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Padre e hijo se vuelven más cercanos
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Mi familia no era muy unida, mi madre trabajaba todo el día en una empresa en el área administrativa y mi papá trabajaba medio día como carpintero, mis padres eran poco afectivos entre ellos, casi siempre habían peleas sobre el dinero, las deudas, la casa, los autos, etc.

Un día estábamos cenando y mis padres empezaron a discutir porque según papá, mama no pasaba mucho tiempo en casa y mi mamá le reclamaba que su trabajo era lo que daba dinero a la casa.

De tanto escuchar gritos me fui a mi recamara, y sin quererlo me había dormido, al despertar sentí un brazo en mi abdomen, al levantarme vi a mi papá.

Estaba borracho, a veces dormía conmigo cuando él y mamá discutían.

Lo desperté sacudiéndolo, estaba borracho solo escuche:

"Hijo, sabes que te amo mucho si yo y tu madre decidimos separarnos espero que no cause problemas en ti", ya tenía 18 años y bueno en realidad no me afectaría realmente.

"Ven papá te llevare al baño para que te des una ducha."

"Gracias hijo". Tambaleándose camino hacia el baño "¿hijo, me podrías dar una mano?, ayúdame a quitarme la ropa".

Poco a poco le quite el suéter, luego el polo dejando su pecho musculoso y peludo al aire.

Mi padre era un hombre guapo, rubio de ojos color café y manos cañosas por trabajar en la carpintería.

Le ayude a bajarse los pantalones y los boxers, descubriendo su polla. Luego de eso se metió a la ducha.

Salí del baño abrumado por tal visión que de alguna manera me pareció erótica.

Me senté en la cama y espere a que papá salga del baño.

Al salir estaba semidesnudo con una toalla alrededor de su cintura.

"¿Hijo me prestas un bóxer tuyo?, mi ropa esta en mi cuarto y no quisiera ver a tu madre".

Asentí sacando un bóxer gris que supongo era 2 tallas menos porque al ponérselo (en frente de mi), le quedaba muy apretado lo cual resaltaba su erección.

Se puso un pantalón y un polo (míos también) que hacia resaltar sus músculos.

Esa visión tan sexy me calenté logrando una erección que no pasó desapercibido por mi papá.

"Vaya hijo, veo que tu también estas como yo, ¿sabes? Desde hace un mes que me empecé a pelear con tu madre no he tenido sexo y estas bolas están súper recargadas de semen que amenaza con salir tarde o temprano si no lo bajo."

Así que instantáneamente se bajó el pantalón y el bóxer dejando expuesta una polla gruesa y mucho más larga que la mía.

Trague saliva, nunca había visto una polla que no fuese la mía.

Mi papá automáticamente empezó a masturbarse lo cual logro excitarme.

"Vamos hijo acompáñame quiero que tú también lo disfrutes"

Me quite el pantalón y el bóxer exponiendo mi verga de 15 cm

"Vaya, sí que te pusiste duro".

Allí estábamos parados los dos, uno al lado del otro, con nuestros penes expuestos ante nuestros ojos. No pensé que me pudiera pasar esto con un hombre. Lo miraba a los ojos y volteaba también para mirar su pene. Con mucho disimulo, pero con la mayor excitación, trataba de grabar esas imágenes para siempre.

"El tuyo no es muy diferente en forma, solo que el mío es más grande pero puede ser por la diferencia de edad"

"Si, es más grande, me imagino como debe ser para una mujer tenerlo dentro".

"Diría que el buen sexo es lo único que tu madre valora de mi"

"No digas eso, se llevaron bien durante años".

"Ven, siéntate al lado mío" dijo mientras se sentaba sobre la cama, apoyando su espalda contra la pared. Me senté al lado suyo como me lo había indicado.

Estábamos sentados uno al lado del otro, nuestras piernas se rozaban, sentía el calor de su cuerpo.

"Okey, vamos a empezar". Dijo papá mirándome con una sonrisa.

Llevó su mano a su pene, cerró sus ojos y empezó a masajearla suavemente.

Fueron unos instantes de silencio, la excitación me dificultaba hasta respirar, podía sentir el latido de mi corazón casi por todo mi cuerpo. Él tenía sus ojos cerrados y la cabeza recostada contra la pared, yo lo observaba todo con gran atención. Sobre todo a su miembro que poco a poco iba creciendo y volviéndose grande para su propia mano.

Habría transcurrido un minuto cuando volvió a abrir sus ojos. Dirigiendo la mirada hacia mi erección, donde mi verga estaba a punto de estallar, me preguntó mirándome a los ojos y con una leve sonrisa:

"¿Quieres acompañarme?"

Inmediatamente llevé una mano a masturbarme suavemente y me dispuse a continuar viendo a mi padre trabajar en su pene.

