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La mejor cena de mi vida
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Era viernes y seguía trabajando, eran como las 11 de la noche y tenía bastante hambre, así que posteé en Facebook solicitando ayuda para encontrar algo que entregaran a domicilio.

Respondió Paty, una amiga, que vive bastante cerca de mi oficina, me mandó un mensaje directo que decía.

"Lánzate a mí casa estoy echando unas chelas con Claudia (otra amiga) acá te damos de cenar".

Yo, aún con un poco de inocencia, le tomé la palabra, cerré mi computadora, me despedí del vigilante y salí a pie.

En 15 minutos estaba llegando al departamento de Paty con unas chelas más por si acaso.

Se me ocurrió llevar un poco de helado por la época de calor y para no sonar tan gorrón.

Cuando llegué observé que Paty tiene un pequeño departamento con muebles muy modernos y una alfombra bastante pachona. Andaban descalzas, bastante informales.

Paty es muy caderona y con una cara muy linda, traía unos jeans blancos, súper pegados, que hacían resaltar sus atributos, con una tanga blanca con unas pequeñas argollitas, deteniendo las cintas de los lados., que se marcaban sobre la tela, de forma sexy.

Claudia es más cuadradita de espalda amplia por el tamaño de sus senos, pero con una cintura diminuta que hace que se vean aún, más grande.

Ella aún llevaba el uniforme de su empresa que es un traje sastre de falda y camisa blanca, La blusa la usa tan pegada que el botón de enfrente parecía que iba a explotar.

Empezamos a beber y comer un poco de pizza recalentada, que por la hora, sabía deliciosa. Alrededor de las 12 Claudia dijo que se iba porque iba a trabajar mañana, Paty le dijo que se quedará al fin que trabaja muy cerca y no tenía caso ir hasta su casa, que es muy lejos, para tener que regresar en la mañana.

Claudia lo pensó un poco, tomo un sorbo de su bebida y accedió,

Sirve que evito los alcoholímetros que a esta hora están perrísimos.

Acto seguido pasamos al helado, de chocolate, Paty nos sirvió una copa abundante la cual ni se me antojo, prefería seguir con las cervecitas.

A la mitad de los Helados, Paty mueve la mano, estaban en el mismo sillón y le derrama el helado a Claudia, Su camisa blanca se había manchado y ella se alteró porque ahora tenía que ir a su casa para cambiar de blusa para el otro día que iría a trabajar.

Paty se levantó rápidamente, muy apenada, por una toalla húmeda para intentar limpiarla, por lo que le pidió que se desabrochara un par de botones para meter la mano y tratar de sacar la mancha. Yo con la posición que tenía no observaba claramente las lolas de Claudia, así que me levanté, "intentando" ayudar, Este es un show que no podía perderme.

Traía un bra blanco de satín, que le daba forma a sus esculturales pechos, Paty me pidió que continuara "tallando" la blusa, en lo que traía otro líquido, a lo que Claudia asintió, tenía cara de enfado porque tendría que ir hasta su casa e interrumpir la reunión.

Yo acepte jubiloso a la petición y metí una mano en la blusa, rozando sus tetas calientes, ella es muy blanca y se notaban algunas marcas del roce natural del bra. Yo ya no podía con la erección, estar con la mano dentro de la blusa de Claudia era realmente caliente, ella también daba signos de que le gustaba, ya que se le marcaban los pezones erectos a través del bra.

Paty regreso con una camiseta blanca, y le dijo:

—Esa mancha no va a salir con agua, quítatela para echarla a la lavadora y mañana estará seca.

—Claro me encanta tu idea, no es mucha molestia? —respondió.

—Claro que no, es lo menos que puedo hacer por mi torpeza

—Muy bien, bobo cierra los ojos que no es show.

Obvio no me iba a perder el espectáculo. Ella se empezó a desabrochar la blusa y a la mitad se dio la vuelta, se la quitó y después me pidió ayuda para desabrochar el bra.

Cosa que me permitió olerla un poco más cerca, olía a flores, como esas fragancias de cuerpo que se ponen con aspersor. MI miembro estaba pidiendo a gritos salir, se notaba la erección a través del pantalón, yo quería besarle el cuello y morderla para que se volteara así, con las tetas al aire, pero no me atrevía, aún.

Se metió la camiseta y la dejó caer sobre sus senos, se notaba la erección de sus pezones, transluciéndose sus aureolas rosas.

Yo tuve que hacer una pausa para ir al baño y secar mi miembro porque estaba bastante mojado de la escena anterior.

Cuando regrese habían hecho espacio en la mesa de centro, estábamos en la sala sentados, cada quien en un sillón y una botella de cerveza vacía al centro.

