaba nada, ni siquiera un tanga o unas braguitas cortas, nada.
Amparo al verme que estaba garabateando, me dijo “¿puedo saber que estás haciendo?” yo embobado ante el monumento que tenía delante de mí, empecé a tartamudear mientras miraba para todos los lados, no sabía que decir, la profesora, al darse cuenta de donde estaba mirando, lentamente cruzó las piernas mientras le explicaba que había dormido un poco mal por la noche y me estaba costando mantener la atención pero que había escuchado hasta la última palabra de la proposición que Óscar mi compañero que tenía a mi lado había dado.
Amparo sin quitarme la vista de encima, se levantó lentamente bajándose la falda mientras le relataba todo lo que habían dicho hasta el momento, ella por su parte se acercó hacia a mí y me cogió el block de notas, al abrirlo, me encontró un dibujo en el que estaba ella desnuda mientras la penetraba.
Al descubrir dicho dibujo, ésta se quedó boquiabierta y me dijo ¿qué es esto, me lo puedes explicar? Todos los de la clase se echaron a reír mientras yo avergonzado no supe que decir. Al terminar la clase, me quedé en el pasillo mientras todos mis compañeros se fueron a casa, Amparo quería hablar conmigo y yo mientras trataba de buscar una explicación para darle cuando ella me preguntara pero las palabras no me salían.
Cuando ya tenía más o menos un discurso preparado, me quedé paralizado en la puerta de la clase al encontrarme a mi profesora desnuda con unos pantis y unas sandalias de tacón sobre la mesa del profesor. Al verla, tartamudeando, le dije “que… quer… querías hablar conmigo”.
Amparo me dijo algo mosqueada “¿qué pasa, que nunca has visto a una mujer desnuda?” “porque por lo que veo mientras estoy dando clase te pones a dibujarme desnuda” mientras me sonreía, me acerqué a ella y me puse de rodillas y le empecé a lamer su chocho peludito mientras le pasaba las manos por los pechos empezó a gemir jadeando fuertemente de placer.
Se incorporó mientras le lamía los pezones diciéndole “que ricas están” mi profesora no paraba de gemir estaba súper cachonda, lentamente, deslicé mi mano hacía el clítoris y empecé a frotárselo unos instantes.
Continué disfrutando de esos hermosos pechos, era imposible parar de lamerlos mientras Amparo me decía “disfruta cariño” agarrándoselas para metérmelas en la boca mientras ella se pasaba los dedos por el clítoris.
Acto seguido, empecé a frotarle el clítoris haciendo que ella empezara a gemir cada vez más fuerte hasta que ella me dijo ¿me enseñas lo que escondes debajo de esos vaqueros? Inmediatamente me desabroché el pantalón sacándome el pene, al verlo se quedó boquiabierta y suavemente me la agarró con su mano derecha y se la metió en la boca, tras una buena mamada, le quité las sandalias mientras me acercaba los pies a la boca para que se los chupara.
Posteriormente le puse su pie izquierdo sobre mi pene, y enseguida me preguntó ¿quieres que te pajee con los pies? Estaba ansioso, ella me dijo que era una de las cosas que más le gustaba hacer y así yo aproveché para frotarle el chocho, empezó a gemir salvajemente. Tumba con las piernas abiertas sobre la mesa del profesor, le metí se la metí nuevamente en la boca mientras ella se tocaba el clítoris.
Amparo se puso de pie contra un pupitre mientras le rompía los pantis lentamente la penetré por coño, cada vez la follaba más fuerte y eso a Amparo le ponía más cachonda todavía.
Me tumbé sobre la mesa del profesor nuevamente, Amparo se puso encima cabalgándome pero eso duró muy poquito ya que yo empecé a penetrarla muy fuerte de nuevo hasta que finalmente se puso de rodillas en el suelo echándole toda la leche sobre su bonita cara.