Voy a contar la historia de como mi modosita mujer, pura e inocente se acabó convirtiendo en una verdadera puta.
Mi mujer es preciosa, de curvas marcadas, con muy buenas tretas y unas ganas de polla que ni yo mismo hubiera nunca imaginado. Ahora tiene 44, y ahora además la experiencia. Somos de la misma edad, nos conocimos en el cole, con 14 años, y desde ese momento supimos que estaríamos siempre juntos.
Como cualquier pareja fuimos creciendo y por el destino nos tuvimos que separar unos años, tiempo en el que ambos aprovechamos para conocer otras personas y para finalmente darnos cuenta de que sólo podíamos estar juntos.
Bueno, entremos en materia…
Nos casamos con 26, y como comenté ella non me dejo follar hasta el altar, la verdad es que de novios, un par de años antes ella empezó a chuparse la polla y poco antes de casarnos se dejaba meter la polla por el culo, de alguna manera no la estaba descargando. Debí sospechar que debajo de esa carita buena se escondía una pervertida.
La verdad es que haber esperado al matrimonio tuvo sus cosas buenas, estuvimos follando durante toda una semana en casa, antes de la Luna de miel. Estuvimos en París y luego de crucero. No hacíamos otra cosa que follar, en todos lados y sin avisar. Lo pasamos de fábula.
A partir de aquí, y con la llegada de Internet, empecé a descubrir lo que era un swinger los intercambios de pareja, los contactos, etc…
Todo esto era excitante y nuevo. Empecé a fantasear con la idea de ver a mi mujer follar a con otro tío.
Un día mientras lo pasábamos bien le dije que me gustaría colgar fotos de ella, desnuda, sexis… en una página de contactos. Para mi sorpresa no fue difícil convencerla. Así hicimos y las colgamos. Al instante empezaron a entrar mensajes. Al principio los gestionaba yo, pero ella tenía mucho más mano para los contactos. Ahora empezó a hacer contactos con varios chicos uno de ellos de Girona, un chico de unos 20 años, jovencito pero muy salido. Estuvieron hablando durante al menos un año, había tanta confianza entre mi mujer y yo, que ella se conectaba con el chico y pasaban sesiones de cibersexo tremendas. Nunca llegamos a juntarnos pues somos de Canarias, y aunque nos movemos mucho nunca encontramos la ocasión.
Finalmente me decidí, y le propuse a mi mujer tener un encuentro con el catalán, así que aprovechamos un viaje relámpago a Murcia para desviarnos a Barcelona y llevar a cabo nuestro plan.
Elegimos un hotel cerca del aeropuerto del Prat, de lujo, una habitación para nosotros y otra para él. No lo sabía, pero las habitaciones eran contiguas.
Cuando llegamos nos acomodados y comenzamos a hablar de las normas a seguir, inicialmente, e inocentemente le pedí a mi mujercita que sólo se la chuparla y que bueno lo conociera un poco, yo tenía sentimientos muy contradictorios, no tiene nada que ver una fantasía con la realidad. Tenía unas mariposas en el estómago intensas, no sabía si al final, dejaría que ocurriera.
Por fin, llamó, ya había llegado y estaba en la habitación. Mi mujer se puso muy nerviosa, aunque se conocían por web, ahora se iban a conocer en persona.
Se vistió muy sexy con un vestidito y salió en su busca.
En este momento comenzó a correr mi imaginación, desde pensar estaba siendo tocada hasta que el tío podía ser un loco asesino. Hubo momentos de algo de desesperación, al final pude reprimir todos estos pensamientos e imaginar que estaba ocurriendo en la habitación de al lado.
Me pegaba a las paredes a ver si oía algo, no se oía un carajo. Al final llamé a su teléfono para quedarme tranquilo. Después de varias llamadas, finalmente contestó y me dijo que todo iba bien, fue muy corto, pero me tranquilizó bastante, ahora me tocaba esperar. Y así estuve como dos horas o tres, estaba desesperado, ya me había hecho varias pajas.
De pronto… tocan en la puerta, me apresuro a abrir, y a allí estaba ella, muy feliz y contenta, entró y lo primero que le pregunté fue, follaste? que hiciste? Su contestación fue… todo, si, eso me puso a 100 la cogí, la tumbe en la cama y le abrí las piernas, tenía el coño mojado, oliendo a polla y relleno de la corrida del catalán. No me lo pensé dos veces, y me lancé a comerle el coño, me encantó, es más nunca me supo mejor su coño, saborea su coño y el semen del carbón que estuvo follandose a mi mujer durante un par de horas.
Después de comerle el coño le metí la polla en posición misionero, tenía el coño bien abierto y mojado, le estuve dando duro hasta que nos corrimos.
Cuando termine, y casi sin darle tiempo para recuperarse le pedí a la puta de mi mujer que se adecentara y fuera a darle placer a nuestro invitado. Tendríais que haber vista la cara de felicidad de mi mujer, recuerdo como me dijo, en serio?, no te importa que vuelva con el catalán?… No tardó ni un segundo en llamarle para decirle que iba para allá.
Dicho y hecho la puta de mi mujer salía de la habitación rumbo a ser follada por todos los agujeros de su cuerpo y otras cosa que luego me enteré. La muy puta le chupo el culo y le metió los dedos. Tuvieron una sesión fantástica de sexo.
Así estuvieron una hora hasta que ella volvió, fallamos y luego caímos rendidos.
Sobre las 8 de la mañana nos despertamos y antes de desayunar mi mujer, mi puta, mi fantástica esposa salió a darle una despedida al catalán. Le hizo una buena manada después de correrse de nuevo en su coño.
La cuenta la pagamos nosotros, así que cuando él se marchó la muy puta bajo con él y le pagó la cuenta, me imagino la cara de los tipos de la recepción, cuando baje yo para hacer el check out, se tuvieron que dar cuenta de la movida. La muy puta se lo pasó pipa.
Fue toda una primera experiencia swinger. Me encantó y a partir de este momento nuestra relación es más fuerte y estable y nos encanta poder compartir nuestras perversiones sin sentirnos mal. Se lo recomiendo a todos, compartid vuestras fantasías con vuestras parejas, es maravilloso.
Después de esto, mi mujer ha probado 5 pollas más, pero eso son otras historias que contaré más adelante.
Un abrazo a todos.