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Mi esposa con su amante
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Este relato habla de la primera vez que la vi coger con otro hombre, a partir de ahí me he vuelto un adicto a verla sin que se dé cuenta y aquí otro relato erótico.

Coronel es o era su amigo, la verdad ahora no lo sé, solo sé que la pretendía mucho y le mandaba fotos de él, para no hacerlo más grande le caché unos mensajes donde se quedaron de ver.

Ella ese día se puso un leggings negro, unos zapatos abiertos y una blusa escotada de la espalda, se veía riquísima. Ella me dijo que iría con su amiga.

Me esperé una hora y llegué al bar donde estaban, obviamente sin que ella lo notara, los vi en una mesa hasta el fondo, se estaban besando. Al parecer no querían perder tiempo, se pararon a bailar y él sin tapujos la manoseaba y ella zorra se dejaba gustosa. Me dediqué a observar como sus manos agarraban y apretaban las nalgas de mi mujer y ella mordía el hombro de él.

Pasó un rato hasta que se levantaron y fueron a la parte trasera de la barra, noté por sus expresiones que no era un lugar para el público así que sin decir nada y muy cuidadosamente los seguí.

Al entrar había una cortina, escuché unos ruidos y al mirar la vi a ella, ya sin el mayón y la trusa. Coronel le estaba dando tremendo sexo oral, ella gozaba de lo lindo ya que él parecía una aspiradora comiéndose la conchita de mi mujer. Después de un rato de ver como se comía su cosita, él se puso de pie para que ella pasara a hacer su chamba, le quitó los pantalones, el calzón y fue directo a la verga, la tenía gruesa y venosa como le gustan a ella.

Mi esposa chupaba y se traga ese pedazo de carne, apenas si le cabía en la boca pero no quería dejar de mamar, de repente la tomó del cabello y con violencia llevó su verga hasta el fondo de su garganta. Lo hizo repetidas ocasiones, el maldito la estaba ahogando con su polla, pero a ella le encantaba, después ella se acomodó en unas tarimas y cajas que había cerca, él se puso de rodillas y comenzó a penetrarla.

Sus movimientos suaves y rápidos hacían que ella gimiera de placer, se besaban y mordían mutuamente sus pezones, él se puso de pie y la cargó, vi como se la metía mientras la tenía cargando, después él se acostó sobre unos cartones y ella se sentó dándole la espalda y comenzó a mover su cadera

–Diooosss que rico coges nene

–Te gusta cómo te cojo chiquita?

– Si nene, me encanta tu verga adentro, me encanta coger contigooo…

Dios en ese momento me enteré que no era la primera vez que él se la comía, mientras miraba como le daba con todo, era una bestia, creo que si se lo coge mejor que yo y lo sé porque nunca pone esa caras cuando cogemos…

– Ponte de perrito, quiero darte así…

– Si bebé, lo que tú digas…

– Me encanta cogerte así, me encanta como se ve tu culoteee…

Se la empezó a meter en esa posición, ella gritaba y él como toro me la estaba destrozandooo.

– Siguee! no pares cabrón! metemelaa, metemelaaa!

Ella le decía mientras él la embestía como toro desquiciado y la muy puta solo gemía, unos momentos después él se vino en ella.

– Toma perra, toma tu leche ¿te encanta la leche de mi verga verdad puta?

– Siiiii me encanta sentir tu leche llenándome mi vagina.

Pero no todo terminó ahí. Se colocaron al estilo 69 y comenzaron a estimularse nuevamente, después de unos minutos él la puso de perrito y observé como le estimulaba el ano, sabía que venía un anal salvaje ya que su verga no era tan grande pero era muy gruesa.

Se puso en cuclillas y comenzó penetrarla por el culo, ella gritaba pero al mismo tiempo se empujaba sobre la tranca.

– Aaay, así métemela cabrón, aunque grite no me la saques, no me la saques por favooor!

– Eso es nena, goza, goza mi verga…

Se enrollaron en unas dos o tres posiciones anales más, hasta que él se vino dentro de su culo.

Hijo de perra, no solo se coge mejor a mi mujer si no que seguramente he removido su atole, no la culpo, el wey hace bien su chamba, observaba como se besaban y se recostaban sobre las cajas.

Decidí que ya había visto mucho, y me fui a la casa, seguramente ocurrieron más cosas ya que ella llegó 3 horas después que yo. Solo la recibí con un abrazo y comencé a planear nuevas aventuras para ambos…

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