Cuando vi, el lugar me imagine lo que seguía y tuve una erección inmediata.

Paty sacó una botella de tequila y un caballito preparando los castigos, el juego era, verdad o castigo. Primero perdí yo, después Claudia 2 veces y luego Paty, todos pedimos castigo y nuestros respectivos tequilas fueron bebidos de hidalgo.

Segunda vuelta perdió Paty, pidió verdad, Claudia le preguntó qué posición sexual le gustaba más, Respondió "Doggy Style", asentimos en torno de burla, recordando su lindo trasero.

Perdí yo, misma pregunta, adoro que me cabalguen. Claudia dijo ‘cunnilingus’.

Después de varios secretos y tequilas llegamos al punto interesante, jugar de prenda, perdí yo, fuera zapatos aun traía. Siguiente Claudia, se desabrocho la falda y la bajo despacito. Parecía que estaba en película para adultos. Su interior se asomó bajo la camiseta tanga blanca CK muy breve por enfrente. Sus piernas blancas pero bien torneadas estaban frente a mí. Quise en ese momento ponerlas al lado de mis orejas y comerme su conchita que se marcaba en la tanga blanca.

Se acomodó la camiseta tapando un poco, aunque no por mucho tiempo. Volvió a girar la botella y le tocó nuevamente. Era el momento esperado. A regañadientes se quitó la camiseta. Wowww después de tantos años de conocernos y varias borracheras veía a Claudia como me la imaginé muchas veces y a la que por cierto le dedique algunas manuelas, solo con una tanguita pequeñísima.

Paty veía de reojo con cierto nerviosismo mi cara. Sabía que al final llegaría su turno. Seguimos con el juego. Perdió Paty se quitó el pantalón blanco, Mostró las argollas mencionadas. Daban ganas de arrancarlas para que brotara ese pubis.

Perdí me quite la camisa y la buena suerte volvió a llegar le tocó a Claudia… no quería quitarse nada y nos quería convencer de que emparejáramos la desnudez.

Paty y yo lo negociamos y decidimos quedarnos sin nada arriba, solo chones así que Paty se quitó el bra, era un 34 B precioso con el pezón rosita y bien parado, quería ponerle mi verga en medio y mastúrbame ahí, que brincará mi semen en su cara.

Me quite todo hasta quedar en bóxer de los pegados, donde se marca el paquete, por los ojos de las 2 sabían que estaba bastante excitado.

—-

Llegó el momento de Paty y Claudia solo en tanga y con las lolas al aire, nunca me hubiera imaginado que eso sucedería algún día, menos hoy.

Las 2 rieron y se dieron un beso de piquito para calentar el momento.

Seguimos con la botella y ahora cambiarían los castigos. Ya estábamos bastante calientes los 3 como para andar con tonterías.

Primero castigo perdí, beso de lengua a las 2, primero Paty de pie despacito metí mi lengua, sentí la suya y le di pequeñas mordidas se arrimó para sentir mi erección, baje la mano por su espalda hasta las nalgas ricas y duras.

Luego Claudia igual tratamiento ella solo me arrimo las tetas, los pezones parados y duros tocaron mi pecho. Sentía que explotaría ahí mismo era imposible mantenerlo en el bóxer.

Siguiente… perdió Claudia. Inmediatamente Paty le impuso el castigo. Creo que querían que acabara el juego, un cunnilingus en el sofá. Por un momento pensé que iba a protestar, pero lo único que hizo fue acostarse en el sofá y sacarse la tanga, tenía una vaginita bien rasurada, solo una pequeña línea de vello, sus labios exteriores estaban rojos y muy hinchados, seguramente por la excitación, no se notaba húmeda, al menos no por fuera.

Nos quedamos viendo Paty y yo, (mi imaginación voló rápidamente y le dije):

—Echemos un chinchampu para ver quien la atiende, va?

—Va.

Ella perdió y solo se sonrojo. Se acomodó, hincada entre sus piernas. Claudia había empezado a masturbarse acostada en el sofá, solo un leve toqueteo para lubricarse, yo estaba como tienda de campaña me dolían las bolas de tanta excitación, así que me pare al lado para ver en acción la lengua de Paty.

Jugaba con el clítoris como una profesional y se escuchaba la humedad en la conchita de Claudia, era una escena de película porno en vivo y en directo.

Así que no aguante más y me pare atrás de Paty y la subí al sofá, quedó parada sobre el brazo del sofá con el culo a una altura mucho más cómoda para poderla penetrar. Claudia estaba pegando de gritos, así que solo se acomodó para que la alcanzara Paty. Hice a un lado su tanga y metí mi miembro en su conchita, estaba muy húmeda. Resbalo hasta al fondo y solo se escuchó un pequeño gemido. Tenía la boca ocupada.

