Con el tiempo la relación siguió y aunque como pareja, la relación no era tan idílica como ambos esperábamos el sexo era lo único que no cojeaba de la relación.
Una vez habiéndolo probado y haber sentido nuestros cuerpos desnudos, sudados, exaltando adrenalina en cada polvo que echábamos, no podíamos parar y aunque suene irónico de los mejores polvos que recuerdo eran cuando estábamos borrachos, y de fiesta a las que salíamos más arreglados de lo normal, y en cuanto nos veíamos sabíamos que esa noche íbamos a acabar follando.
Ya íbamos unos meses de relación cuando a la vuelta de un viaje en el que por diferentes razones no había tenido la oportunidad de hacerme una buena paja, llegue y eran las fiestas de nuestro pueblo, y quedamos en encontrarnos al final de la noche para "estar" un rato.
Ambos salimos de fiesta, y cuando llegó la hora nos encontramos, ella iba con una minifalda que me puso la polla como una piedra, y en cuando le di el primer beso y me acerque un poco a ella ya notaba que estaba muy cachondo, al notarla me soltó un, te quiero follar hasta que me duela el coño.
Otra noche más acudimos a la lonja pero estaba ocupada por un par de colegas follando, por lo que decidí acompañarla a casa a ver si se repetía la escena como la última vez.
Está vez en vez de subir al 7 piso, subimos a su casa, ya que sus padres estaban dormidos. Una vez en casa fuimos al salón, ya que compartía habitación con la hermana, ahí en el sofá en el que tantas tardes pasaban sus padres viendo la tele me bajo los pantalones y empezó a chuparme la polla, cuando no aguantaba más, la tumbe y empecé a rozarle suavemente el coño, notándolo cada vez más húmedo, no se la metí hasta que ella me lo exigió.
Está vez yo estaba demasiado cachondo y no dure mucho, pero otra vez más se nos olvidó el condón así que la saqué y me corrí en la pared del salón, ella estando tan cachonda obvio eso y me pidió que le comiera el coño con intención de correrse.
Le comí el coño hasta quedarme sin respiración, hasta que se corrió y me pude ir a casa con el trabajo cumplido.