Esto no sabía si contarlo o no, porque no fue algo tan fuerte, como otras cosas que he vivido.
Hoy, como tantas tardes, me junté con mi compañera de la facultad, Pau (la que es lesbiana), obvio algunas veces más hemos estado juntas, hasta me he quedado a dormir en su casa (después de estudiar) y dormimos juntitas desnudas en la cama, como dos lesbianitas y me gusto eso.
Resulta que hoy, ya habíamos terminado de estudiar, estábamos en la cocina, preparando un café yo sentada en la mesada y de la nada, se me acerca, me agarra de la cintura y me da un beso (la verdad que me quede helada, porque pensé que ya me iba y que hoy no iba a pasar nada, porque Paula sabía que ya me tenía que ir).
Sentir su lengua dentro de mi boca es más fuerte que yo, esa lengua suave dulce que tiene, con la que jugamos dentro de nuestras bocas hasta calentarnos, y así empezamos, ese primer beso fue extenso largo, sin pausa, mientras ella, ya me estaba acariciando la espalda, por debajo de mi blusa (en el departamento de ella hace siempre calor, así que estaba con una blusa y el jean, nada mas).
Sentir su mano acariciando mi espalda, y la otra mi panza, me empezó a calentar mucho, pero mucho, me desabrocha el corpiño, le dejo, y siguió desabrochándome la blusa y dejando mis tetas al aire y yo sentada en la mesada.
Se tira encima de mis tetas y me las empieza a chupar, y yo le agarraba la cabeza para que me las coma, me las besa muy dulce, mientras me acaricia todo lo que puede.
No sé porque, casi inconscientemente, me tiro para atrás, apoyando mi espalda en la pared de la cocina y sin decirle nada, que ella supiera lo que yo quería, cosa que se dio cuenta enseguida, me desabrocha el jean y me lo saca, junto con la bombacha, yo ya estaba toda mojada, y ansiosa de que con esa boca me pegue una linda chupada.
Apoyada, sobre la pared pongo mis pies sobre la mesada, y Paula, me abre bien las piernas, y muy de a poco me empieza a besar las piernas, las entrepiernas hasta que llega a mi conchita, que se mata besándola, y me metía y sacaba la lengua, jugaba con su lengua en mi conchita y eso me hace estallar de calentura, otra vez le agarraba la cabeza para tenerla dentro de mi concha.
Acompaña ese juego de lengua con sus dedos, mientras yo sola (que ya estaba desnuda) me acariciaba las tetas, y así siguió hasta que me robo mi primer orgasmo, pero la guacha, no se detuvo siguió sin darme respiro, y me metía los dedos, me acariciaba las pierna y ahí si estalle agarrada de donde podía en mi ¡segundo orgasmo!
De ahí fuimos derecho a su cama ya las dos desnudas, nos matamos en un terrible 69, yo arriba de ella, yo solo se la chupaba, se la comía y escuchaba sus gemidos, lo que me demostraba que le gustaba lo que le hacía, y ella aparte de chupármela, como yo estaba arriba, aprovechaba y me metía un dedo en la cola, yo le dejaba, con mis jugos el dedo entraba ¡muy fácil!, y seguimos hasta que acabamos ¡las dos juntas!
Nos quedamos un ratito desnudas en la cama y me volví.
No fue nada del otro mundo, pero se me dio por contarlo.