El observó la mía sin emitir ningún comentario y continúo con su labor. Pasaron unos pocos segundos y de pronto su pene empezó a crecer rápidamente hasta alcanzar una gran erección. La mano de mi padre seguía dándole caricias leves pero un poco más rápidas. Tras unos instantes más, mi padre finalmente liberó su pene de su mano y preguntó:

"¿Qué opinas del tamaño de mi pene erecto?"

"Es mucho más grande que mi pene " le dije con una leve sonrisa

"La tuya tiene buen tamaño, hijo… no debes preocuparte".

Luego de un momento de silencio me acerque a su miembro.

"¿Qué estás haciendo?" preguntó

Comencé a acariciar sus bolas y luego acaricié su polla mientras él me veía sorprendido.

Mi padre impresionado me pregunto qué hacía, solo lo silencie y seguí tocando su gran miembro.

"Hijo, no podemos hacer esto"

"Lo se papá, pero quiero complacerte, quiero hacer lo que mamá no esté dispuesta y hacerte disfrutar".

"¡Dios! Hijo, no sabes lo que dices".

"Si lo sé y estoy dispuesto a calmar ese deseo dentro de ti todas las veces que quieras."

"¿Seguro que quieres hacer esto?" preguntó

Solo asentí. Echó la cabeza hacia atrás y gimió cuando lo acaricié. Luego me incliné hacia adelante y comencé a lamer la parte inferior de su polla.

"Oh, hijo, eso se siente bien".

Luego deslice mi boca lenta y suavemente sobre la cabeza de su polla ahora palpitante. Soltó un largo gemido y comenzó a acariciar mi cabello. Lentamente me deslicé por su pene hasta que su cabeza estuvo en mi garganta. Luego comencé a subir y bajar lentamente al principio y luego más rápido a medida que él se emocionaba más. Pronto sus gemidos fueron fuertes y su cadera en movimiento penetraba mi ansiosa boca. "Hijo, deja que me correrá en tu boca". Gritó.

Respondí chupando más fuerte.

"Oh Dios, oh Dios". Gritó cuando comenzó a disparar tiro tras tiro de esperma caliente en mi garganta. Nunca había chupado un pene antes y pensé que podría atragantarme, pero quería complacer a mi padre, así que lo dejé correrse en mi boca.

Mi padre excitado, de repente me agarro, me empujó contra la cama y abrió mis nalgas

"Eres una hijo tan bueno" Dio un gentil beso a mis nalgas "No puedes decirle nada a tu madre, bien".

Apenas tuve tiempo para considerar esa promesa antes de sentir la punta de la polla de papá contra la entrada de mi ano.

"¿Papá? Por favor, ten cuidado, soy virgen".

La confesión parece sorprenderlo un poco al considerar tomar la virginidad de su hijo. Le lleva unos segundos responder.

"No te preocupes. Estás a salvo con papá".

Sin dudarlo un momento, él entra lentamente en mi ano virgen. Detuvo la mitad de su polla dentro de mí durante unos segundos, luego se retira casi por completo antes de volver a embestirme y follarme con imprudencia.

Me dolió cuando dio su última embestida. Intente pedirle que se detenga o disminuya la velocidad, pero no puedo emitir ningún sonido además de mis fuertes gemidos. La polla de papá se siente tan bien dentro de mí.

Justo entonces, él se retira. Lo miro y él sonríe diciendo: "Ponte boca abajo, campeón".

Me pongo en cuatro y arqueo la espalda. He visto suficiente porno para saber que a todos los hombres les encanta esta posición.

Papá me agarra las caderas y me penetro una vez más, golpea mi próstata perfectamente provocando que me corriese.

Todavía mi pene sigue erecto, él lo sostiene y masturba con presión perfecta y furiosa velocidad. Gemí de placer. Los gruñidos de papá coinciden con el sonido de la carne golpeando contra la carne. Él se derrumba sobre mí, haciendo que mi cuerpo se presione contra la cama, todavía penetrándome mientras sostiene bruscamente mi cadera con una mano y envuelve la otra mano alrededor de mi garganta mientras se vacía en mí. Solo detengo mis gemidos cuando él se retira de mi aun con semen todavía en su polla que lentamente se está volviendo más líquido.

Él se acuesta a mi lado mientras me doy la vuelta y me arrastro hasta su polla y lamo la pequeña cantidad de semen tanto en ella como en sus bolas. Papá gime y me levanta para acostarme sobre su pecho. Besa la parte superior de mi cabeza y apoya sus manos en mi trasero.

"Voy a tener ese culo mañana por la noche, campeón".

Sonrío y beso el pecho de mi papá mientras los dos nos quedamos dormidos.

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