Entra y sale, entra y sale, el movimiento se hizo rítmico, empujábamos lengua, verga y cuerpo sobre el clítoris de Claudia jadeaba de placer y solo se escucharon dos orgasmos al mismo tiempo, las dos temblaron una bajo la otra. Las tetas de Claudia en las manos de Paty y las de Paty en las mías. No dejaba de empujar hasta que me vine con chorros de leche acumulados, de toda la noche. Sentí como escurrían de la concha de Paty, sobre las piernas de Claudia. Saque la verga y se la di a Claudia, su lengua seco lo que sobraba, succionándola poquito. Solo para que despertara.

Estábamos sudando, era época de calor y se venía la mañana. Claudia trabajaba y tenía que preparar el uniforme.

Revisó que todo estuviera en orden, lo planchó rápidamente y se metió a la ducha.

Me había quedado con ganas de probar, si su culito era como se veía.

Así que me metí con ella a la regadera. Me vio y se hizo a un lado. Solo dijo

—que rico te la cogiste, creí que no me tocaría.

Le sonreí y la empecé a besar, baje a sus nenas, su pezón estaba duro y el agua le corría por el cuerpo.

—Es delicioso.

—Te gustan mis bubies?

No respondí, no era necesario. Estaba de espaldas a mí y se restregaba en mi miembro.

Tome un poco de jabón y lo froté por todo su cuerpo. Resbalaba delicioso, sus tetas, su abdomen, su duro trasero. Ella hacía ruiditos cachondos.

La puse de frente y la besé, nuestras lenguas se entrelazaron como víboras apareándose. El agua nos corría por la cara, recorramos nuestros cuerpos enjabonados, con prisa de pubertos en su primera cita, en un viaje de reconocimiento.

Se puso de rodillas y me chupo la verga, estaba dura y roja, lista para la acción, la recorría desde la base hasta la punta, la metía completa y la sacaba. Su saliva se mezclaba con el agua que escurría, la empujaba de la cabeza para meterla hasta su garganta en movimientos rítmicos.

La levanté para comerme su conchita, me hinque, subió su pierna en mi hombro y se sostuvo del cancel. Subía y bajaba delicioso.

Masajeaba su culito con el dedo índice y el pulgar en su conchita, entraba y salía, mordía su clítoris, despacito con cariño pasaron 3 o 4 minutos y se vino en mi cara, sus fluidos corrieron junto con el agua. Con sabor a sexo, delicioso. Pegaba unos gritos que seguro despertó al vecindario.

Me puse de pie, la voltee y le pedí que se empinara como si se le hubiera caído el jabón, lo hizo y su coño apareció, hermoso, rosado, apretadito como lo imaginé.

Fui metiendo el glande, despacio mientras ella gritaba un poco, muy despacio, masajeaba su clítoris para que se abriera el ano, de repente me pidió que la empujara.

—Dale fuerte —gritaba

—Segura?

—Si dale que me gusta

Apoyo la mano en la pared y con un movimiento rápido la enterré por completo, las pelotas rebotaban en sus nalgas mientras se movía rápidamente.

Acariciaba su clítoris y se mojaba como si no le hubiera pasado en días.

Escuchaba sus gritos de dolor y placer, de vez en vez le daba unas nalgadas que sonaban por el agua que corría, se ponían rojas con la marca de mis dedos, gritaba más fuerte, hacía fuerza con el brazo hacia atrás y llegaba hasta al fondo. Entraba y salía, fuerte, me rozaba con sus comisuras, se apretaba cuando entraba como si quisiera hacer más presión, como los ejercicios de Kegel.

Me vine con fuerza, una descarga eléctrica llegó a mi cuerpo, me gritó:

—No pares aguanta por favor

Y así fue, aguante dentro y seguí empujando, mientras se retorcía como si le hicieran cosquillas.

Pegó un último grito ahogado por el agua.

—No mames me vine de nuevo. No lo puedo creer. —Dijo con la respiración entrecortada.

Saqué mi tornillo, escurría leche de su culo, semen escurrió a borbotones entre sus piernas.

Se sentó en el suelo, me senté junto a ella unos segundos y terminamos de bañarnos. Lave todos sus orificios con cuidado, nos dábamos besos cariñosos, mientras ella también lavaba mi cuerpo.

Salí con una toalla en la cintura buscando a Paty pero ella ya estaba dormida.

Terminé de ver como se vestía Claudia, como si nada hubiera pasado.

Así que aproveché para meterme en la cama junto a ella.

Se hizo a un lado y me dejó un espacio pequeño, no importa, me quedé dormido inmediatamente.

Definitivo Facebook hace maravillas ya que fue la mejor cena de mi vida.

 

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